Testimonio de la historia
El
15 de agosto es el día de la liberación de Corea. Hace 68 años, el mismo día de
1945, el General Kim Il Sung, fundador de la Corea socialista y Presidente
eterno de la República Popular Democrática de Corea, puso fin a la ocupación
militar de Japón de varios decenios y realizó la causa de la liberación del
país.
He
aquí algunas atestaciones de la historia.
“Guerrilla
de Kim Il Sung”
“Corea
continuó con su propia fuerza la lucha contra los opresores. Hasta el agosto de
1945 en Corea la guerrilla actuó animadamente.” R. Malinovski, mariscal
soviético.
“Nos
acercamos a la ciudad cuando se oyeron disparos de ametralladoras y cañones.
Las pequeñas plazoletas y las estrechas vías de la ciudad de Rajin (la actual
Rason, una ciudad costera en el noreste de Corea) estaban repletos de camiones
y carretas de enemigos. Nos dimos cuenta de que los guerrilleros coreanos,
bloqueando a los militares japoneses las vías de retirada, no les dejaban salir
de la ciudad. Los nipones, aprisionados entre nosotros y los guerrilleros,
comenzaron a arrojar armas y rendirse. Divisamos a unas 100 personas armadas
que se nos acercaban corriendo desde los arrabales. ‘Somos combatientes de la
guerrilla de Kim Il Sung’, dijo así su comandante”. I. Urzumelasuwili, oficial
soviético.
“Kim
Il Sung, Jefe de la Independencia de Corea”
“Todavía
recuerdo vívidamente el hecho de que un año antes de la derrota de Japón,
cierto día las letras ´Kim Il Sung, Jefe de la independencia de Corea´,
escritas en el techo de un camarote de la embarcación Shimonoseki-Pusan
espantaron a las autoridades japonesas. El General Kim Il Sung fue, a la letra,
Jefe de la independencia de Corea. A la edad escolar de poco más de 10 años
emprendió la clandestinidad y ya en el tiempo en que Japón impulsaba a todo
tren la preparación para agredir a Manchuria llamó la atención como figura que
amenazaba la política de Japón sobre Asia, por razones de ser dirigente del
movimiento estudiantil con extraordinaria facultad organizativa, tener ganado el apoyo de
los amplios sectores demasiado temprano que de su edad, haber agrupado bajo su
jurisdicción un sinnúmero de jóvenes y mantener la línea de enfrentarse con las
armas a Japón para independizar a Corea, etc. Su facultad organizativa e idea
de la lucha armada antijaponesa se vieron completamente realizadas, llegando al
comienzo de la década de 1930 a fundar la Guerrilla Antijaponesa.” (Kagami
Miyuki, oficial del destacamento policíaco fronterizo del “Manchukuo”)
Batalla
de Pochonbo
“El
4 de junio de 1937 el General Kim Il Sung, al mando de la Guerrilla
Antijaonesa, organizó la batalla de Pochonbo, lo cual ya es conocido
ampliamente en el mundo. Entonces yo fungía como jefe de la policía de la
estación policíaca de Hyesan (una ciudad fronteriza septentrional de Corea) y
presencié el caso de Pochonbo. La hostilidad terminó en tiempo muy corto. Los
habitantes de Pochonbo, hombres y mujeres, viejos y niños, acudieron todos en
las calles, escucharon el discurso del General Kim Il Sung de la independencia
del país y lanzaron vítores. De hecho, por aquel tiempo ni el gobierno general
japonés de Corea ni la autoridad militar japonesa se imaginaban que la
Guerrilla Antijaponesa al mando del General Kim Il Sung, se atrevería a
infiltrar por la tan rigurosa línea de defensa fronteriza y asaltar a Pochonbo.
La batalla propinó contundentes golpes político-militares al imperialismo
japonés y le inculcó en el pueblo coreano la fe en la liberación.” (Yabuki
Sanae, jefe de policía de la estación policíaca de Hyesan)
“Tropa
punitiva” fenecida
“El
General Kim Il Sung aplicó arte de magia, aturdiendo a los militares y policías
japoneses. Estos y los manchúes quienes siempre estaban oprimidos por la
guerrilla coreana tanto desde el punto de vista táctico como desde el de arte
de guerra, cuya prueba es la extinción de la tropa de Maeda.” (Kato Toyotaka,
estudiante de la Academia Policíaca Central de “Manchukuo”)
“La
asombrosa noticia de la extirpación de la tropa de Maeda en la que me confiaba
tanto, me puso estupefacto. El día siguiente fui presuroso al lugar de combate,
donde dirigiendo la recolección de los cadáveres me quedé otra vez asombrado.
Viendo el desfiladero extraño a donde el General Kim Il Sung atrajo a la tropa
de Maeda e hizo descargarle concentradamente desde los tres lados, no pude
menos de admirar su singular método de combate. Se trataba de una operación
verdaderamente impecable. La tropa de Maeda, que tenía sobrenombre del “gran
hombre” y “tigre furioso”, fue diezmada completamente sin hacer ningún
contraataque. Recorriendo el lugar nosotros nos temblamos todos de terror.”
(Unami Hikoiiro, jefe del batallón policíaco de “Manchukuo”)
“¡Viva
el General Kim Il Sung!”
“Dicen
que Pyongyang cuenta con una historia de cuatro milenios y su población llega a
400 mil, cifra que no es insignificante, pero ¿cuándo hubo un encuentro con tan
gran número de personas?, ¿hubo acaso una reunión tan significante? –El
particular motivo de esa significación histórica y la conmoción de los reunidos
fue la presencia del General Kim Il Sung, gran patriota de Corea y héroe
oriundo de Pyongyang, quien le dio a la población un emocionante saludo y
ardiente estímulo. Una vez aparecida la figura gallarda del General Kim Il
Sung, héroe al que admiraban y añoraban tanto los compatriotas coreanos,
pareció que el lugar se estremecía por el calor de las entusiastas aclamaciones
y casi todos los presentes rompieron en sollozos callados por la emoción
incontenible.” (Pyongyang Minbo, un periódico de entonces)
“Una
vez liberada Corea, todos, fueren hombres y mujeres, viejos y niños, dieron
bienvenida al General Kim Il Sung, gritando a voz en cuello ¡Viva el General
Kim Il Sung, Héroe de la nación!” (Feng Zhong Yun, comandante del ejército
aliado antijaponés del noreste de China)