sábado, 20 de febrero de 2010

“Velocidad de Huichon”


Hoy en Corea dirigen mucha fuerza a la solución del problema de electricidad conforme a la demanda de la realidad en desarrollo.

Tras la inauguración de varias centrales hidroeléctricas como la Juventud de Wonsan y la de Nyongwon, se impulsa hoy la construcción de la planta de Huichon, que se terminaría en el 2012 en que se cumple el centenario del Presidente Kim Il Sung.

Los militares y otros constructores llevan a cabo la obra de modo tridimensional, es decir realizan simultáneamente la excavación para el cimiento de la presa, el apisonamiento de hormigón, la abertura de túnel–acueducto, la cimentación de la sala de generadores, la construcción del canal de drenaje provisional. Terminaron en 5 meses la obra de cimiento que necesitaba varios años por lo general.

Trabajan con tesón sin rendirse ante la inclemencia de la naturaleza. Cuando la lluvia torrencial impedía el funcionamiento normal de la máquina perforadora los constructores se quitaron sus impermeables y los enlazaron para proteger los equipos con la “tienda” así improvisada. Aunque se mojaban pudieron continuar el trabajo.

Y aseguraron a tiempo la voladura al tomar una medida sagaz para impedir la infiltración del agua en agujeros de pólvora.

El movimiento de innovación técnica de las masas produjo éxitos asombrosos.

Para acortar el tiempo de montaje de la grúa de dique, los técnicos y obreros idearon el ingenioso método de trabajo, consistente en armar en el suelo partes principales de la grúa y montarlas con el uso de varios carros grúa. Al fin la instalación de la grúa de gran dimensión fue terminada en 10 días en vez de un mes que se preveía.

Por el alto entusiasmo y esfuerzos intensos de los constructores todo el trabajo marcha al rítmo vertiginoso y la presa se levanta con rapidez.

En septiembre del año pasado el Dirigente Kim Jong Il visitó el lugar de construcción y expresó gran satisfacción de que los constructores lograban éxitos asombrosos con la aplicación de racionales métodos de trabajo.

Y denominó ese ritmo de marcha de la obra como “velocidad de Huichon”, nueva velocidad Chollima, basada en el espíritu revolucionario de los militares.

Es seguro que la obra se concluya en el tiempo fijado.