El Partido del Trabajo de
Corea que el 10 de octubre de este año cumple 70 años es calificado por el
pueblo como partido madre.
Su gran Dirigente es Kim
Jong Un.
“Nuestro
Partido está firmemente decidido a lograr que nuestro pueblo, el mejor del
mundo que ha seguido con lealtad al Partido sobreponiéndose a todas las
pruebas, no se apriete más el cinturón y disfrute plenamente de una vida digna
en este régimen socialista.”, dijo en la parada militar
por el centenario del natalicio de Kim
Il Sung efectuada a raíz de que fue electo (11 de abril de 2012) Primer
Secretario del PTC.
El amor al pueblo le sirve
de punto de partida para todo su pensamiento y todas sus actividades y deviene
supremo principio y objetivo de la política que él practica.
Dejó inscrito su autógrafo
¡Sirvamos al pueblo! en los documentos que le elevaron los funcionarios, y
viendo nuevas construcciones ora preguntó a los acompañantes si las gentes
gustaban de ellas, ora les advirtió que lo primero era darles comodidades a las
personas, que debían serles agradables, ser accesibles por ellas, ora les
sugirió no escatimar nada para el pueblo y hacerlas impecables para embregar a
este, inculcando en ellos la elevada conciencia de ser servidores del pueblo.
En su visita a un parque de atracciones, viendo que no estaba bien mantenido,
recriminó duramente a los responsables diciendo: Es lugar que está a
disposición del pueblo. ¿Para qué valen los descuidados y que no sienten el
remordimiento de conciencia, no sienten apenados, y que no aprecian a las
personas, aunque sean miles y decenas de miles?
Este sublime amor al pueblo
suyo es inconcebible al margen de su concepto de este.
Kim Jong Un considera al
pueblo como el ser más precioso y potente del mundo. Su filosofía política y
divisa consisten en que para el pueblo existen tanto los cuadros como el líder
y que se debe hacer revolución confiando en aquel, dueño de esta y su
construcción y apoyando en él.
Encomienda a los
funcionarios hacer prioritario y absoluto el interés del pueblo y correr y
correr hasta desgastarse la suela de los zapatos para aquel. Se trata de la
exigencia también a sí mismo, cuya prueba es su visita de orientación a la
construcción del Área de Recreo del Pueblo de Rungna terminada en julio pasado.
Se personó en la obra tres veces en poco más de dos meses e impartió concretas
instrucciones para hacer del parque el universal, de primera categoría mundial.
También en vísperas de la inauguración del lugar de interés se presentó y
visitó la cancha de minigolf, la piscina pública, el delfinario, etc.,
preocupándose por que tuvieran defectos. Asistió al acto de inauguración,
recorrió varios lugares donde se oía algazara del público y se mostró muy
contento por la magnificencia del parque.
He aquí otra prueba.
Kim Jong Un visitó nuevas
viviendas del reparto Changjon construidas en la parte céntrica de Pyongyang y
en una palpó el suelo; en un restaurante inaugurado, incluso probando sentarse
en una silla, sugirió encarecidamente mantener firmemente el principio de
considerar primero la comodidad y luego la belleza para que el usuario no
sintiera inconveniencia; en el Teatro del Pueblo recién construido, al ver el
palco, advirtió eliminarlo diciendo que si en lo adelante viniera al lugar a
ver el espectáculo, se sentaría en un asiento ordinario.
Su solicitud que dispensa al
pueblo llega a fábricas, áreas rurales, aldeas, escuelas, jardines de infancia,
guarderías y otros lugares del país.
Al comienzo del junio pasado
hizo poner en vuelo un avión especial para los niños que participaran en la
Reunión Nacional Conjunta de la Organización de Niños de Corea y en julio tomó
medida de emergencia, la de movilizar hasta un aeroplano del Ejército Popular
de Corea para salvar a 60 personas que se encontraban en la agonía como
víctimas de la inundación en una localidad. Dondequiera que acude se fotografía
sin ceremonia alguna junto con trabajadores ordinarios y soldados bien brazo a
brazo, bien hombro a hombro.
Su solicitud admira a
cualquier de los coreanos, que están dispuestos a seguir con lealtad su
dirección.
El PTC liderado por Kim Jong
Un, por disfrutar de absoluto apoyo y confianza del pueblo, es siempre
victorioso.