Las recientes e incesantes
provocaciones político-militares del imperio estadounidense y sus títeres
surcoreanos contra la RPD de Corea llevan la situación del país al borde de un
conflicto armado.
La guerra psicológica mediante la
radioemisión contra el Norte que los gángsteres militares surcoreanos
reanudaron a lo largo de todo el frente so pretexto de un sospechoso caso de
“explosión de minas” acaecido el 4 de agosto en un tramo de la zona
desmilitarizada al oeste del frente sigue día y noche, mientras que el
lanzamiento de volantes contra la RPDC que se extiende con la movilización de
las recalcitrantes organizaciones reaccionarias llega a tal punto que no se
puede dejar indiferente por más tiempo.
La guerra psicológica en cuestión
es, en esencia, un abierto acto de guerra agresiva que apunta a la RPDC.
Se trata de una aviesa provocación
político-militar para dar al traste con la ideología y el régimen de la
República que el pueblo coreano ha escogido por su propia voluntad y su
ejército defiende a costa de la vida, y usurpar su Poder y todos los campos de
su vida.
A estas alturas, el día 20 el Estado
Mayor General del Ejército Popular de Corea le hizo al títere Ministerio de
defensa surcoreano un ultimátum por el que, si dentro de las 48 horas la parte
Sur no suspende la reanudada radioemisión antes mencionada ni desmantela del
todo los medios para la guerra psicológica, el Norte procederá de inmediato a
las rotundas acciones militares.
Con todo, los bandidos militares
títeres surcoreanos, enloquecidos por la fiebre de provocación contra la
República, fabricaron en la tarde del mismo día un supuesto incidente de “tiro
de un cañonazo por el Norte”, que tomaron como pretexto para perpetrar una
insensata fechoría militar de disparar decenas de proyectiles del cañón hacia
el sagrado territorio de la RPDC.
Estas abiertas provocaciones llevan
hoy la situación de la Península Coreana a tal punto que se puede desencadenar
una guerra en cualquier momento.
En vista de la crítica situación
creada, se convocó en la noche del día 20 con urgencia una extraordinaria
reunión ampliada de la Comisión Militar Central del Partido del Trabajo de
Corea, bajo la presidencia del máximo Dirigente del Partido, Estado y ejército,
Kim Jong Un, Primer Secretario del Partido del Trabajo de Corea, Presidente de
la Comisión Militar Central del PTC, Primer Presidente del Comité de Defensa
Nacional de la República Popular Democrática de Corea y Comandante Supremo del
Ejército Popular de Corea.
Estuvieron presentes los miembros de
la CMC del PTC, miembros de mando de operaciones del Estado Mayor General del
EPC, comandantes de las grandes unidades combinadas del frente, altos cargos de
los órganos de la defensa de seguridad del Estado y de la seguridad del pueblo
y del CC del PTC y funcionarios encargados de los asuntos exteriores.
Tras la audición del informe de la
Dirección General de Exploración del EMG del EPC que menciona el origen y la
verdad de la provocación militar del enemigo acaecida el día 20 por la tarde en
la zona central y occidental del frente y la situación del enemigo en conjunto,
el conclave examinó los preparativos del paso a las operaciones de hasta las 23
del día 20 de las grandes unidades combinadas del EPC en el frente, sometió al
debate la contramedida político-militar para aplastar las maniobras
provocativas de guerra del enemigo, revisó y sancionó el plan operacional de
ataque de la Comandancia del frente del EPC para proceder en todo el frente al
contragolpe y contraataque simultáneos en caso en que se lo considera
inevitable.
La Comisión Militar Central sancionó
la decisión del EMG del EPC que dirigió a las 17 del día 20 el citado ultimátum
al títere Ministerio de defensa surcoreano.
El gran compañero Kim Jong Un dio la
orden de Comandante Supremo del EPC de hacer que las grandes unidades
combinadas del frente entraran a partir de las diecisiete del día 21
en estado de guerra, en estado perfectamente armado que supone el paso a
operaciones sorpresivas y que se proclamara el estado de preguerra en las
zonas del frente.
Fueron nombrados y enviados a las
áreas de su incumbencia los comandantes de mandar tanto las acciones militares
que si el enemigo no deja de emitir la radiodifusión intrigante dentro de las
48 horas se desplegarán para aniquilar a tiros los medios de guerra
psicológica, como las operaciones militares para aplastar las probables
reacciones del enemigo.
Y se abordaron medidas para pasar al
sistema de preguerra las actividades de todas las unidades, entre otras,
órganos del Partido y Poder, organizaciones de trabajadores, organismos de la
defensa de seguridad del país y el pueblo, judicial y fiscal, fábricas,
empresas y granjas cooperativas en las zonas del frente.
Para terminar, se presentaron las
tareas de los funcionarios encargados de los asuntos exteriores para poner al
desnudo y revelar la verdad de la actual situación creada por las abiertas y
sorpresivas maniobras de agresión del enemigo.