domingo, 4 de enero de 2015

Kim Jong Un visto por el mundo



En la República Popular Democrática de Corea transcurrieron tres años desde que  Kim Jong Un fue nombrado (30 de diciembre de 2011) como Comandante Supremo del Ejército Popular de Corea, tiempo no mucho en modo alguno, pero en el que la sociedad internacional, el mundo vio nítidamente al más eminente comandante supremo que al fortalecer el poderío militar nacional en todos sus aspectos, defiende perfectamente no solo la seguridad de su país y pueblo sino también la paz y la estabilidad de la región.
El primero de enero de 2012, Kim Jong Un realizó la visita de inspección a la División Guardia de Tanques 105 “Seúl” Ryu Kyong Su del EPC y continuamente a otras unidades militares. Frente a las amenazas y los retos de las fuerzas aliadas imperialistas acaudilladas por Estados Unidos, visitó sucesivamente los puestos en la avanzada del frente y las unidades militares, para frustrar tajantemente las intentonas de los enemigos. Dirigiendo personalmente los entrenamientos de los militares ora expuesto al viento frío en las posiciones de fuego y los aeropuertos, ora a bordo del torpedero en el mar furibundo, les inculcó coraje con el que siempre puedan ganar la victoria y confianza en esto y enseñó buenas operaciones y tácticas.
Buen conocedor de la ciencia y técnica militar y las armas y los equipos de última palabra, también tomó medidas para desarrollar la industria de defensa nacional. En acato a su propósito la Reunión Plenaria del Marzo de 2013 del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea adoptó una línea de simultanear la construcción económica y la preparación de las armas nucleares y la Séptima Sesión de la Duodécima Legislatura de la Asamblea Popular Suprema de la RPD de Corea  preparó la garantía jurídica de la potencia nuclear y espacial, en virtud de lo cual la capacidad disuasiva de la guerra de Corea se aumentó notablemente tanto que nadie se atreviera a tocarla.
Kim Jong Un, en el empeño para desbaratar la insensata intimidación con armas nucleares y las maquinaciones de guerra de Estados Unidos y sus seguidores, hizo alarde de su inflexible espíritu y coraje como comandante de férrea voluntad.
En agosto de 2012 cuando el imperio, movilizando a sus seguidores, iba a hacer ejercicios militares conjuntos “Ulji Freedom Guardian” de gran envergadura sin precedentes en la historia, en Sudcorea, un día, a bordo de una pequeña embarcación de madera, de 27 HP, realizó la visita de inspección a los destacamentos defensores de las islas en la región más candente al extremo sur del frente suroeste de enfrente de la posición enemiga dotada de grandes buques, aviones, equipamientos de fuego de último tipo e instrumentos de observación de ultraprecisión, lo cual asombró a la sociedad internacional. Se trataba del colmo de la osadía y el coraje nunca vistos en ninguna biografía de los generales célebres. Ese día dijo que si los enemigos osaran provocar y en el territorio o mar jurisdiccionales de la RPD de Corea cayera una chispa siquiera, lo aprovecharan como un chance para no la guerra local en el frente suroeste sino para la reunificación del país y que si los agresores impusieran la guerra, hicieran del mar occidental la tumba final de aquellos.
Durante los 3 años pasados el mundo vio a un eminente comandante supremo que ama con todo corazón a sus subalternos y hace de todo el ejército un contingente de compañeros de armas sustentado en el efervescente compañerismo y que sus integrantes compartan la vida y muerte.
Kim Jong Un dispuso que bajo el lema “¡Todo el ejército seamos auténticos compañeros de armas!”, la labor política del ejército se enfocara en fortalecer la unidad monolítica de todo el ejército y la confusión de este en un solo cuerpo. Dijo que quería compartir la vida y muerte y la alegría y pena junto con los soldados y dedicarlo todo para estos y les dispensó amor paternal. En sus visitas a las unidades militares, primero recorrió los dormitorios de los soldados, los comedores, las despensas, los cuartos de aseo y baño y hasta las granjas de autoconsumo, para conocer de las condiciones de vida de aquellos. Les recordó a los comandantes que siempre tuvieran presente que no para los oficiales existen los soldados sino viceversa y los atendieran bien como a sus familiares, de manera que estuvieran de salud y sirvieran con optimismo.
Al hijo de un oficial ordinario, por su primer aniversario, le envió regalo y durante la visita de inspección a una unidad militar se retrató junto con cada uno de decenas de soldados.
Pasó en vela una noche viendo una tras otra las fotos de los militares caídos inesperadamente durante el cumplimiento de la tarea y en su visita a las tumbas de aquellos quiso ser propietario de estas e hizo inscribir su nombre en la lápida mortuoria.
Conmovidos por su infinitamente noble amor y sentido de obligación moral, los oficiales y soldados del EPC están completamente unidas junto con él como un solo cuerpo en el que hombro a hombro y de brazo comparten la ideología, el aliento y el paso, en el contingente de compañeros de armas que comparte la vida y muerte.
Además, el mundo vio a un comandante supremo sin par que orienta al ejército a que no solo fuera primero en defender el país sino que también en la construcción económica registrara prodigios y saltos que asombraran al mundo.
Kim Jong Un que había tenido la iniciativa de construir la Estación de Esquí Masikryong, de categoría mundial, que requería más de 10 años, confió la tarea en los militares y los orientó a que la cumplieran en un año y pico, velocidad que posteriormente sería denominada “velocidad Masikryong”. Y convocó a todo el país a aprender de esta velocidad, para producir continuos saltos e innovaciones en la construcción de un Estado socialista poderoso y próspero.
También a los militares les encargó la construcción de las viviendas de los profesores de la Universidad Kim Il Sung y el Instituto Universitario Politécnico Kim Chaek, el orfanato y el hospicio de Pyongyang, el reparto de los científicos Unha, el área residencial de los científicos Wisong, etc., frecuentando obras de construcción los convocó a levantar magníficos edificios monumentales para el pueblo.
Bajo su dirección los militares del Ejército Popular construyeron, además de la Estación de Esquí Masikryong, el Club de Equitación de Mirim, el Complejo de Piscinas de Recreación de Munsu, el Campamento Internacional de los Niños de Songdowon, el Hospital de Pediatría Okryu, el de Estomatología Ryugyong y muchos otros edificios, todos de categoría mundial.

También en lo adelante el mundo podrá ver a Kim Jong Un que apoyándose en la poderosa fuerza militar, alcance continuamente portentosos éxitos en la lucha por defender el socialismo y construir un Estado poderoso y próspero.