miércoles, 13 de enero de 2010

Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea

DECLARACION DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE LA REPÚBLICA POPULAR DEMOCRÁTICA DE COREA
Paso otro año mientras el proceso de desnuclearización de la Península Coreana cayó en un dilema debido a los graves desafíos.
La desnuclearización de la Península Coreana es la meta política que viene manteniendo invariablemente el gobierno de la RPDC para contribuir a la paz y la seguridad del Noreste Asiático y a la desnuclearización del mundo.
Gracias a los esfuerzos sinceros y constantes del gobierno de la RPDC, tuvieron lugar desde la década de 1990 los diálogos para la desnuclearización de la Península Coreana, en el curso de los cuales se aprobaron importantes acuerdos bilaterales y multilaterales como el "Acuerdo Básico RPDC-EE.UU." y la Declaración Conjunta del 19 de Septiembre.
Sin embargo, quedó a medio hacer la implementación de todos esos acuerdos si no fueron invalidados por completo. Entre tanto, creció la amenaza nuclear en la Península Coreana lejos de disminuir y, por consiguiente, aparecieron hasta las fuerzas nucleares disuasivas.
El proceso de las conversaciones a 6 bandas, que han sido frustradas y fracasadas repetidamente, demuestra que no se podrá resolver jamás el problema mientras no exista la confianza entre las partes involucradas. Hasta en la actualidad, las conversaciones a 6 bandas no se reanudan debido a la barrera de desconfianza llamada la sanción anti-RPDC.
Entonces, llegamos a la conclusión de que para volver a poner en su orbita el proceso de desnuclearización de la Península Coreana, hay que prestar primordial atención a la creación de la confianza entre la RPDC y EE.UU., responsables principales del problema nuclear.
Para crear la confianza entre la RPDC y EE.UU., se debería firmar primero el convenio de paz para poner punto final al estado de guerra, factor de las relaciones hostiles.
En el estado beligerante en que las partes responsables se enfrentan apuntando a la contraparte con el fusil, no será desvanecida nunca la desconfianza en su contraparte ni marcharán sin complicaciones las conversaciones, lejos de la desnuclearización. Cualquier acuerdo, que no esté vinculado al problema esencial y causal; la guerra y la paz, sufrirá como hasta ahora la frustración y el fracaso.
Desde el principio, el convenio de paz debió ser firmado ya partiendo de su propia necesidad independientemente del problema nuclear. Si ya se hubiera establecido un sistema de paz duradera en la Península Coreana, no habría surgido el problema nuclear.
Dado que en la Declaración Conjunta del 19 de Septiembre está referido el problema sobre la concertación del convenio de paz, no habría ningún inconveniente en adelantar el turno de acciones conforme a la demanda práctica y a la luz de la lección sacada del fracaso que vinieron sufriendo hasta ahora las conversaciones a 6 bandas.
La firma del convenio de paz eliminará las relaciones hostiles RPDC-EE.UU. e impulsará activamente a buen ritmo la desnuclearización de la Península Coreana.
Por el encargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la RPDC propone cortésmente a los países responsables del Acuerdo de Armisticio iniciar inmediatamente el dialogo para sustituir este documento por el otro de paz en este año del aniversario 60 del estallido de la guerra coreana.
El dialogo para la firma del convenio de paz podría abrirse por separado como lo establecido en la Declaración Conjunta del 19 de Septiembre o en el marco de las conversaciones a 6 bandas para la desnuclearización de la Península Coreana, al igual que el dialogo RPDC-EE.UU. actualmente en marcha, en vista de su carácter e importancia.
Seria posible que se reanuden pronto las mismas conversaciones a 6 bandas si se elimina la sanción que no es sino la barrera de discriminación y desconfianza.
Si los países responsables del Acuerdo de Armisticio desean de veras la paz, la seguridad y la desnuclearización de la Península Coreana, deberán tomar la resuelta decisión de tratar el problema causal sin anteponer sus propios intereses para demorar más tiempo.



Pyongyang, 11 de enero