viernes, 24 de julio de 2015

Estratega sin igual



En la pasada guerra coreana (1950-1953), la República Popular Democrática de Corea, que llevaba menos de dos años de fundada, venció a las fuerzas aliadas imperialistas acaudilladas por Estados Unidos de América que contaba con la más poderosa fuerza militar y económica y la larga historia de agresión, lo cual fue portentoso fruto de las destacadas estrategias y tácticas y originales métodos de combate planteados por Kim Il Sung (1912-1994), Presidente de la RPD de Corea, quien el 25 de junio de 1950, a la madrugada, apenas EE.UU., instigando al ejército surcoreano, desató la contienda, presentó una estrategia de que de inmediato el Ejército Popular de Corea (EPC) pasara de la defensa a la contraofensiva, la original y nunca vista ni en la teoría y el manual de la milicia existentes ni experimentada por ningún país.
La historia de la guerra tanto del Oriente y Occidente como de la antigüedad y el presente enseña que un país, aunque tuvo muy poderoso ejército e inmensurable potencial económica y militar, si sufriera inesperado ataque global, caía en caos y no forcejaba debidamente, hasta arruinarse, y que otro solo después de cierto tiempo remedió el frente, preparó la fuerza y pasó a la contraofensiva.
Pero, según la estrategia de Kim Il Sung, el EPC frenó de inmediato la sorpresiva invasión del enemigo, pasó a la contraofensiva, a los tres días de iniciada la hostilidad ocupó la capital enemiga Seúl y solo en poco más de un mes liberó más de 90 por ciento del territorio y de 92 de la población de la parte sur.
El entonces comandante de las tropas estadounidenses en el Extremo Oriente y de las “fuerzas de la ONU”, Douglas MacArthur escribió en su carta enviada al estado mayor conjunto estadounidense como sigue:
“El enemigo es ejército profesional de carácter ofensivo y bien entrenado y también su cumbre militar sabe hacer buena dirección y se vale bien de los principios de las operaciones y tácticas.”
Kim Il Sung siempre se percataba correctamente de lo que el enemigo intentaba y orientaba al Ejército Popular a aplicar con habilidad estrategias y tácticas al respecto, cuya prueba es que frustró completamente la “ofensiva general de navidad” del ejército estadounidense.
En noviembre de 1950 cuando EE.UU., movilizando nuevos refuerzos, preparaba la mencionada ofensiva, Kim Il Sung precisó que el 24 de noviembre el ejército estadounidense iniciaría la ofensiva general, y dictó a las unidades del Ejército Popular la orden de emprender la contraofensiva general el 25 del mismo mes. Las tropas de EE.UU. y sus aliados, duramente golpeados por el Ejército Popular, se huyeron a la desbandada.
Un periodista occidental que lo había presenciado, escribió en un artículo como sigue: “Si el Ejército Popular no hubiera sabido la fecha del ataque del ejército estadounidense, no habría hecho inmediato contraataque. Se trata de otra prueba de que de veras, la facultad para las operaciones del Comandante Supremo del Ejército Popular de Corea no tiene límites. La acertada adivinación de la fecha del ataque general del ejército estadounidense era inimaginable y también la definición del tiempo de la contraataque a base del esmerado cálculo de lo todo, verdaderamente admirable.”
Kim Il Sung concibió y aplicó originales métodos de combate, lo cual fue inscrito en la historia de la guerra moderna. Entre ellos figuran el método de combatir en montes, el de combatir apoyándose en el túnel, el de asaltar, el movimiento de los grupos de cazadores de los aviones y tanques y muchos otros, todos convenientes al relieve de Corea, el armamento del Ejército Popular y la característica de la guerra moderna. Por ejemplo, el método de combatir apoyándose en el túnel es basado en el cálculo científico de la peculiaridad del país rico de montes y las ventajas tecnológicas del enemigo.
La victoria del EPC en el combate de defensa de la cota 1211 conocido ampliamente en el mundo por aquel tiempo fue justamente merced al mencionado método de combatir. En septiembre de 1951 Kim Il Sung acudió hasta en la línea de la cota 1211, impartió claras vías para quebrantar la frenética “ofensiva otoñal” del ejército estadounidense y tomó pertinentes medidas para imprimirles el carácter del túnel a las posiciones de defensa. En acato a su propósito, los guerreros del Ejército Popular prepararon en las colinas las herrerías donde derritieron fragmentos de los proyectiles y las bombas de los enemigos y fabricaron punzones, mazos, picos y otros instrumentos, para abrir túneles.
Las posiciones de defensa del Ejército Popular se hicieron más fortificadas. Pese a que las bombas caían como lluvia, en los túneles los combatientes coreanos no solo descansaron bastante sino cantaron y bailaron al son de la música interpretada por los instrumentos hechos por ellos mismos.
“Tal vez esa línea de defensa sería la más sólida conocida en el mundo”, comentó Ridgeway, el entonces comandante de las tropas estadounidenses en el Extremo Oriente, que sufrió sucesivas derrotas ante la fuerte resistencia del Ejército Popular.
Como vemos, la superioridad numérica y técnica de EE.UU. que se vanagloriaba de su “supremacía” en el mundo fue desvanecida por la estratégica y táctica del EPC protagonizada por Kim Il Sung.
Francisco De Costa Gomes, ex presidente portugués y que en el período de la guerra coreana se desempeñó como jefe del estado mayor de las tropas portuguesas estacionadas en Macao, afirmó:
“En eso el plan de las operaciones de EE.UU. fue elaborado a base de los reiterados debates de decenas de generales que eran jefes del estado mayor y expertos militares de los países occidentales puestos al lado de EE.UU. Pero, el General Kim Il Sung solo lo frustró. Viéndolo con mis propios ojos pensé que él era, de veras, el único genial estratega militar y gran comandante en el mundo.”