jueves, 26 de junio de 2014

El potencial ideológico es ilimitado



Toda la trayectoria de la revolución coreana que pasando múltiples vicisitudes históricas, ha avanzado victoriosamente, demuestra elocuentemente que el potencial ideológico no tiene límite.
Retrospectivamente, los revolucionarios coreanos alzados al comienzo del siglo pasado para liberar al país de la ocupación militar (1905-1945) de Japón no tenían nada.
Para ellos la única arma era la ideología: la idea Juche, la Songun (priorización de los asuntos militares) planteada por el Presidente Kim Il Sung (1912-1994). Inspirados en la ideología, ganaron tanto a los compañeros como las armas y libraron la ardua, pero heroica Lucha Armada Antijaponesa, sin precedentes en la historia. No contaban ni con la retaguardia estatal ni con la ayuda del ejército regular, pero derrotaron al imperialismo japonés, autodenominado caudillo de Asia, y liberaron el país en agosto de 1945.
También con posterioridad los revolucionarios coreanos, valiéndose de la ideología, movilizaron a las grandes masas en la construcción de una nueva sociedad y cumplieron con éxito las complejas y difíciles tareas.
Así como en la guerra coreana de 3 años (1950-1953), poniendo en pleno juego el potencial ideo-político, rompieron el “mito sobre la invencibilidad” de Estados Unidos y lo empujaron hacia la ruina. Cuando se estalló la hostilidad nadie pensó que Corea triunfaría. Pero, el ejército y el pueblo de la RPD de Corea que llevaba menos de dos años de fundada, con la misma voluntad y espíritu de defender a riesgo de la vida su ideología y régimen, se enfrentaron decididamente a la invasión armada de las fuerzas aliadas imperialistas capitaneadas por Estados Unidos y manifestaron ante todo el mundo la heroica que era Corea.
Después del cese al fuego los norteamericanos cacarearon que Corea no sería resucitada ni en 100 años, pero el pueblo coreano, con el mismo ímpetu con que había ganado la guerra, terminó la rehabilitación y construcción solo en 3 años. De seguida, libró con fuerza el movimiento Chollima (caballo alado legendario que corre al día 400 kilómetros) para poner coto al conservadurismo y la pasividad y culminó solo en 14 años (1957-1970) la industrialización realizada en varios decenios y cientos de años en otros países. El elevado entusiasmo ideo-político de los coreanos dio pie al especifico socialismo coreano centrado en las masas populares y un Estado socialista independiente en la política, autosostenido en la economía y autodefensivo en la salvaguardia nacional. Corea se ha hecho el baluarte del socialismo que se mantuvo inalterable aun ante el desplome del socialismo en varios países y otros avatares políticos mundiales y las extremadas maquinaciones de aislamiento y supresión de las fuerzas aliadas imperialistas que habían perpetrado aprovechando aquellos a finales del siglo pasado. Si anteriormente era incapaz de defender a sí misma y estaba excluida incluso del mapamundi político, hoy hace gala de su poderío como una de las contadas potencias cósmicas y nucleares, lo cual no es logrado nunca en una circunstancia favorable o pacífica.
Durante más de 60 años posteriores a la guerra coreana, la RPD de Corea se ha estado enfrentada con las fuerzas aliadas imperialistas capitaneadas por Estados Unidos, lo cual fue una hostilidad sin disparos y cañonazos, la de fuerza y a la vez, de la ideología.
Si este país hizo frente con todo derecho a Estados Unidos autodenominado “única superpotencia” del mundo y defendió su soberanía, dignidad y socialismo, esto fue no solo merced a su superioridad técnica militar y económica.
Corea no tiene extenso territorio ni mucha población y peor, por Estados Unidos, está dividida en dos partes. Particularmente, a finales del siglo pasado cuando varios países socialistas se derrumbaron sucesivamente y las fuerzas aliadas imperialistas, aprovechándolo, clamaban la “extinción del socialismo en el planeta” y concentraban toda la fuerza para estrangularla, no se mostró titubeante ni en lo mínimo sino que defendió el socialismo e incluso preparó el trampolín para la construcción de un Estado poderoso y próspero, lo cual se debió a que se recurrió principalmente a la ideología y puso en pleno juego el potencial espiritual de las masas populares.
La firme disposición del ejército y pueblo de este país a valerse de la ideología para construir un Estado socialista, rico y poderoso, dio lugar a innumerables prodigios que asombran al mundo: todas las tierras del país fueron niveladas y estandarizadas por primera vez en la historia nacional de cinco milenios; en la industria mecánica se introdujo en un nivel alto el control numérico por computadora, la técnica de punta; en diciembre de 2012 el segundo del “Kwangmyongsong-3”, primer satélite práctico fue lanzado; y en 2013 se construyeron el Complejo de Piscinas de Recreación de Munsu, el Club de Equitación de Mirim y la Estación de Esquí Masikryong, todos de categoría mundial, así como el Hospital de Estomatología Ryugyong, el de Pediatra Okryu y otros modernos establecimientos médicos.
Corea da nuevos saltos en la construcción de un Estado socialista, poderoso y próspero, y de alto nivel cultural.
Basta con citar solo la construcción de la Estación de Esquí Masikryong para explicar sobre lo potencial que es la ideología.
La construcción era una tarea de gran envergadura nunca conocida en el país y que requería domar escabrosas estribaciones y superar el rigor climático.
Los militares del Ejército Popular de Corea, encargados de la tarea, con la firme disposición a cumplir a ultranza la orden de su Comandante Supremo Kim Jong Un, se sobrepusieron a los múltiples contratiempos y dificultades y terminaron en el nivel superior pero en menos tiempo la obra que duraría, según la norma, más de 10 años.

Ahora el pueblo coreano, dando alas al potencial ideológico incontable en su anchura y profundidad, avanza vigorosamente para construir una potencia tanto en la economía y las ciencias y la tecnología como en el deporte y otros renglones.