martes, 15 de enero de 2013

MINREX exige en memorando desmantelar la "comandancia de fuerzas de la ONU"



    Pyongyang, 14 de enero (ACNC) -- El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea publicó el día 14 un memorando con motivo de que últimamente, Estados Unidos trata de rehabilitar la "comandancia de las fuerzas de la ONU" como su herramienta de la guerra de agresión en la región de Asia-Pacífico según su nueva estrategia de defensa nacional.
Según el documento, aunque pasaron casi 60 años desde la firma del Acuerdo de Armisticio de Corea, no ha terminado la guerra en sentido legal.
Debido a la falta de un aparato institucional que garantice la paz, persiste en la Península Coreana el inestable estado de tregua, o sea, ni la paz ni la guerra.
Abajo sigue el texto resumido del memorando:
Hay la "comandancia de las fuerzas de la ONU", fantasma de la Guerra Fría, detrás del estado de armisticio que mantiene EE.UU. despreciando los constantes esfuerzos del gobierno de la RPDC por sustituir el acuerdo referido por un convenio de paz.
Según su nueva estrategia de defensa nacional, EE.UU. trata de tomar la "comandancia de las fuerzas de la ONU" (se referirá simplemente abajo como comandancia) como marco de la OTAN de la versión asiática al convertirla en un "aparato de fuerzas aliadas multinacionales".
El objetivo implícito de la mencionada estrategia, dada a la publicidad en enero de 2012, reside en formar un cerco y frenar por vía militar, de modo que otra potencia de Asia no crezca tanto como para rivalizar a EE.UU.
Para evitar la reacción de los países interesados, EE.UU. intenta fundar las fuerzas aliadas con el astuto método de no organizar un nuevo aparato sino restablecer las funciones de la "comandancia" que existía nominalmente.
    Detrás de eso, hay otro propósito estratégico de controlar más fuerte al Sur de Corea como base de avanzada para el dominio de Asia-Pacífico y satélite a cargo de cumplir la guerra de agresión, acorde a la situación cambiada.
Se impulsan poco a poco los preparativos para ampliar el teatro operacional de la "comandancia" a toda la extensión geográfica de Asia-Pacífico.
Si se toleran los movimientos para fundar en la región un bloque militar, los otros países, que serán sus blancos, se le enfrentarán sin falta con las fuerzas unidas.
En ese caso, comenzará naturalmente en la región de Asia-Pacífico la formación de bandos de los países como sucedió en el pasado en Europa y por consiguiente, retornará la Guerra Fría y crecerá más que nunca el peligro de guerra termonuclear. De suceder eso, el más perjudicado será el Sur de Corea.
Desde el principio, la "comandancia" es una organización ilegítima que vino abusando del nombre de la ONU, independientemente de la voluntad general de los países miembros.
Si se tiene en cuenta la composición de la ONU cambiada con el transcurso del tiempo, ella está más desvinculada con esa organización internacional y no pasa de ser un aparato subordinado a EE.UU.
La ONU actual no es aquélla de la década de 1950 donde EE.UU. pudo fabricar la "comandancia" a sus caprichos. Ya pasaron más de 20 años desde que la RPDC ingresara a la ONU como digno miembro pleno y más de 40 años desde que China, otra signataria que firmó junto con la RPDC el Acuerdo de Armisticio de Corea frente a la contraparte de "fuerzas de la ONU", ejerciera la representatividad como miembro permanente del Consejo de Seguridad.
Sin embargo, está izada todavía en Phanmunjom la bandera de la ONU, lo cual es el clímax de acto anacrónico y una vergüenza para el mismo organismo multinacional.
La "comandancia" debe ser desmantelada sin demora también para la recuperación de la autoridad e imparcialidad de la ONU.
Ese residuo de la época ya ha sido condenado a la desintegración por la Asamblea General de la ONU.
En el 30º período de sesiones de la Asamblea General, sesionado en noviembre de 1975, quedaron aprobadas 2 resoluciones sobre el problema de disolver la "comandancia".
Entonces, la "comandancia" no era ya una fuerza multinacional sino la integraban sólo las tropas norteamericanas ocupantes del Sur de Corea.
En cuanto fuera firmado el Acuerdo de Armisticio, 15 países miembros de la ONU, participantes en la pasada guerra coreana, retiraron todos, excepto a EE.UU., sus fuerzas armadas de Corea.
Si bien EE.UU. insistió en que puede desintegrar la "comandancia" cuando sea instaurado otro aparato capaz de manejar la tregua, de hecho, el actual estado de armisticio no lo administra la "comandancia".
En marzo de 1991, EE.UU. nombró bruscamente a un general surcoreano como delegado-jefe de la parte de "fuerzas de la ONU" de la Comisión Militar de Armisticio, cargo que ocupaba hasta entonces un general norteamericano.
Desde que la parte de "fuerzas de la ONU" perdiera la representatividad, la Comisión Militar de Armisticio quedó paralizada prácticamente.
Por eso, la delegación del Cuerpo de Voluntarios del Pueblo Chino, que formaba la parte Corea-China de la Comisión Militar de Armisticio, se retiró en diciembre de 1994. En sustitución a la anterior parte Corea-China, nació la Representación del Ejército Popular de Corea en Phanmunjom con la misión de manejar el armisticio por parte de la RPDC.
En el transcurso del tiempo, los miembros de la Comisión Supervisora de las Naciones Neutrales perdieron la neutralidad que tenían en el momento de firma del Acuerdo de Armisticio y por lo tanto, ella también se quedó inhabilitada.
Debido al colapso del anterior aparato de control de armisticio, la "comandancia" se ha hecho un órgano testaferro que no tiene la contraparte con quien discutir la misma labor.
Desde entonces que todos los problemas sobre la gestión del estado de armisticio son consultados y tratados por el EPC y las fuerzas norteamericanas, en lugar de la parte Corea-China frente a la de "fuerzas de la ONU".
El hecho de que la RPDC y EE.UU. vienen manejando eficientemente el estado de armisticio por varios decenios, demuestra que no existe la razón que impida la disolución de la "comandancia".
En el tema de sustituir el Acuerdo de Armisticio por el otro de paz, la "comandancia" es un resto de la Guerra Fría que no sirve para nada.
El Acuerdo de Armisticio estipula que el problema de paz duradera debe ser tratado en la reunión política de un nivel más alto que el de comandantes militares.
El superior político real de la "comandancia", signataria del acuerdo, no es la ONU sino el gobierno norteamericano.
Si bien hubo muchos debates y acuerdos entre las partes interesadas para la transición del armisticio a la paz duradera, en ninguna parte se ha mencionado la solución que toma por premisa la existencia de la "comandancia".
No obstante, la "comandancia" existe hasta la fecha y trata de rehabilitarse ahora como instrumento de guerra de las fuerzas multinacionales. Este problema resulta insoslayable para la seguridad regional de Asia-Pacífico.
En su truco barato para disimular el carácter agresivo de su estrategia sobre Asia-Pacífico, EE.UU. pregona como si el aumento de las fuerzas de defensa nacional de la RPDC fuera el factor de agravación de la situación regional.
El desmantelamiento inmediato o no de la "comandancia" será la pauta para sopesar si EE.UU. va a mantener o no su política hostil a la RPDC y desea la paz y estabilidad de la región de Asia-Pacífico o la repetición de la Guerra Fría.
La RPDC redoblará constantemente sus esfuerzos por disuadir la guerra de cualquier tipo hasta que EE.UU. tome buena opción y contribuirá activamente a la preservación de paz y estabilidad en la Península Coreana y el resto de Asia.