Para echar a pique a la
Corea socialista, Estados Unidos se valió de todos los medios y métodos de
siglos por los siglos. Y en los últimos tiempos Obama cacarea que se debe
desmoronarla cuanto antes.
Pero, ¿acaso el imperio lo
lograría?
No, nunca.
Porque primero, la Corea
socialista es orientada por los grandes líderes.
Kim Il Sung, fundador de la
República Popular Democrática de Corea, la Corea socialista, consideró que solo
el socialismo garantiza la felicidad del pueblo y la prosperidad de la nación,
condujo hacia la victoria la construcción de una nueva sociedad, la guerra
coreana (1950-1953), la rehabilitación y construcción de postguerra y la
construcción socialista y levantó en el país un socialismo que acapara el
absoluto apoyo y confianza de las masas populares y hace gala de su soberanía,
independencia y autodefensa. Lo poderoso e indestructible que es él, fue bien
comprobado solo por el hecho de que se mantuvo inalterable a finales del siglo
pasado cuando el socialismo desplomaba en varios países.
En el tiempo en que las
fuerzas aliadas imperialistas acaudilladas por Estados Unidos, calificando el
sucesivo desmoronamiento de varios países socialistas de la “extinción del
socialismo”, concentraban su ofensiva en Corea que enarbolaba invariablemente
la bandera del socialismo, Kim Jong Il, Presidente del Comité de Defensa
Nacional de la RPD de Corea definió Songun (priorizar los asuntos militares) como
la principal forma de la política socialista y lo aplicó en todos las esferas. Merced
a esto, la Corea socialista se ha hecho uno de los contados países capaces de
fabricar y lanzar el satélite artificial de la Tierra y nucleares. La intentona
de las fuerzas aliadas imperialistas de estrangular militarmente al país asiático
se hizo añicos y la soberanía y el socialismo de Corea fueron defendidos con
éxito. En eso VOA comentó: “Se debe reconocer naturalmente que el Dirigente Kim
Jong Il es específico líder político que el mundo no conoce hasta la fecha,
político socialista y militar con asombrosa y absoluta confianza, lealtad y firmeza
en el socialismo”, lo cual no es casual.
La Corea socialista que
tiene a Kim Il Sung y Kim Jong Il como sus eternos Líderes y se orienta por Kim
Jong Un, justamente igual a aquellos, hoy, desbaratando atentados de toda
índole de las fuerzas hostiles, avanza victoriosamente. Merced a Kim Jong Un,
la unidad monolítica del líder, los militares y los civiles, más potente que la
bomba atómica, se ha consolidado como nunca y se han preparado la poderosa
fuerza militar centrada en la armada nuclear, la sólida economía independiente
basada en los últimos logros científico-técnicos y los establecimientos de
actividades culturales públicos de categoría mundial, propio de un Estado
socialista de alto nivel cultural.
Porque segundo, la
ideología rectora de la Corea socialista es singular.
La sociedad internacional
tenía la misma noción del socialismo, pero los avatares políticos propiciados a
finales del siglo pasado dieron nueva visión del socialismo coreano. La razón
fundamental por la que este se diferencia de los otros homogéneos, consiste en
que está basado en la idea Juche, planteada por Kim Il Sung y desarrollada y
enriquecida por Kim Jong Il.
Es cosmovisión
humanocéntrica y la idea rectora de la era de la independencia que ilumina el
camino científico para defenderles la independencia a las masas populares y al
país, la nación y realizársela. La idea se aplica perfectamente en la
construcción del Estado y las actividades de este, motivo por lo que Corea se
ha hecho un país libre de explotación y opresión y donde el pueblo es dueño del
todo y todo está a su disposición, el socialista centrado en las masas
populares.
Aquí, patria de la idea
Juche, en todos los sectores de la sociedad las masas populares ejercen
derechos propios del dueño, se mantienen firmemente la propiedad socialista y
el principio del colectivismo y en toda la sociedad reina el ambiente de
priorizar y absolutizar el interés y la conveniencia del pueblo.
El pueblo coreano, a través
de su experiencia vívida, conoció con todos los sentidos la justicia y
veracidad de la idea Juche y no quiere saber siquiera nada más que el
socialismo centrado en las masas populares que la idea Juche dio a luz.
Porque tercero, el pueblo
coreano considera el socialismo como forma de su existencia y su vida.
Aunque siente mucha
dificultad y escasez, tiene inextinguible apego al socialismo en el que todos
los ciudadanos constituyen una gran familia armoniosa; se imparten la
asistencia médica y la enseñanza obligatoria de 12 años, todas gratuitas y
generales; el Estado construye viviendas y se las da gratis a los habitantes; y
estos no conocen los impuestos, cosa sin precedentes en el mundo, y no quiere
cambiarlo por nada.
Más que otros para el
socialismo sufrió contratiempos y vicisitudes y derramó sudor y sangre, hecho
digno de mención.
Durante 70 años en pro de
la construcción del socialismo y su defensa, guerreó contra las fuerzas aliadas
imperialistas acaudilladas por Estados Unidos y después del cese al fuego, como
objeto del continuo atentado encaminado a la provocación de la guerra y las
crueles sanciones y bloqueos, apretó el cinturón, superando heroicamente
múltiples dificultades y pruebas. ¿Acaso renuncie fácilmente al socialismo
pagado con preciosa vida, sangre y sudor?
Hoy la Corea socialista se
hace más invencible en virtud de Kim Jong Un. Bajo la dirección de este el
pueblo coreano en la construcción de un Estado socialista poderoso y próspero
realiza prodigios e innovaciones, anticipando la victoria final.
La RPD de Corea perdurará
como indestructible potencia socialista.