La Península Coreana es uno de los focos más candentes
del mundo, del que, diríase, depende no solo el destino del Noreste de Asia
sino el de toda la planeta. La República Popular Democrática de Corea hace gran
contribución al mantenimiento de la paz mundial.
Pueblo amante de la paz
En la República Popular Democrática de Corea, país
socialista, en la que el pueblo es dueño de todo y lo todo está a su servicio,
las personas se benefician lo todo, incluyendo la comida, la vestimenta y el
alojamiento, del Estado. Eximidas de los impuestos, gozan de enseñanza y
asistencia médica gratuitas y viven en armonía, ayudándose y orientándose unas
a otras.
No sin razón alguna Billy Graham. ex líder de los
religiosos estadounidenses, después de visitar a Corea, dijo que este es un
país en el que ni Dios tuviera nada que hacer.
¿No sería lógico que tal país es amante de la paz y su
pueblo ama más que nadie la paz?
Como es conocido por todos, a mediados del siglo
pasado Corea sufrió el catástrofe de la guerra de tres años (junio de
1950-julio de 1953) motivada por la invasión armada de Estados Unidos de
América. También en el tiempo posterior estuvo en agudo enfrentamiento militar
con este, viéndose constantemente amenazada de guerra, de armas nucleares. En
este curso su pueblo se habrá experimentado más encarecidamente que nadie lo
precioso que es la paz.
Retrospectivamente, la RPD de Corea, después de
fundada el 9 de septiembre de 1948, definió lograr la paz como el ideal básico
de su política exterior y un principio fundamental de sus actividades
exteriores e hizo constantemente todos sus esfuerzos para la paz y la seguridad
en la Península Coreana y el resto de la región. Lo que llama especial atención
es que Corea es uno de los primeros países del mundo que propusieron crear zona
desnuclearizada, la pacífica.
En abril de 1959, la RPD de Corea, en nombre de su
Gobierno, tuvo la iniciativa de hacer de Asia la región sin armas nucleares, la
pacífica. En marzo de 1981 su partido gubernamental, el Partido del Trabajo de
Corea, junto con el entonces partido socialista japonés, publicó la declaración
conjunta de convertir el noreste de Asia en la región desnuclearizada, la
pacífica. En junio de 1986 promulgó la declaración del Gobierno en la que
proponía transformar la Península Coreana en la región desnuclearizada, la
pacífica; en febrero de 1992 logró adoptar y poner en vigencia una declaración
conjunta Norte-Sur de Corea sobre la desnuclearización de la Península y
presentó muchas otras propuestas prácticas para la paz. Definió hacer de la
Península Coreana la región desnuclearizada, la pacífica, como algo vital
relacionado con el destino de la nación coreana, y de acuciosa necesidad para
la paz y la seguridad en Asia y el resto del mundo y para detener la
introducción de las armas nucleares de EE. UU, en Corea del Sur, hizo
literalmente todo lo que podía.
Yahya Zakariya Khairullah, célebre figura egipcio,
dijo: Tal vez en esta planeta no haya un pueblo como el coreano que ama la paz
y hace todos sus sinceros esfuerzos para mantenerla.
Por ser más valiosa la paz que nada
La iniciativa y el esfuerzo de Corea para la paz y su
aspiración a esta misma siempre fueron retados gravemente por EE. UU., que
durante casi 70 años de su ocupación de Corea del Sur, emplazó en la Península
Coreana y sus contornos gran cantidad de efectivos y armas nucleares y sin
abandonar ni un momento su ambición de dominio a toda Corea, le aplicó
incesantemente a la RPD de Corea la presión político-diplomática, el bloqueo
económico y las provocaciones militares.
El imperio, habiendo publicado su política de golpe
preventivo con armas nucleares e intensificado más la intimidación con armas
nucleares a los países, sean nucleares o no, llevó la Península Coreana al
borde de la guerra nuclear.
Solo este año, poniendo absurdamente en tela de juicio
el legítimo lanzamiento de satélite con fines pacíficos de Corea efectuado en
diciembre del año pasado, instigó al Consejo de Seguridad de la ONU a fabricar
una “resolución sobre las sanciones” y para estrangular militarmente a Corea,
realizó en Corea del Sur ejercicios militares conjuntos “Key Resolve” y “Foal
Eagle” de gran envergadura, en los que movilizó hasta los medios de golpe
nuclear y las huestes de Inglaterra, Canadá, Australia y otros países que
durante la pasada guerra coreana estaban al lado de EE. UU.
Pese a esto, en la Península Coreana no estalla la
guerra, sino que se mantiene la paz y, ¿por qué?
Esto se debe enteramente a los constantes esfuerzos de
Corea y su fidedigna capacidad de disuasión de la guerra.
La paz no se logra con el deseo ni con la mendicación.
La tragedia de Irak, Libia y otros países que vencidos
ante la presión y componenda de los imperialistas, se abdicaron hasta de la
capacidad disuasiva de guerra que tenían y terminaron por ser víctimas de la
agresión, corrobora que con la endeble fuerza no es posible defender ni la
soberanía y dignidad nacionales, para no hablar ya de la paz.
Corea insiste en que ante agravante intimidación con
armas nucleares y el ataque preventivo con los mismos medios de EE. UU. la
mejor vía para defender su seguridad y la paz en el resto de la región es
poseer la capacidad de disuasión nuclear, lo cual es completamente lógico. Para
ella que tiene como meta principal concentrar fuerza en la construcción
económica y fomentar el bienestar del pueblo en una circunstancia pacífica,
contar con armas nucleares y fortalecerlas en lo cuantitativo y cualitativo no
es sino la mejor opción.
De ahí que elaborara una nueva línea estratégica, la
de simultanear la construcción económica y la preparación de las armas
nucleares.
Los imperialistas para siempre se vieron
imposibilitados tocar a Corea. En otra palabra, la paz y estabilidad en la
Península Coreana y el resto del noreste de Asia y a la larga, del mundo, se
han garantizado fidedignamente.
He aquí un comentario del periódico ruso Patriot.
“El mundo conoce bien que el arma nuclear, mientras
está en manos del pueblo coreano, fuerte y laborioso, constituye el garante
para la paz mundial, por que siempre servirá enteramente para los honestos e
inhibir a Estados Unidos y otras fuerzas occidentales que hacen desesperados
esfuerzos para cumplir el plan de agresión a otras naciones.”