El
Partido del Trabajo de Corea que el 10 de octubre de este año cumple 67 años es
calificado por el pueblo como partido madre.
Su
gran Dirigente es Kim Jong Un.
“Nuestro Partido está firmemente decidido a lograr que
nuestro pueblo, el mejor del mundo que ha seguido con lealtad al Partido
sobreponiéndose a todas las pruebas, no se apriete más el cinturón y disfrute
plenamente de una vida digna en este régimen socialista.”,
dijo en la parada militar por el centenario del natalicio de Kim Il Sung efectuada a raíz de que fue
electo (11 de abril de 2012) Primer Secretario del PTC.
El
amor al pueblo le sirve de punto de partida para todo su pensamiento y todas
sus actividades y deviene supremo principio y objetivo de la política que él
practica.
Dejó
inscrito su autógrafo ¡Sirvamos al pueblo! en los documentos que le elevaron
los funcionarios, y viendo nuevas construcciones ora preguntó a los
acompañantes si las gentes gustaban de ellas, ora les advirtió que lo primero
era darles comodidades a las personas, que debían serles agradables, ser
accesibles por ellas, ora les sugirió no escatimar nada para el pueblo y
hacerlas impecables para embregar a este, inculcando en ellos la elevada
conciencia de ser servidores del pueblo. En su visita a un parque de
atracciones, viendo que no estaba bien mantenido, recriminó duramente a los
responsables diciendo: Es lugar que está a disposición del pueblo. ¿Para qué
valen los descuidados y que no sienten el remordimiento de conciencia, no
sienten apenados, y que no aprecian a las personas, aunque sean miles y decenas
de miles?
Este
sublime amor al pueblo suyo es inconcebible al margen de su concepto de este.
Kim
Jong Un considera al pueblo como el ser más precioso y potente del mundo. Su
filosofía política y divisa consisten en que para el pueblo existen tanto los
cuadros como el líder y que se debe hacer revolución confiando en aquel, dueño
de esta y su construcción y apoyando en él.
Encomienda
a los funcionarios hacer prioritario y absoluto el interés del pueblo y correr
y correr hasta desgastarse la suela de los zapatos para aquel. Se trata de la
exigencia también a sí mismo, cuya prueba es su visita de orientación a la
construcción del Área de Recreo del Pueblo de Rungna terminada en julio pasado.
Se personó en la obra tres veces en poco más de dos meses e impartió concretas
instrucciones para hacer del parque el universal, de primera categoría mundial.
También en vísperas de la inauguración del lugar de interés se presentó y
visitó la cancha de minigolf, la piscina pública, el delfinario, etc.,
preocupándose por que tuvieran defectos. Asistió al acto de inauguración,
recorrió varios lugares donde se oía algazara del público y se mostró muy
contento por la magnificencia del parque.
He
aquí otra prueba.
Kim
Jong Un visitó nuevas viviendas del reparto Changjon construidas en la parte
céntrica de Pyongyang y en una palpó el suelo; en un restaurante inaugurado,
incluso probando sentarse en una silla, sugirió encarecidamente mantener
firmemente el principio de considerar primero la comodidad y luego la belleza
para que el usuario no sintiera inconveniencia; en el Teatro del Pueblo recién
construido, al ver el palco, advirtió eliminarlo diciendo que si en lo adelante
viniera al lugar a ver el espectáculo, se sentaría en un asiento ordinario.
Su
solicitud que dispensa al pueblo llega a fábricas, áreas rurales, aldeas,
escuelas, jardines de infancia, guarderías y otros lugares del país.
Al
comienzo del junio pasado hizo poner en vuelo un avión especial para los niños
que participaran en la Reunión Nacional Conjunta de la Organización de Niños de
Corea y en julio tomó medida de emergencia, la de movilizar hasta un aeroplano
del Ejército Popular de Corea para salvar a 60 personas que se encontraban en
la agonía como víctimas de la inundación en una localidad. Dondequiera que
acude se fotografía sin ceremonia alguna junto con trabajadores ordinarios y
soldados bien brazo a brazo, bien hombro a hombro.
Su
solicitud admira a cualquier de los coreanos, que están dispuestos a seguir con
lealtad su dirección.
El
PTC liderado por Kim Jong Un, por disfrutar de absoluto apoyo y confianza del
pueblo, es siempre victorioso.