martes, 31 de diciembre de 2013

Mensaje del Dirigente KIM JONG UN por año nuevo

  Pyongyang, 1 de enero (ACNC) -- El Mariscal Kim Jong Un, Primer Secretario del Partido del Trabajo de Corea, Primer Presidente del Comité de Defensa Nacional de la República Popular Democrática de Corea y Comandante Supremo del Ejército Popular de Corea pronunció el día primero el mensaje del Año Nuevo 2014.
    El texto completo del mensaje sigue:
    Queridos compañeros:
    Entrañables oficiales y soldados del Ejército Popular, pueblo del país entero y compatriotas fraternales:
    Despedimos el 2013 que dejó huellas indelebles en el sagrado avance de la revolución del Juche y acogemos el Año Nuevo de 2014, pletóricos de la confianza en el futuro y el orgullo revolucionario.
    Ante todo, rindo mi más sincero tributo y cordiales saludos por el Año Nuevo a los grandes compañeros Kim Il Sung y Kim Jong Il en reflejo de la infinita añoranza y veneración de todos los oficiales y soldados del Ejército Popular y otros sectores de la población.
    Rindo homenaje a los mártires que el año pasado dieron su valiosa vida en aras de la defensa nacional y la construcción del socialismo, así como saludo a todos los militares y civiles que en pos de nuestro Partido abren una nueva era de prosperidad de la patria.
    Formulo los más sinceros votos por la mayor felicidad y dicha de todas las familias del país.
    Saludos a los surcoreanos que luchan por la independencia, la democracia y la reunificación nacional, a los compatriotas residentes en otros países que se entregan en cuerpo y alma para la prosperidad de la patria, así como a todos los pueblos progresistas del mundo y amigos extranjeros amantes de la justicia y la paz.
    El que despedimos fue un año enorgullecedor en el que todo el Partido, ejército y pueblo libraron una ofensiva general en acato a la nueva línea del Partido acerca del desarrollo simultáneo y alcanzaron una brillante victoria en la construcción de un Estado socialista poderoso y próspero y la defensa del socialismo.
    En ese período nuestros uniformados y civiles, unidos compactamente en torno al Partido, hicieron prevalecer las ideas y la causa del gran Líder Kim Il Sung y el gran General Kim Jong Il y potenciaron nuestras filas revolucionarias en lo político e ideológico.
    En el proceso de la lucha del año anterior, incluidas las actividades políticas efectuadas en saludo al aniversario 65 de la fundación de la República y el 60 de la victoria en la Guerra de Liberación de la Patria, hicieron gala de su inquebrantable fe y voluntad de enaltecer al gran Líder y al gran General y eternizar sus proezas generación tras generación.
    La política de nuestro Partido de respeto y amor al pueblo y la ardiente lealtad de nuestro pueblo que lo quiere como a su madre se han identificado para colocar en una nueva altura los lazos consanguíneos que unen al Partido y las masas populares.
    El año pasado nuestro Partido adoptó la resuelta medida de extirpar una inmundicia que persistía en el seno del Partido en un período de intenso bregar para edificar un Estado poderoso y próspero. Al descubrir y eliminar, en un momento oportuno y con una atinada decisión, ese grupo de sectarios opuestos a él y la revolución, logró consolidar sus filas y las de la revolución y fortalecer con creces nuestra gran unidad. A través de esta lucha, nuestro Partido reafirmó la determinación de reforzar su función militante y papel para cumplir con el honroso cometido que asume ante la época y la historia como agrupación al servicio del pueblo y consagrarse más para su bienestar.
    El año anterior obtuvimos un gran triunfo en el empeño por elevar nuestra capacidad de defensa nacional y en la cruenta confrontación con el imperialismo.
    Los científicos, técnicos y obreros de la industria de defensa nacional, armados de inconmovible fe y valor, superaron a los demás en la tecnología de punta, con lo cual demostraron el poderío de la Corea del Songun y contribuyeron sustancialmente a elevar la capacidad de defensa nacional. Poseedores del gran espíritu, los integrantes del Ejército Popular y del Ejército de Seguridad Interior del Pueblo defendieron a riesgo de su vida al Partido, el Líder, la patria y el pueblo y pusieron de manifiesto la dignidad y el poderío de la República al frustrar cada una de las descabelladas provocaciones del enemigo encaminadas a desencadenar una guerra nuclear y sus campañas de enfrentamiento.
    En medio de una situación compleja y preñada de dificultades, nuestros militares y civiles aunaron la fuerza y obtuvieron resonantes éxitos en sus esfuerzos para construir una potencia económica y elevar el nivel de vida de la población.
    Se logró un gran auge en la producción de distintos sectores y unidades de la economía nacional, se afirmó la base de una economía independiente y, en particular, los funcionarios y demás trabajadores del sector agrícola introdujeron innovaciones en sus faenas y contribuyeron a mejorar la vida del pueblo pese a las duras condiciones y desfavorables factores climáticos.
    Los constructores, entre ellos los militares, levantaron numerosas creaciones monumentales destinadas a la prosperidad de la patria y el bienestar del pueblo y abrieron una época de mayor esplendor de la construcción.
    En obediencia al llamado del Partido de crear la “velocidad Masikryong”, exhibieron el fervor patriótico y abnegación para erigir, en un corto plazo y como realizaciones de la era de Partido del Trabajo, numerosas obras como el Museo Conmemorativo de la Victoria en la Guerra de Liberación de la Patria, el Reparto para Científicos Unha, el Complejo de Piscinas de Recreación de Munsu y la Estación de esquí del monte Masik. Con ello mostraron el gallardo aspecto de la patria que rejuvenece cada día más y contribuyeron a que resonaran más las risas de felicidad de nuestro pueblo. Los participantes en las grandes obras como el acondicionamiento de la meseta Sepho consiguieron domar la naturaleza venciendo múltiples dificultades e hicieron posible realizar antes del tiempo previsto el ambicioso proyecto del Partido.
    El año pasado experimentó nuevos avances en el deporte, la enseñanza y otras ramas de la cultura.
    En correspondencia con el propósito del Partido de construir una potencia deportiva, una fiebre de deporte se desató en todo el país y nuestros fidedignos jugadores honraron al país con medallas de oro en las lides internacionales. Se impulsaron exitosamente los preparativos de la enseñanza obligatoria general de doce años, se lograron innumerables éxitos en las esferas científico-técnicas y la creación de modernos establecimientos sanitarios mejoró el servicio médico para el pueblo. La prolífera producción de excelentes piezas de la época en el sector del arte musical sublimó en un mundo de lealtad el alma de todos los militares y civiles y los alentó para la lucha y las hazañas.
    La brillante victoria y los logros alcanzados en el año pasado constituyen frutos maduros de una lucha audaz y heroica que todo el Partido, ejército y pueblo libraron en acato al lineamiento y la política de carácter revolucionario y popular y la destacada dirección de nuestro Partido, movidos por la inquebrantable voluntad de levantar a toda costa un Estado socialista poderoso y próspero.
    Mediante la lucha del año pasado patentizamos que son mejores nuestra ideología, fuerza y estilo y que con nada se puede detener el avance de nuestra sagrada causa que persigue un gran ideal y meta.
    Agradezco cordialmente a todos los militares y civiles quienes, al hacer gala de una insuperable abnegación con su ilimitada lealtad al Partido y ardiente patriotismo, supieron engalanar el significativo año de 2013 con acontecimientos extraordinarios.
    Compañeros:
    El 2014 será un año de la lucha impetuosa y de grandes cambios en que abriremos la era de prosperidad de la Corea del Songun al lograr nuevos saltos en todos los dominios de la construcción de un Estado socialista poderoso y próspero.
    Para nosotros este es un año de esfuerzos dignos por realizar con antelación el hermoso ideal y sueño del pueblo, un año de la marcha de triunfadores hacia el gran festival que adornará el 70 aniversario de la fundación del glorioso Partido del Trabajo de Corea.
    En este prometedor año nuevo debemos acelerar la marcha heroica confiando en la victoria y con el gran entusiasmo y abrir una era de plena prosperidad en la revolución y su construcción.
    ¡Con la firme confianza en la victoria, levantemos una ola de grandes saltos en todos los dominios de la construcción de un Estado poderoso y próspero!, esta es la consigna combativa que nuestro Partido y pueblo deben enarbolar este año.
    Este año debemos procurar que la agricultura, la construcción y el sector de las ciencias y la técnica sean vanguardia en la marcha, con la antorcha de innovaciones en alto, y que incentiven con ella el avance de todos los demás sectores de la construcción socialista.
    En este significativo año conmemoramos el cincuentenario de la publicación de la tesis sobre el problema rural socialista por el gran Líder, compañero Kim Il Sung.
    Hemos de vigorizar en el campo las revoluciones ideológica, técnica y cultural, lograr cambios decisivos en la producción agrícola y, de esta manera, evidenciar la justeza y vitalidad de la tesis. En los esfuerzos de este año por la construcción económica y la mejora de la vida del pueblo debemos considerar la agricultura como la mayor prioridad y concentrar la fuerza en ella. En ese sector introducirán de modo activo los científicos métodos de cultivo y trabajarán con toda responsabilidad hasta conquistar a toda costa la meta de producción de cereales presentada por el Partido. Promoverán la ganadería y ampliarán el cultivo de hongos y de verduras en invernaderos para que la población se beneficie de la mayor cantidad posible de sus productos.
    Este año debemos abrir una nueva era de prosperidad en la construcción.
    La construcción es un renglón importante para consolidar la base del Estado poderoso y próspero y crear el cimiento para la felicidad del pueblo. A la rama de construcción le incumbe levantar muchos edificios de categoría mundial que representen la era del Songun y obras destinadas a mejorar la vida de los habitantes, para así consolidar la base de nuestra economía independiente y procurarle al pueblo una vida más rica y civilizada. Hay que acelerar y terminar en la fecha prevista las obras importantes como la construcción escalonada de centrales hidroeléctricas a lo largo del río Chongchon, la base ganadera en la zona de Sepho, la Granja de Frutas de Kosan, la roturación de marismas y los canales de riego para la provincia de Hwanghae del Sur. Es menester impulsar enérgicamente la construcción de viviendas, albergues y otros edificios destinados a mejorar las condiciones y ambientes de la educación y levantar en el supremo nivel establecimientos culturales y de servicio. Este año debemos seguir levantando majestuosas y elegantes construcciones en la ciudad de Pyongyang y resaltar la peculiaridad de cada provincia, ciudad y distrito, mediante la cooperación de militares y civiles.
    Las ciencias y la tecnología son la fuerza motriz que impulsa la edificación de un Estado poderoso y próspero y de su desarrollo dependen la felicidad del pueblo y el porvenir de la patria.
    Ese sector debe resolver problemas para el futuro desarrollo de la economía nacional y el mejoramiento de la vida del pueblo y los que se presentan en la actualidad, superar a los demás en la tecnología de punta y abrir un atajo para la estructuración de la economía de conocimientos. Los científicos y técnicos, montados sobre el caballo alado que les ha regalado el Partido y valiéndose de todo el talento y entusiasmo, deben lograr grandes éxitos en su trabajo y ser genuinos patriotas que contribuyen a la edificación de una patria rica y poderosa. En toda la sociedad concederán prioridad a las ciencias y la tecnología, en tanto que todos los funcionarios y trabajadores las aprenderán con aplicación, enarbolando la consigna que los convoca a ser talentosos científicos y técnicos.
    Es preciso hacer grandes innovaciones en el sector priorizado, las industrias básicas, y las demás esferas de la economía nacional.
    El renglón metalúrgico y el químico son pilares gemelos de la potencia económica y su desarrollo asegura la construcción económica y el mejoramiento de la vida de la población. En estas ramas debemos esforzarnos con tesón para aumentar la producción recurriendo a nuestras materias primas, combustible y últimos logros científicos, en acato a la consigna de modernizar la economía y adecuarla a nuestra realidad, con el fin de activar el conjunto de la economía nacional y producir suficiente cantidad de materiales de hierro y acero y diversos artículos químicos necesarios para el fomento de la vida del pueblo.
    Hay que priorizar decididamente las industrias eléctrica y carbonífera. Al tiempo que toman medidas para maximizar la generación energética en las centrales, trazarán acertadamente el plan de largo alcance para resolver radicalmente la falta de electricidad, se enfocarán en su cumplimiento y generarán más electricidad principalmente con los recursos hidráulicos y aprovechando asimismo la energía de la naturaleza como la eólica, la geotérmica y la solar. Deben elevar la producción en las minas carboníferas, resolver decisivamente el problema del transporte como el ferroviario y lograr innovaciones en cooperación de las ramas de electricidad, carbón y transporte ferroviario, con el objetivo de impulsar el progreso económico del país.
    Es menester dedicar gran empeño en la industria ligera, renglón que desempeña un gran papel en la mejora de la vida de la población. A las fábricas de esta rama les corresponde acelerar con entusiasmo la modernización y la aplicación de la tecnología de CNC (control numérico computarizado –N.T.) y lograr la estabilidad productiva al elevar la proporción de uso de materias primas y materiales nacionales, mientras que todas las ciudades y distritos desarrollarán sus industrias acorde con la situación de cada cual, para la mayor producción de diversos artículos de consumo masivo de buena calidad.
    Es preciso adoptar medidas estatales para desarrollar la pesquería. A ese sector le corresponde modernizar barcos y otros equipos de pesca e impulsarla con métodos científicos siguiendo el ejemplo de los pescadores del Ejército Popular que lograron capturar gran cantidad de peces en fiel cumplimiento de la orden del Comandante Supremo, para que todos los barcos regresen a sus puertos haciendo sonar la sirena en señal de la gran pesca. También le compete promover la maricultura en gran escala.
    Es necesario proteger y aumentar de manera activa las riquezas del país, entre ellas los recursos subterráneos, forestales y marítimos, e impulsar con energía la reforestación con la participación de todo el pueblo hasta que todas las montañas se conviertan en frondosos bosques.
    En todas las esferas de la economía nacional se fomentará el ahorro, además de aumentar la producción aprovechando al máximo sus potencialidades productivas y reservas internas. Ahorrar es producir y por ese conducto se revela el patriotismo. Reinará en toda la sociedad el espíritu de ahorro para consumir con eficiencia un vatio de electricidad, un gramo de carbón y una gota de agua y prevalecerá un ambiente en que todos aportan más a la vida económica del país con alto sentido de patriotismo y la conciencia de ser sus dueños.
    Es menester mejorar decisivamente la dirección y la administración de la economía. Se reforzará, bajo el liderazgo del Partido, la dirección unificada del Estado sobre las actividades económicas y se propiciará que las empresas realicen sus labores con más responsabilidad y creatividad y que todos los trabajadores cumplan fielmente su misión y funciones como protagonistas de la producción y la gestión.
    Hace falta dar grandes pasos de avance en la educación y otras ramas de la cultura.
    Se mejorarán el contenido educativo, el método didáctico y las condiciones y el ambiente de la docencia conforme a la demanda de la revolución y la época que progresa y se producirán cambios en las labores educacionales incluida la educación secundaria general. A la salud pública le incumbe poner más empeño en el tratamiento y la prevención de enfermedades para el fomento de la salud de la población, de modo que todos disfruten de mayores beneficios del sistema sanitario del socialismo.
    El arte y la literatura son como trompeteros e impulsores de la ofensiva revolucionaria para la construcción de un Estado socialista poderoso y próspero. Se crearán muchas obras de gran valor ideológico y artístico que conmuevan el corazón de las personas y representen nuestro tiempo siguiendo el ritmo de la marcha de nuestra revolución y la realidad palpitante.
    Hay que avivar la fiebre del deporte en todas partes del país. Los deportistas, con la ambición de ser campeones mundiales, se entregarán más al entrenamiento; se desarrollará la ciencia y técnica deportiva; se materializará la orientación de promover la participación masiva en esa actividad para hacer realidad el proyecto del Partido de convertir nuestro país en una potencia deportiva.
    Continuaremos dedicando ingentes esfuerzos a elevar la capacidad de defensa nacional.
    Consolidar las fuerzas armadas es la tarea más importante del Estado y la potencial militar garantiza la dignidad de la nación, la felicidad del pueblo y la paz.
    Se reforzará y desarrollará el Ejército Popular como invencibles fuerzas armadas revolucionarias inspiradas en el espíritu del monte Paektu al total servicio del Partido y el líder, de la patria y el pueblo. A este efecto lo más importante es fortalecer las compañías, principales unidades de combate y centros de vida de los militares. Convertiremos todas las compañías en fuerzas élite preparadas tanto en el plano político-ideológico como en el técnico-militar y en queridas familias llenas de hermandad. Se intensificará la educación ideológico-política de los militares para prepararlos como hombres de firme idea y convicción, dispuestos a defender a riesgo de su vida el Palacio del Sol Kumsusan y el Comité Central del Partido. Mediante intensos ejercicios de combate y un movimiento de destacados tiradores de fusil y cañón, los militares poseerán una puntería certera, complexión fuerte y espíritu de férrea disciplina y se prepararán para combatir cada uno a cien enemigos.
    En el Ejército de Seguridad Interior del Pueblo de Corea se establecerán firmemente el sistema de dirección del Partido y la disciplina revolucionaria para que sus miembros cumplan plenamente su noble misión y deber de defender al Líder, el régimen y el pueblo. La Guardia Roja Obrero-Campesina siempre estará lista para la batalla redoblando ejercicios militares.
    A la industria de defensa nacional le incumbe producir mayor cantidad de modernas armas típicas ligeras, no tripuladas, inteligentes y precisas, los cuales multiplicarán nuestra capacidad de autodefensa.
    Es indispensable consolidar aún más la base político-ideológica de nuestra revolución.
    Pues ella constituye el baluarte que decide la victoria o la derrota en la batalla de defensa del socialismo y el fortalecimiento de las filas revolucionarias en lo político e ideológico es la tarea más importante para nosotros.
    En este año de significación en que cumple 40 años la declaración del programa de transformación de toda la sociedad según el kimilsungismo elaborado por el gran General, fortificaremos al Partido en el plano organizativo-ideológico, formaremos a todos los miembros de la sociedad como kimilsungista-kimjongilistas y estrecharemos la unidad monolítica de las filas revolucionarias.
    Es preciso establecer firmemente en el seno del Partido el sistema de dirección única, asegurar la pureza de las filas de sus miembros y elevar la función y el papel combativos de sus organizaciones. Intensificarán la educación ideológica entre los cuadros, militantes y otros trabajadores para que sigan, en cualquier momento y lugar, únicamente a los grandes compañeros Kim Il Sung y Kim Jong Il y a nuestro Partido y piensen y actúen según la idea y voluntad del Partido. Se mantendrán alerta ante cualquier manifestación y factor que afecte y perjudique la unidad de las filas del Partido y la revolución, por insignificante que sea, y los eliminarán implacablemente. Necesita arreciar la lucha contra las ideas extrañas y las corrupciones que minan nuestro régimen y frustrar totalmente las maniobras de la penetración ideológica y cultural del enemigo.
    Con miras a dar grandes saltos en todos los sectores de la construcción de un Estado socialista poderoso y próspero, es imprescindible activar al máximo la potencial espiritual de las masas. Esto es la mayor posibilidad de la creación e innovación y la clave fundamental para lograr éxitos admirables. Es necesario realizar una dinámica campaña de educación ideológica, la de propaganda y agitación, encaminada a incentivar la potencial espiritual de los militantes del Partido y otros trabajadores. Todos personificarán el patriotismo de Kim Jong Il y lo aplicarán en todos los aspectos de la práctica, realizando méritos heroicos en la orgullosa empresa para construir un país socialista rico, poderoso y civilizado.
    Urge establecer una firme disciplina y orden revolucionario en todos los campos de la lucha revolucionaria y la labor constructiva, factor importante para demostrar en alto grado la superioridad de nuestra sociedad regida por el colectivismo y obtener éxitos en todas las tareas. En todos los sectores y unidades se cumplirán estrictamente las políticas y orientaciones del Partido y las leyes, resoluciones y directivas del Estado, y todos los funcionarios y trabajadores, conscientes de ser dueños de la sociedad y ciudadanos de la República, respetarán las leyes, las reglas y el orden.
    Los cuadros deben esforzarse por todos los medios para cumplir su misión como miembros de mando de la revolución y fieles servidores del pueblo.
    Con absoluta lealtad hacia el Partido, alto sentido de responsabilidad y gran entusiasmo programarán ambiciosos proyectos y lucharán con tesón para realizarlos hasta sus últimas consecuencias, cumpliendo así infaliblemente lo que el Partido se propone.
    Tomarán por norma inviolable de su trabajo la demanda y el interés del pueblo y se esforzarán para satisfacer sus deseos y gustos y para beneficiarlo. Respetarán con infinita sinceridad la demanda del pueblo, la voz de las masas, y siempre se comportarán y trabajarán como sus fieles servidores.
    Hace 20 años el gran Líder Kim Il Sung dejó su última firma en un documento de trascendencia histórica relacionado con la reunificación del país.
    Este año, en cumplimiento de su legado y el del General, debemos lograr avances en el movimiento por reunificar el país.
    Con miras a resolver el problema de la reintegración territorial en correspondencia con el deseo y voluntad de los compatriotas, es preciso rechazar la intervención de las fuerzas extranjeras y mantener con firmeza el principio de Entre nosotros, los connacionales.
    Los protagonistas de la reunificación del país son todos los coreanos del Norte, el Sur y en el ultramar y podemos lograrla de manera independiente de acuerdo con el interés y la exigencia de la nación solo cuando nos atengamos al referido principio. Apelar a las fuerzas extranjeras para conseguir la “cooperación internacional” en cuanto al problema de la nación, el de las relaciones Norte-Sur, es un humillante acto servil y traicionero que deja el destino de la nación a su libre albedrío. El Norte y el Sur deben mantener la independencia estipulada en los tres principios de la reunificación del país y la Declaración Conjunta Norte-Sur, sostener firmemente la posición de Entre nosotros, los connacionales, y respetar e implementar fielmente las declaraciones conjuntas.
    Es ineludible luchar por salvaguardar la seguridad y la paz de la nación.
    Los bélicos estadounidenses y surcoreanos hacen frenéticos ejercicios de guerra contra el Norte concentrando gran cantidad de armas nucleares en la Península Coreana y en sus alrededores. Por eso se crea una situación tan crítica que un pequeño choque militar eventual puede desembocar en una guerra total. Si estalla aquí una nueva contienda, esta supondrá una espantosa catástrofe nuclear, de la cual ni siquiera Estados Unidos puede estar a salvo. Todos los integrantes de la nación coreana no deben permitir en absoluto las maniobras de enfrentamiento y de guerra de los belicistas del interior y exterior del país y frustrarlas resueltamente.
    Urge crear un ambiente propicio para mejorar las relaciones entre el Norte y el Sur.
    Provoca dolor el simple hecho de que la nación esté dividida por culpa de las fuerzas foráneas. También resulta intolerable promover la difamación, el antagonismo y la antipatía entre los compatriotas, situación que puede ser aprovechada por las fuerzas extranjeras que no desean la reunificación de Corea. Ha llegado el momento de poner el punto final a la calumnia inútil y dañina, y no se debe permitir por más tiempo el perjuicio a la reconciliación y la unidad. A las autoridades surcoreanas les corresponde renunciar al enfrentamiento imprudente contra otra parte de la nación y a la campaña de reprimir el “pro-Norte”, así como optar por mejorar las relaciones bilaterales en atención a la demanda de los compatriotas, a favor de la independencia, la democracia y la reunificación de la patria. Admitiremos a todos los que aprecian la nación y desean la reintegración, independientemente de su pasado, y también en el futuro, nos esforzaremos de modo activo por mejorar las relaciones intercoreanas.
    Todos los compatriotas del Norte, el Sur y el extranjero, firmemente unidos bajo la bandera del patriotismo auténtico, el ideal Entre nosotros, los connacionales, se levantarán con energía en la lucha a escala nacional para la reunificación territorial, y abrirán así una nueva fase para la reunificación independiente, la paz y la prosperidad.
    El año pasado la intervención y las maniobras de guerra de los imperialistas que amenazaban la independencia de los Estados soberanos y el derecho a vivir continuaron sin cesar en el ámbito internacional.
    Hay que destacar que en la Península Coreana, el punto más candente del mundo, se cernía el peligro de una inminente guerra nuclear debido a las maniobras de las fuerzas enemigas para eliminar a nuestra República, lo cual amenazó seriamente la paz y la seguridad de esta región y el resto del mundo.
    La paz es muy valiosa para nuestro pueblo, pero no se logra solo con desearla o pedirla. No podemos permanecer indiferentes ante el nubarrón de la guerra nuclear que nos amenaza permanentemente en la Península Coreana y defenderemos firmemente la soberanía y la paz del país y la dignidad nacional con nuestra gran capacidad de defensa.
    En lo adelante nuestro Partido y Gobierno, manteniendo inclaudicable el ideal de política exterior de la independencia, la paz y la amistad, seguirán ampliando las relaciones de amistad y cooperación con los países que respetan nuestra soberanía y nos tratan como amigos y no cejarán en el empeño por la paz y la seguridad del mundo y por la prosperidad común de la humanidad.
    Enormes son las tareas que enfrentamos y existen dificultades en nuestro camino, pero nuestra causa revolucionaria que avanza bajo la bandera del gran kimilsungismo-kimjongilismo triunfará infaliblemente.
    Todos, llenos de gran esperanza y firme fe y unidos compactamente con una sola idea y voluntad en torno al Partido, marchemos con pasos firmes por lograr victorias más resonantes en el año nuevo. -0-        (2014.01.01)



miércoles, 25 de diciembre de 2013

Nueva línea estratégica



La nueva línea estratégica desarrollada en la RPDC se viene consolidando en su desarrollo demostrado por los informes de FAO y su desarrollo en la construcción de viviendas y centros de esparcimiento para el pueblo.
En estas condiciones se demuestra la eficaz línea aplicada por el Dirigente KIM JONG UN y la dirección del Partido, por ello este año ha sido el año del desarrollo de la construcción socialista en la RPDC.
recomiendo la lectura de este artículo un abrazo a todos.
Atte.
Yuri Castro
 

 

Se trata de la línea de simultanear la construcción económica y la de las fuerzas armadas nucleares planteada en la Reunión Plenaria del Marzo de 2013 del CC del Partido del Trabajo de Corea, el gubernamental de la República Popular Democrática de Corea, la de fortalecer y desarrollar las fuerzas armadas nucleares autóctonas para hacer impecable la fuerza defensiva nacional y a la par de esto poner mayor empeño en la construcción económica para construir un país socialista, poderoso y próspero, presentada por la Dirección de Corea.

Esta línea parte de la exigencia de la situación creada.

Ahora la Península Coreana se encuentra en una circunstancia tan crítica que nadie sabe cuándo estalle una guerra nuclear.

EE.UU. y sus seguidores, poniendo en tela de juicio el lanzamiento del satélite con fines pacíficos de Corea efectuado en diciembre del año pasado, fabricaron absurdamente la “resolución sobre las sanciones” en el Consejo de Seguridad de la ONU, hostilidad atroz que ilegaliza hasta el derecho jurídico de un Estado soberano al lanzamiento del satélite, suscitó incontenible indignación del pueblo coreano. Corea se vio obligado a tomar una contramedida real para defender la soberanía y seguridad nacionales, realizar la tercera prueba nuclear subterránea.

EE.UU. volvió a abusar del Consejo de Seguridad de la ONU para fabricar “resolución sobre las sanciones” y el primero de marzo del año corriente en Sudcorea empezó a hacer ejercicios militares conjuntos “Key Resolve” y “Foal Eagle” de gran envergadura. Por primera vez en su historia introdujo en la Península Coreana los medios de golpe estratégico nuclear de su territorio, intensificando más la intimidación con armas nucleares contra Corea y llevando la Península Coreana al umbral de la guerra nuclear.

Frente a esta amenaza de EE.UU., el mayor país nuclear del mundo, Corea se decidió a fortalecer continuamente en cantidad y cualidad las fuerzas armadas nucleares, lo cual deviene una opción extremadamente natural y perspicaz.

La nueva línea estratégica es la que se concuerda con la actualidad de Corea que persigue el objetivo de construir un Estado socialista, poderoso y próspero.

El pueblo coreano pasó muchos contratiempos y dificultades en la construcción económica durante varios decenios, lo cual se debió a interminables sanciones, presión y amenaza de agresión de EE.UU. y otros fuerzas hostiles que le impuso destinar gran cantidad de recursos humanos y materiales al fortalecimiento de la fuerza militar nacional y no al desarrollo económico y el fomento del bienestar del pueblo.

Pero en la actualidad dado que el país se ha dispuesto de la poderosa capacidad de disuasión nuclear autóctona, llegó a impulsar cuanto quiere la construcción de la potencia económica en una circunstancia más estable. Es que ya pasó la era en la que EE.UU. intimidaba con las armas nucleares a Corea, estorbándole la construcción económica.

Además, la nueva línea estratégica permite fortalecer más la fuerza defensiva nacional aun no aumentando los gastos, con pocos gastos, y destinar más inversión a la construcción económica. Corea tiene sólida base de la industria atómica reconocida por el mundo e inagotables recursos de uranio. El pueblo coreano está convencido de que al apoyarse en la autóctona industria atómica, puede construir poderosas fuerzas armadas nucleares y solucionar la escasa electricidad para impulsar la construcción de la potencia económica y cumplir satisfactoriamente todas las tareas para la mejora de la vida poblacional.

Sugeriría prestar atención también al hecho de que la nueva línea estratégica se basa en la importante del pasado de Corea, la de fomentar la construcción económica y la de la defensa nacional simultáneamente.

En los primeros años de la década de 1960 EE.UU., promotor de la crisis del Caribe, perpetró incesantemente provocaciones militares para desatar una nueva guerra en la Península Coreana.

Kim Il Sung, Presidente de la RPD de Corea, buen conocedor de la gravedad de la situación, planteó una línea estratégica de desarrollar simultáneamente la construcción económica y la de la defensa nacional. En fiel acato al lema: “¡Con el fusil en una mano y la hoz o el martillo en la otra!” lanzado por él, el pueblo coreano fortaleció la economía nacional autosostenida y la fuerza defensiva nacional.

En los últimos años del siglo pasado cuando las fuerzas aliadas imperialistas aprovechando el derrumbe del socialismo en varios países, concentraban su ofensiva antisocialista en Corea, el pueblo de ésta implantó una línea planteada por Kim Jong Il, Presidente del Comité de Defensa Nacional de la RPD de Corea, la de priorizar el fomento de la industria de defensa nacional y desarrollar la ligera y la agricultura simultáneamente, preparando la poderosa capacidad de disuasión nuclear. En virtud de ello, no sólo ganó varios enfrentamientos nucleares con EE.UU. y defendió firmemente el socialismo, sino también realizó la gran causa de la posesión de las armas nucleares y acogió una histórica era de la construcción de un Estado poderoso y próspero.

Ahora EE.UU. y sus aliados pregonan que Corea, si no renuncia a las armas nucleares, no podrá lograr el desarrollo económico y si opta por otra cosa, le ayudarían de manera que pueda llevar una vida holgada.

Mas, Corea no es país como Irak y Libia que doblegados ante la presión y las añagazas conciliatorias de los imperialistas abandonaron hasta la capacidad disuasiva de guerra con la que contaban, terminando por ser víctimas de aquellos. El pueblo coreano aprecia más la soberanía y dignidad nacionales que la vida y si fuera para aquellas, no se titubea en consagrar hasta esta. Se mantendrá inalterable aun ante cualquier presión y añagaza conciliatoria. Dicho en otra palabra, pondrá gran empeño continuamente en la construcción de las fuerzas armadas nucleares.

El mundo presenciará que Corea, apoyándose en la potente capacidad de disuación nuclear, desbarata tajantemente las provocaciones de guerra de los imperialistas y sus aliados y levanta con éxito un Estado socialista, poderoso y próspero.

Kim Jong Un publica declaración en ocasión del Día de Songun


 
Importante declaración del Dirigente KIM JONG UN sobre la política del Songún haciendo un recuento sobre las hazañas imperecederas del Gran líder Presidente KIM IL SUNG y el querido Mariscal KIM JONG IL.
Atte.
Yuri Castro

    El Mariscal Kim Jong Un, Primer Secretario del Partido del Trabajo de Corea, Primer Presidente del Comité de Defensa Nacional de la República Popular Democrática de Corea y Comandante Supremo del Ejército Popular de Corea, publicó el día 25 de agosto de 2013 para Rodong Sinmun y Josoninmingun, órganos del Partido del Trabajo de Corea y del Ejército Popular de Corea, respectivamente la declaración "hagamos perpetuas la gran idea revolucionaria de Songun del compañero Kim Jong Il y sus hazañas" en ocasión del Día de Songun (25 de agosto).
    El texto integro va como sigue:
    Nuestro Ejército y otros sectores de la población acogen, con el fervoroso sentimiento de veneración hacia el gran compañero Kim Jong Il e inquebrantable fe en el triunfo de la revolución, el 53 aniversario de que él comenzara a dirigir la revolución mediante Songun (prioridad de los asuntos militares –N.T.)
    El Día de Songun en que el General Kim Jong Il dio inicio a esa orientación constituye, junto con el Día de la Fundación del Ejército, un hito importante en la historia de la construcción de nuestras fuerzas armadas revolucionarias y en los anales de la nación coreana. Una fecha significativa que produjo cambios históricos en el fortalecimiento y desarrollo de nuestras fuerzas armadas revolucionarias y en el cumplimiento de la causa revolucionaria del Juche y que dio continuidad a la historia y tradición de nuestra sagrada revolución de Songun, la cual se ha valido del fusil para su comienzo, avance y éxitos consecutivos.
    Songun es una enorgullecedora tradición de la revolución coreana que emprendió el gran compañero Kim Il Sung y dirigieron este y Kim Jong Il, así como la bandera de la victoria y gloria.
    Fueron los grandes Generalísimos quienes exploraron el camino de la revolución de Songun y escribieron un nuevo capítulo de la historia abriendo la época de Songun.
    Kim Il Sung expuso tempranamente la verdad de la lucha revolucionaria de que solamente con las armas se puede vencer al enemigo armado y presentó la idea y el lineamiento que conceden prioridad al fusil y a los asuntos militares. Consideró la construcción de las fuerzas armadas como uno de los asuntos fundamentales de la revolución, prestó atención primordial a organizar y consolidar el cuerpo armado y logró la histórica obra de la liberación nacional, con el Ejército Revolucionario Popular de Corea como pilar.
    Recurrió al fusil de la revolución en su sabia dirección de las dos guerras revolucionarias, las dos fases de la revolución social y la construcción socialista, hasta que levantó el socialismo a nuestro estilo que coloca en su centro a las masas populares y elevó la dignidad y el honor de la nación.
    Fiel a su idea y obra, Kim Jong Il superó las duras pruebas de la historia y condujo a nuestra revolución por el glorioso camino de la victoria, al dirigir a la nación con el original método de Songun.
    Fue el 25 de agosto de 1960 cuando dejó sus primeras huellas de dirección en la División Guardia de Tanques 105 “Seúl” Ryu Kyong Su, acontecimiento histórico que manifestó su decisión de continuar la causa revolucionaria del Líder y significó el comienzo de su orientación mediante Songun.
    Songun fue su idea y práctica revolucionarias, su ideal y método políticos.
    En sus continuos viajes de inspección a las unidades del Ejército Popular durante más de medio siglo desde que comenzó a dirigir la revolución mediante Songun, consolidó al Ejército Popular como indestructibles fuerzas armadas revolucionarias y, valiéndose de Songun, logró el victorioso avance del proceso revolucionario y constructivo.
    Consolidar al ejército fue para él el quehacer más importante en la empresa de Songun: al convertirlo en indestructibles tropas revolucionarias del Líder, infinitamente fieles a la causa del Partido, lo enalteció como pilar y fuerza principal de la revolución y alcanzó triunfos históricos en los cruentos enfrentamientos con el imperialismo y con Estados Unidos para salvaguardar la seguridad de la patria y el socialismo. Denominó como espíritu revolucionario de los militares, espíritu que simboliza y representa la era de Songun, los rasgos puestos de manifiesto por los soldados del Ejército Popular, como la disposición a defender al Líder y cumplir sus enseñanzas al riesgo de la vida y el sacrificio heroico, y encauzó a todos los militares y civiles para que vivieran y lucharan con ese espíritu, registrando con ello un gran auge en todos los dominios de la revolución y su construcción.
    Con el objetivo de afianzar los éxitos de su orientación mediante Songun y materializar en todas las esferas la política de Songun, dispuso que la primera reunión de la Asamblea Popular Suprema de la República Popular Democrática de Corea en su X legislatura adoptara una Constitución Socialista que reflejara la idea y los principios revolucionarios de Songun. Asimismo estableció un nuevo sistema de administración estatal que tuviera como eje el Comité de Defensa Nacional y condujo sabiamente para que todas las actividades del Estado se realizaran bajo el principio de la preponderancia militar.
    La inaudita historia de su orientación de la revolución mediante Songun se caracteriza por la independencia antiimperialista a carta cabal y abnegación patriótica sin parangón, por las sublimes muestras de absoluta confianza y amor paternal hacia los oficiales y soldados del Ejército y otros sectores de la población.
    Gracias a su dirección, nuestra revolución ha podido cosechar sucesivas victorias contra viento y marea. Gracias a sus superintensas jornadas de trabajo para el bienestar de la nación, nuestro ejército y otros sectores de la población han podido engendrar milagros que jamás ha conocido la historia de la humanidad.
    De hecho, Songun fue el inconmovible credo revolucionario que nuestro General abrigaba y plasmó en toda su vida, así como una grandiosa práctica revolucionaria mediante la cual engalanó la historia nacional con brillantes victorias y sempiternas hazañas.
    Al formalizar y enriquecer la idea de Songun en el proceso de su orientación sin precedentes, les preparó a nuestro pueblo y otros revolucionarios del mundo las directrices y la bandera para sus consecutivos triunfos en su empeño por verificar la causa de la independencia.
    Estamos hablando de una idea que prioriza los asuntos militares en la causa de las masas populares por la independencia y el socialismo y que impulsa todo el proceso revolucionario y constructivo teniendo como núcleo al ejército revolucionario.
    Esa idea parte de un principio de la revolución sustentado en la idea Juche, consistente en que el fusil de la revolución decide el triunfo de la causa revolucionaria y responde de manera científica y práctica a los asuntos clave para la victoria de la revolución.
    Enuncia la teoría revolucionaria sobre la necesidad de fortalecer el fusil de la revolución, el ejército de la revolución, consolidar el sujeto de la revolución tomándolo como núcleo y apoyarse en él para el victorioso avance del proceso revolucionario y constructivo.
    Su mayor exigencia es dar importancia a los asuntos militares, prestar atención primordial a la construcción del ejército y consolidar al ejército como el del Partido y el líder, indestructibles fuerzas armadas revolucionarias capaces de derrotar a cualquier enemigo poderoso.
    Para forjar su destino y lograr la causa socialista en medio del intenso enfrentamiento con el imperialismo y del peligro permanente de la guerra, las masas populares deben consolidar ante todo el fusil de la revolución y empuñarlo más firmemente. La historia del movimiento socialista mundial nos enseña la seria lección de que con un ejército débil e inconsecuente no se puede defender el destino de los pueblos ni el socialismo.
    Robustecer el sujeto de la revolución tomando al ejército como fuerza principal y valerse de su papel protagónico para impulsar la lucha revolucionaria y la labor de construcción deviene una nueva teoría revolucionaria dilucidada por la idea de Songun.
    La revolución es una lucha a muerte o vida entre revolucionarios y contrarrevolucionarios y su destino depende de cómo se robustece el sujeto de la revolución y se eleva su papel.
    Un ejército revolucionario dirigido por el líder es el más revolucionario, organizado, disciplinado y combativo de todos los colectivos sociales que constituyen las fuerzas revolucionarias en una sociedad socialista donde las masas populares son sus dueñas. Por su idea, fuerza espiritual y temperamento revolucionarios, es capaz de orientar al conjunto de la sociedad e impulsar la lucha revolucionaria y la labor de construcción. Sus potencialidades se hacen incomparablemente grandes si toma la delantera y, unido monolíticamente con toda la población, lucha con el espíritu y temperamento que lo caracterizan.
    La idea revolucionaria de Songun ha abierto un nuevo camino, un camino de la victoria que permite consolidar el sujeto de la revolución y elevar su papel para el exitoso avance de la causa de las masas populares por la independencia y el socialismo.
    Expone por primera vez la teoría de que Songun es la política más poderosa y el principal método político del socialismo.
    La idea y el ideal se hacen realidad a través de la política, factor que decide el destino de las masas populares, la prosperidad o la decadencia de un país y una nación.
    Por primera vez en la historia el gran compañero Kim Jong Il expuso que, por su objetivo de materializar en todos los aspectos la aspiración de las masas populares a la independencia y defender sus intereses, la política socialista debe ser necesariamente Songun y lo formalizó como principal método de la política socialista.
    Como él señalara, esta política sitúa los asuntos militares por encima de todos los demás quehaceres del Estado, defiende a la patria, la revolución y el socialismo e impulsa con dinamismo la construcción socialista en su conjunto, teniendo al Ejército Popular como fuerzas medulares y principales. Se trata de un método de carácter independiente que encarna integralmente los principios y fórmulas que emanan de la idea Songun.
    Con el nacimiento de la mencionada política como método principal de política socialista, se han producido cambios trascendentales en la historia política de la humanidad y del socialismo y hemos llegado a tener un medio omnipotente para realizar con éxito el ideal y los principios de socialismo.
    La idea Songun del compañero Kim Jong Il es un pensamiento revolucionario que se rige por una firme posición independiente y antimperialista y por el noble amor a la patria, la nación y el pueblo y que se basa en una férrea convicción y voluntad.
    Este término de la época actual nace de la inconmovible fe y voluntad y el gran valor que caracterizaban al compañero Kim Jong Il quien, al asumir plena responsabilidad del destino y el futuro de la nación y el pueblo, resolvió todos los problemas a favor de sus exigencias e intereses y a nuestra manera en medio de un duro y prolongado enfrentamiento con las potencias imperialistas. Su gran idea revolucionaria, Songun, nos permite defender firmemente y con nuestras fuerzas y armas la dignidad del país, la independencia del pueblo y las conquistas del socialismo y garantiza el fortalecimiento y la prosperidad de la patria y el luminoso futuro de la nación.
    Enriquecida en la lucha para llevar a la práctica la idea Juche, es una teoría científica y revolucionaria que ayuda materializar impecablemente y en todos los aspectos las exigencias de tal idea.
    Gracias a su formalización y desarrollo por el compañero Kim Jong Il, se ha enriquecido el archivo de pensamientos de nuestra revolución y han alcanzado niveles desconocidos la fuerza de atracción y la vitalidad de la idea Juche.
    Esta es la raíz de Songun, su fiel reflejo.
    Es gracias a la idea Songun que la Juche, puesta en la práctica revolucionaria, cobra mayor vigencia como gran directriz que garantiza la marcha triunfante y culminación de la causa de las masas populares por la independencia.
    Kim Jong Il condujo con habilidad el proceso revolucionario de Songun, realizando imperecederos méritos para la patria, la revolución, la época y la historia.
    Defendió con honor el socialismo del Juche establecido por nuestro Líder y aseguró la continuidad de la causa revolucionaria del Juche, la de Songun.
    El socialismo del Juche es un inapreciable logro de nuestra revolución que el gran Líder consiguió con el esfuerzo de toda la vida y constituye la vida de nuestro pueblo y la cuna de su verdadera existencia y felicidad. La década de 1990 fue un período muy duro para nuestra revolución, pues había llegado a colmo la descabellada intención del imperialismo estadounidense y sus aliados de detener el avance victorioso de nuestra revolución y acabar con nuestro socialismo. Cuando los coreanos se encontraban ante el dilema de triunfar como pueblo y combatientes independientes o someterse una vez más al imperialismo como esclavos coloniales, nuestro General defendió firmemente el socialismo del Juche y logró un brillante triunfo enarbolando en alto la bandera de Songun, un milagro de la historia que no puede ser engendrado por ningún otro ser humano.
    Fue él quien al frente de la revolución de Songun preparó una sólida base para la prosperidad de la patria y la culminación de la causa revolucionaria del Juche y dio la plena garantía de su triunfo.
    El requisito más importante para el triunfo de la revolución es fortalecer su Estado Mayor que es el partido y agrupar compactamente al ejército y el pueblo a su alrededor, reforzando así las fuerzas que protagonizan la revolución.
    El principio fundamental que nuestro General había venido manteniendo de manera invariable en la construcción del partido fue lograr que nuestro Partido fuera del Líder Kim Il Sung. Definió la identificación de todo el Partido con el kimilsungismo como objetivo general de su construcción y condujo con inteligencia la labor encaminada a afianzar el sistema de ideología y dirección única en todas sus instancias. Como resultado, nuestro Partido se ha convertido en una invencible agrupación revolucionaria, infinitamente fiel a la idea y dirección de su Líder, con alto sentido de organización y disciplina, con un fuerte arraigo en las masas y el ejército, y cumple satisfactoriamente su misión y papel como orientador de la revolución de Songun. Nuestro General logró la unidad monolítica del Partido, el Ejército y el pueblo en torno al líder, planteándola como la tarea más importante de la revolución, y así multiplicó el poderío de las fuerzas impulsoras de la revolución de Songun.
    También hizo invencible al Ejército Popular y, con este como núcleo, consolidó las potencialidades militares del país, firme garantía para el triunfo de la causa revolucionaria del Juche.
    Bajo su entusiasta dirección, nuestro Ejército Popular se ha convertido en un destacamento de la revolución de Songun que tiene como razón de ser defender al Líder a riesgo de la muerte y cumple infaliblemente las órdenes del Comandante Supremo, tomando siempre la delantera. Adecuar a las condiciones propias del país, modernizar e informatizar en la industria de defensa nacional se han impulsado a tal grado que hoy podemos producir cualquier armamento moderno que deseemos con nuestros propios recursos. Gracias a la destacada dirección de la revolución de Songun por nuestro General, el Ejército Popular ha crecido como una fuerza revolucionaria incomparablemente poderosa, nuestro país ha hecho gala de su ímpetu como potencia Paektusan que fabrica y lanza satélites artificiales y posee armas nucleares, y hemos defendido fidedignamente la soberanía y dignidad del país frustrando todas las agresiones y provocaciones de los imperialistas.
    El gran General asentó una firme base material y técnica para la construcción de un Estado socialista poderoso y próspero.
    Gracias a él, durante la Marcha Penosa, la Forzada, período en que nuestra revolución pasaba severas pruebas, se trazó un gran proyecto de dicha construcción para el enriquecimiento y la prosperidad de la patria y en todo el país se desató una fiebre para alcanzar nuevos éxitos portentosos e innovaciones. Se levantaron las furiosas llamas de la revolución industrial en la nueva centuria, se abrió la era de la economía del conocimiento, se levantaron por doquier construcciones monumentales que representan a la época y se crearon muchos modelos de la cultura de Songun. Los valiosos bienes y realizaciones generados en la era de Songun por nuestro Ejército y toda la población bajo la sabia dirección del gran General, devienen preciosos haberes para el enriquecimiento y la prosperidad de la nación de Kim Il Sung y la Corea de Kim Jong Il.
    Al dirigir la revolución mediante Songun, el gran General imprimió nuevos cambios en el empeño por reunificar a la patria de manera independiente y preservó la paz y la seguridad en el mundo. Abrió la Era de la Reunificación del 15 de Junio, sustentada en el ideal “entre nosotros, los connacionales”, preparó un valioso caudal para la reintegración y coprosperidad nacionales y desbarató las interminables maquinaciones de los imperialistas encaminadas a provocar una guerra, defendiendo la paz en Asia y el resto del mundo.
    Las grandes hazañas realizadas por el compañero Kim Jong Il para la patria, la revolución, la época y la historia durante más de medio siglo de su infalible dirección mediante Songun, brillarán eternamente en el victorioso avance de nuestra causa revolucionaria.
    Debemos heredar fielmente y perpetuar la gran idea revolucionaria de Songun del compañero Kim Jong Il y sus proezas.
    La idea revolucionaria de Songun es la gran guía rectora de nuestra revolución y los méritos realizados por el gran General en su dirección mediante Songun son móviles de la victoria.
    Heredar y llevar a cabo la causa revolucionaria del Juche enarbolando invariablemente la bandera de Songun es una inconmovible disposición y férrea voluntad de nuestro Partido, Ejército y pueblo.
    Tenemos que seguir por el camino de Songun, el de la independencia y socialismo que el gran General recorrió en toda su vida, hacer realidad su legado y culminar con éxito la causa revolucionaria del Juche y la de Songun.
    Todos los funcionarios, militantes del Partido y otros trabajadores se armarán firmemente con la idea revolucionaria de Songun del compañero Kim Jong Il, conocerán a fondo los grandes méritos que él realizó practicando Songun, los plasmarán al pie de la letra en los procesos revolucionario y constructivo y los harán perdurar.
    Es preciso materializar cabalmente el lineamiento que concede importancia al fusil, a los asuntos militares, y consolidar la capacidad defensiva del país por todos los medios.
    Debemos hacer del Ejército Popular tropas de firme ideología y fe, poderosas tropas revolucionarias de Paektusan.
    La dirección del Partido es como la vida para el Ejército Popular, pues el poderío de éste es inconcebible al margen de esa dirección. El Ejército Popular tiene un solo rumbo que seguir: avanzar recto con el fusil apuntando hacia la dirección que señale el Partido. Nuestro fusil siempre ha de ser un inmutable punto de apoyo que ofrezca seguridad al Partido y a su causa.
    Ante cualquier prueba o cambio de situación, los oficiales y soldados del Ejército Popular reconocerán únicamente al Partido y el Líder y arderán de una sola idea y determinación de defenderlos a ultranza. Se pertrecharán con la ideología revolucionaria de nuestro Partido y tendrán la inconmovible disposición a defender a costa de la vida la bandera roja de la revolución, la bandera del Partido del Juche.
    Todo el Ejército se dedicará con gran fervor al entrenamiento como lo hicieron los guerrilleros del monte Paektu, para formar a todos los militares como valerosos combatientes capaces de vencer uno a cien enemigos, que dominan las estrategias y tácticas militares de Kim Il Sung y Kim Jong Il y poseen el heroico espíritu y formidable preparación para el combate, así como implantar una férrea disciplina en las unidades y dotarlas de cualidades propias de las fuerzas regulares.
    Para el mejor servicio de los militares, acondicionarán los puestos y cuarteles como sus propios hogares y crearán para ellos óptimas condiciones de la vida material y cultural.
    Los oficiales y soldados del Ejército Popular, mientras cumplen su misión principal que es defender el país, deben dar grandes pasos de avance en distintos renglones e importantes obras de la construcción socialista y ser los primeros y siempre insatisfechos benefactores del pueblo.
    Se requiere un gran empeñó en el desarrollo de la industria de defensa nacional. En el sector se concentrarán en lograr mayores éxitos en el esfuerzo por hacer de nuestro país la mayor potencia militar y producirán más y mejores armamentos de gran precisión, ligeros, automáticos e inteligentes.
    La Guardia Roja Obrero-Campesina elevará su combatividad mediante intensos ejercicios militares y políticos y se preparará para defender ante cualquier eventualidad sus provincias, distritos y suelo patrio.
    Hay que dar grandes saltos e innovaciones en todos los sectores de la construcción socialista.
    Se debe impulsar más la construcción de una potencia económica en fiel acato a la línea de nuestro Partido sobre el desarrollo paralelo (impulsar simultáneamente la construcción económica y la de las fuerzas armadas nucleares – N.T.), a fin de elevar notablemente el nivel de la vida de la población.
    Se renovarán la agricultura y la industria ligera, renglones principales para la construcción de la potencia económica, y se acelerará la construcción de viviendas para que los habitantes lleven una vida holgada y dichosa.
    Se pondrá énfasis en el sector priorizado de la economía nacional, la industria básica, de manera que tenga efecto la base independiente que hemos creado y se promoverán la modernización y la normal producción de la rama. Particularmente, se pondrá gran empeño en las industrias eléctrica y carbonífera, mientras que la metalúrgica y la química serán columnas gemelas que hagan progresar el conjunto de la economía nacional.
    Nos compete acelerar el desarrollo científico y tecnológico y preparar a todos los habitantes como científicos y técnicos de gran talento, para así elevar el nivel de la modernización de la economía nacional, su dotación con la tecnología de CNC y completar su estructura conforme a la demanda de la era de la economía de conocimientos.
    Es preciso acelerar la construcción de un Estado socialista civilizado. Convertiremos a todos los miembros de la sociedad en artífices de la cultura socialista que también sepan disfrutar de ella, daremos un gran avance en todos los aspectos de la construcción cultural y haremos realidad el deseo de nuestra población de gozar de una vida sana y culta.
    Con miras a lograr un cambio decisivo en la construcción de un Estado socialista, poderoso y próspero, es menester elevar más la función y el papel combativos de las organizaciones del Partido.
    Estas últimas son unidades de vanguardia de la revolución de Songun y por medio de ellas se materializan la ideología y la dirección del Partido. Al tomar como línea principal de su trabajo implantar el sistema de dirección única del Partido, conducirán a todos los cuadros, militantes y demás trabajadores a ser fieles a la ideología y orientación de su líder y desarrollar todas las actividades de acuerdo con el pensamiento y propósito del Partido.
    En la ofensiva general de hoy deben explotar al máximo la fuerza espiritual de los cuadros, miembros del Partido y trabajadores. La madre del prodigio es la fuerza espiritual de las masas y la llave maestra que abre una nueva era de prosperidad en la construcción del Estado poderoso y próspero está en poner fuego en el alma de ellas.
    Las organizaciones del Partido se esmerarán en la educación de los cuadros, militantes y trabajadores encaminada a persuadirlos de la grandeza de la idea revolucionaria de Songun y los méritos del General Kim Jong Il y darles continuidad. Desarrollarán entre las masas una dinámica labor política, similar a la que se hace en las trincheras en plena guerra, hasta que todos los cuadros, miembros del Partido y demás trabajadores hagan suyos el espíritu y estilo de trabajo de los militares del Ejército Popular, dispuestos a sacrificarse para defender al Líder y materializar sus instrucciones, y aviven las llamas de la creación de la “velocidad en el monte Masik”, exhibiendo plenamente el patriotismo de Kim Jong Il.
    Es indispensable vigorizar la gran campaña de la construcción socialista mediante la cooperación de los militares y civiles.
    Estamos hablando de un eficaz modo de trabajo que le permite a nuestro ejército y pueblo desarrollar una ofensiva recia, unidos compactamente. Los altos cargos militares y civiles se esmerarán en la organización y el mando a favor de esa cooperación, recurrirán a la fuerza espiritual de los militares y civiles y a todos los medios para cumplir infaliblemente y a tiempo las tareas que asumen sus respectivas unidades.
    En fiel acato al legado y el noble propósito de los grandes Generalísimos, debemos esforzarnos con denuedo por abrir una nueva coyuntura de la reunificación de la patria, prevenir las agresiones y la guerra y defender la paz y seguridad en el mundo.
    Invencibles son nuestra ideología y causa de la revolución de Songun.
    Mientras la gran idea Juche, la idea revolucionaria de Songun, nos ilumina el camino a seguir y contamos con la sabia orientación del Partido, la unidad monolítica militar-civil y el indestructible Ejército Popular, es definitiva la victoria de la causa revolucionaria del Juche, la de Songun.
    Como en el pasado, cosecharemos para siempre la victoria, enarbolando la gran bandera del Songun.