El 15 de agosto se celebra una importante fecha histórica para la humanidad y Corea, en esta fecha el pueblo coreano logra su liberación de japón, luego de una guerra sangrienta, es por ello que el pueblo coreano se siente sumamente emocionado sobre su victoria y reconfortado de haber logrado ser libre y feliz, desde aquí les enviamos un fuerte abrazo y los mejores deseos.
Atte.
Yuri Castro
El 15 de agosto es el día de
la liberación de Corea. Hace 70 años, el mismo día de 1945, el General Kim Il
Sung, fundador de la Corea socialista y Presidente eterno de la República
Popular Democrática de Corea, puso fin a la ocupación militar de Japón de
varios decenios y realizó la causa de la liberación del país.
He aquí algunas atestaciones
de la historia.
“Guerrilla de Kim Il Sung”
“Corea continuó con su
propia fuerza la lucha contra los opresores. Hasta el agosto de 1945 en Corea
la guerrilla actuó animadamente.” R. Malinovski, mariscal soviético.
“Nos acercamos a la ciudad
cuando se oyeron disparos de ametralladoras y cañones. Las pequeñas plazoletas
y las estrechas vías de la ciudad de Rajin (la actual Rason, una ciudad costera
en el noreste de Corea) estaban repletos de camiones y carretas de enemigos.
Nos dimos cuenta de que los guerrilleros coreanos, bloqueando a los militares
japoneses las vías de retirada, no les dejaban salir de la ciudad. Los nipones,
aprisionados entre nosotros y los guerrilleros, comenzaron a arrojar armas y
rendirse. Divisamos a unas 100 personas armadas que se nos acercaban corriendo
desde los arrabales. ‘Somos combatientes de la guerrilla de Kim Il Sung’, dijo
así su comandante”. I. Urzumelasuwili, oficial soviético.
“Kim Il Sung, Jefe de la Independencia de Corea”
“Todavía recuerdo
vívidamente el hecho de que un año antes de la derrota de Japón, cierto día las
letras ´Kim Il Sung, Jefe de la independencia de Corea´, escritas en el techo
de un camarote de la embarcación Shimonoseki-Pusan espantaron a las autoridades
japonesas. El General Kim Il Sung fue, a la letra, Jefe de la independencia de
Corea. A la edad escolar de poco más de 10 años emprendió la clandestinidad y
ya en el tiempo en que Japón impulsaba a todo tren la preparación para agredir
a Manchuria llamó la atención como figura que amenazaba la política de Japón
sobre Asia, por razones de ser dirigente del movimiento estudiantil con
extraordinaria facultad organizativa, tener ganado el
apoyo de los amplios sectores demasiado
temprano que de su edad, haber agrupado bajo su jurisdicción un sinnúmero de
jóvenes y mantener la línea de enfrentarse con las armas a Japón para
independizar a Corea, etc. Su facultad organizativa e idea de la lucha armada
antijaponesa se vieron completamente realizadas, llegando al comienzo de la
década de 1930 a fundar la Guerrilla Antijaponesa.” (Kagami Miyuki, oficial del
destacamento policíaco fronterizo del “Manchukuo”)
Batalla de Pochonbo
“El 4 de junio de 1937 el
General Kim Il Sung, al mando de la Guerrilla Antijaonesa, organizó la batalla
de Pochonbo, lo cual ya es conocido ampliamente en el mundo. Entonces yo fungía
como jefe de la policía de la estación policíaca de Hyesan (una ciudad
fronteriza septentrional de Corea) y presencié el caso de Pochonbo. La
hostilidad terminó en tiempo muy corto. Los habitantes de Pochonbo, hombres y
mujeres, viejos y niños, acudieron todos en las calles, escucharon el discurso
del General Kim Il Sung de la independencia del país y lanzaron vítores. De
hecho, por aquel tiempo ni el gobierno general japonés de Corea ni la autoridad
militar japonesa se imaginaban que la Guerrilla Antijaponesa al mando del
General Kim Il Sung, se atrevería a infiltrar por la tan rigurosa línea de
defensa fronteriza y asaltar a Pochonbo. La batalla propinó contundentes golpes
político-militares al imperialismo japonés y le inculcó en el pueblo coreano la
fe en la liberación.” (Yabuki Sanae, jefe de policía de la estación policíaca
de Hyesan)
“Tropa punitiva” fenecida
“El General Kim Il Sung
aplicó arte de magia, aturdiendo a los militares y policías japoneses. Estos y
los manchúes quienes siempre estaban oprimidos por la guerrilla coreana tanto
desde el punto de vista táctico como desde el de arte de guerra, cuya prueba es
la extinción de la tropa de Maeda.” (Kato Toyotaka, estudiante de la Academia
Policíaca Central de “Manchukuo”)
“La asombrosa noticia de la
extirpación de la tropa de Maeda en la que me confiaba tanto, me puso
estupefacto. El día siguiente fui presuroso al lugar de combate, donde
dirigiendo la recolección de los cadáveres me quedé otra vez asombrado. Viendo
el desfiladero extraño a donde el General Kim Il Sung atrajo a la tropa de
Maeda e hizo descargarle concentradamente desde los tres lados, no pude menos
de admirar su singular método de combate. Se trataba de una operación
verdaderamente impecable. La tropa de Maeda, que tenía sobrenombre del “gran
hombre” y “tigre furioso”, fue diezmada completamente sin hacer ningún
contraataque. Recorriendo el lugar nosotros nos temblamos todos de terror.”
(Unami Hikoiiro, jefe del batallón policíaco de “Manchukuo”)
“¡Viva el General Kim Il Sung!”
“Dicen que Pyongyang cuenta
con una historia de cuatro milenios y su población llega a 400 mil, cifra que
no es insignificante, pero ¿cuándo hubo un encuentro con tan gran número de
personas?, ¿hubo acaso una reunión tan significante? –El particular motivo de
esa significación histórica y la conmoción de los reunidos fue la presencia del
General Kim Il Sung, gran patriota de Corea y héroe oriundo de Pyongyang, quien
le dio a la población un emocionante saludo y ardiente estímulo. Una vez
aparecida la figura gallarda del General Kim Il Sung, héroe al que admiraban y
añoraban tanto los compatriotas coreanos, pareció que el lugar se estremecía
por el calor de las entusiastas aclamaciones y casi todos los presentes
rompieron en sollozos callados por la emoción incontenible.” (Pyongyang Minbo, un periódico de entonces)
“Una vez liberada Corea,
todos, fueren hombres y mujeres, viejos y niños, dieron bienvenida al General
Kim Il Sung, gritando a voz en cuello ¡Viva el General Kim Il Sung, Héroe de la
nación!” (Feng Zhong Yun, comandante del ejército aliado antijaponés del
noreste de China)