miércoles, 13 de agosto de 2014

“Mundo sin armas nucleares”



Se trata del proyecto de Obama que tanto enunció después de su asunción al poder y que no es nada más una prédica para engañar al mundo, lo cual se hace más patente con el paso del tiempo.
Según el proyecto del presupuesto para el año venidero del Ministerio de las Energías estadounidense recién publicado, el presupuesto para el mantenimiento de las armas nucleares de reserva y su modernización conoció un aumento de 11.6 porcentaje más que el año corriente. En relación con esto, los expertos militares de Estado Unidos entregaron a Obama una carta de protesta en la que dijeron que se sentían avergonzados de la política del presidente que profesa un “mundo sin armas nucleares”.
Es consabido que Obama, desde la toma del poder, hablaba mucho de esto. En eso el mandatario norteamericano cacareó que lo perseguiría invariablemente y que crear un “mundo sin armas nucleares” constituía el fundamento de su política exterior. Las autoridades estadounidenses cacarearon que tratarían de publicar concretamente su tenencia de las ojivas atómicas, fingiendo como si su país hacía “gran contribución” para la “paz mundial” y el “desarme nuclear”. The Wall Street Journal ensalzó a Obama como “presidente de desarme”. Además, Obama fue galardonado con el Premio Nobel de Paz, evaluación completamente mal hecha.
El “proyecto del mundo sin armas nucleares” contradice, por principio, la política exterior de Estados Unidos, cuyo fundamento son carrera armamentista, enfrentamiento, dominio del mundo. Estados Unidos a sabiendas, promueva y agrava la carrera armamentista y el enfrentamiento, para preparar pretexto para perpetrar la agresión y la injerencia y extender su esfera de influencia a escala mundial.
El más poderoso medio de esta obra es precisamente el arma nuclear. Es imposible que Estados Unidos, que lo considera un medio para realizar su ambición de dominar el mundo, tenga interés en un “mundo sin armas nucleares”.
En realidad la administración Obama, aun refiriéndose a este mundo, lo hizo completamente contrario al desarme nuclear.
La administración norteamericana, en su “informe sobre la estrategia de defensa nacional”, estipuló que mantendría de continuo su arsenal de armas nucleares hasta crear un “mundo sin armas nucleares”. Obama, promotor de la idea de este mundo, dijo que Estados Unidos, según la estrategia de la seguridad estatal, seguiría conservando la “estable y eficiente capacidad disuasiva nuclear”. La administración estadounidense hace disparates: “Es inadmisible explotar armas nucleares de nuevo tipo, pero no es cuestionable remozar las armas nucleares.”, “El Tratado de No Proliferación Nuclear no prohíbe la modernización de la fuerza combativa nuclear”, etc.
Ahora Estados Unidos, con miras a mantener su dominio de las armas nucleares y poner en práctica a todo trance su estrategia de la guerra nuclear, impulsa la invención y producción de las nuevas armas nucleares. Sus autoridades militares predican que su país debe inventar armas nucleares modernas, de nuevo tipo. Cacareando que también en lo adelante el mundo dependería de las armas nucleares y que la era del desarme nuclear se va a acabar, define la “futura guerra” como la nuclear.
Estados Unidos no oculta su intención de atreverse a usar armas nucleares. Habiendo proclamado hacer ataque preventivo con armas nucleares como su política estatal y designado a varios países como objeto del ataque con armas nucleares, impulsa a todo tren la preparación para hacerlo en cualquier momento. Los países que no entran en agrado de Estados Unidos son, sin excepción, objeto del ataque con armas nucleares de este.
Esta es la realidad y, ¿por qué Obama pregona la idea de un “mundo sin armas nucleares”?
El plan de un “mundo sin armas nucleares” no es nada más que una mampara para ocultar sus maquinaciones encaminadas a verse realizada la ambición de dominar el mundo apoyándose en la supremacía nuclear.
La aparición de varios países nucleares puso fin al monopolio de las armas nucleares de Estados Unidos. Dado esto el imperio propuso el fraude “mundo sin armas nucleares” para frenar el fortalecimiento de las fuerzas armadas nucleares de otras potencias nucleares y que otros países no pudieran tener nunca las armas nucleares, para preparar condiciones favorables a la realización de su ambición del dominio del mundo. Intenta desnuclearizar a otros países y acelerar su expansión de armamentos y la modernización de las armas nucleares para su uso ordinario. Precisamente he aquí el verdadero sentido del plan de un “mundo sin armas nucleares”.
De no conocer correctamente esto y dejarse engañado por el supuesto desarme nuclear de Estados Unidos, traerá graves consecuencias irreparables.
Los casos de Irak y de Libia enseñan serias lecciones de que si los países que se ven amenazados constantemente con el ataque anticipado con las armas nucleares de Estados Unidos, no cuentan con poderosa fuerza disuasiva de guerra, no serán nada más que la víctima y el damnificado del atentado estatal de Estados Unidos.
Con el fortalecimiento de las armas nucleares de Estados Unidos que hace bajo la etiqueta “mundo sin armas nucleares”, a escala internacional crece cada día más el peligro de la guerra termonuclear y crea nueva carrera armamentista y enfrentamiento nuclear.
El mundo debe estar alerto ante el fraudulento proyecto de un “mundo sin armas nucleares” de Estados Unidos.