viernes, 8 de enero de 2010

Proezas de constructores del canal de riego de la llanura Miru


Recientemente en la llanura de la provincia Hwanghae del Norte de Corea se construyó un nuevo canal de riego de corriente natural, obra de importancia estatal que se llevó a cabo después de las obras de canalización Kaechon-lago Thaesong y Paekma-Cholsan efectuadas en los últimos años.

En septiembre de 2005 el Dirigente Kim Jong Il visitó la llanura Miru donde señaló realizar la obra de canalización junto con la nivelación de terrenos cultivables para convertir la zona en el granero del país y realizar el anhelo secular de pobladores locales por el agua. Posteriormente orientó en detalle vías y métodos de la obra desde su diseño hasta la formación de fuerzas constructivas y métodos de ejecución.

Según su gran propósito de geotransformación los constructores iniciaron la obra hace tres años. Luego de terminado el diseño en corto tiempo juntando la fuerza e inteligencia concentraron todas las fuerzas en la obra sin distinción de días y noches.

Al principio no eran pocas las dificultades. Aunque todo escaseaba ellos no interrumpieron la obra desafiando el frío cortante, el calor canicular y las lluvias torrenciales bajo la consigna “¡Si el Partido decide, lo cumplimos!”.

En ese proceso se crearon muchas anécdotas acerca de sus hazañas. Una vez, pese a que el túnel estaba anegado por el agua subterránea los jóvenes constructores no soltaron las taladradoras y siguieron trabajando, otra vez, cuando el dique de la presa peligraba debido a la lluvia torrencial, todos se abalanzaron para salvarlo.

He aquí otra anécdota.

Fue cuando se presentó la tarea de subir el compresor de varias toneladas a la falda de una montaña cuya inclinación era 42 grados. Entonces en el lugar de construcción no había equipos de izaje. Hubo algunos que insistían que hacía falta un helicóptero. Pese a todo decidieron cumplir la tarea por propia cuenta. Bajo la iniciativa y dirección de los técnicos ellos pusieron el compresor sobre los rieles tendidos en la cuesta de la montaña y sosteniéndolo con los troncos de árbol avanzaron hacia arriba palmo a palmo. En el caso de deslizarse el compresor hacia abajo la consecuencia sería fatal. Aunque todos lo sabían, se levantaron como un solo hombre y por fin lograron subir el compresor al sitio previsto.

Tales milagros e innovaciones se crearon sucesivamente en todos los lugares.

Los constructores encargados de túneles de agua elevaron la velocidad de perforación mediante avanzados métodos de voladura y, al realizar simultáneamente la ampliación de túneles y el apisonamiento de hormigón introduciendo el nuevo proyecto de innovación técnica, acortaron el plazo de la obra.

Los encargados del dique de la presa, juntando la fuerza e inteligencia de las masas, removieron las tierras de varios millones de metros cúbicos y elevaron considerablemente la velocidad de ejecución aplicando nuevos métodos.

Con el término de la obra del dique de la presa de Risang los riachuelos Risang y Kudang dejaron de correr formando un gran lago artificial.

La construcción del canal de riego de la llanura Miru en el tramo de cientos de kilómetros posibilita regar suficientemente las tierras cultivables de más de 20 mil hectáreas sin electricidad ni equipos de bombeo y abrió la perspectiva segura de resolver el problema alimentario. Además permite aumentar la producción eléctrica mediante la construcción de centrales eléctricas de mediano y pequeño tamaños, resolver el problema de agua potable y para la vida de la población local y acondicionar mejor el territorio nacional.

La fuerza espiritual manifestada con plenitud por sus constructores estimula en gran medida a todo el pueblo coreano en la lucha por construir una gran potencia próspera.

Han Chol Ju