Esta es una frase del discurso de Stalin pronunciado
en el banquete ofrecido en honor de Kim Il Sung (1912-1994) que en 1949 al
mando de una delegación gubernamental de la República Popular Democrática de
Corea, estaba de oficial visita de amistad en la antigua Unión Soviética.
Retrospectivamente, en el pasado Kim Il Sung,
aun cuando con miras a liberar el país de la ocupación militar de Japón libraba
la ardua Lucha Armada Antijaponesa sin contar con la ayuda del ejército regular
ni con la retaguardia estatal, defendió con armas a la Unión Soviética, primer
país socialista en el mundo. Cada vez que el imperialismo nipón perpetraba
provocaciones armadas contra el país europeo como el “incidente de Hassan” de
1938 y el “incidente de Jaljingol” de 1939, sosteniendo en alto la consigna
“¡Defendamos con armas a la Unión Soviética!” orientó a las unidades del
Ejército Revolucionario Popular de Corea a que lo golpearan duramente por
detrás al ejército japonés para causarle gran pérdida de los efectivos y
equipos bélicos y darle al traste con el acarreo de los materiales bélicos,
contribuyendo grandemente a que el ejército soviético saliera victorioso.
En aquel tiempo Kim Il Sung ayudó activamente
también a los revolucionarios chinos que libraban la lucha antijaponesa.
Chen Lei, uno de los miembros de mando de las
Fuerzas Aliadas Antijaponesas del Noreste de China, en sus memorias escribió:
“Como es conocido por todo el mundo, la
abnegación del compañero Kim Il Sung para la revolución y el pueblo chino que
hizo durante la revolución antijaponesa, fue, de veras, la sincera por la que
todos nosotros debemos agradecerle cien veces. El Presidente Kim Il Sung, aun
librando con osadía la lucha armada contra el imperialismo japonés y para
rescatar el país arrebatado, entabló profundas relaciones con los destacados generales
de las Fuerzas Aliadas Antijaponesas del Noreste e hizo exhaustivos esfuerzos
para la revolución china. Ofreció sin vacilación y exhaustivamente ora a los
comandantes y guerreros capacitados por él mismo, ora aun pasando dificultades,
municiones, uniformes militares y otros materiales.”
Kim Il Sung, aun después de liberar el país,
ayudó en alma y lo material a los revolucionarios chinos en el combate contra
Kuomintang de Chiang Kai-shek, haciendo contribución decisiva a que ellos
mitigaran la crisis creada en el noreste del país.
Mao Zedong, ex presidente chino, dijo que cada
vez que su país pasaba dificultades, los compañeros coreanos les prestaron
ayuda. Zhu De, ex comandante en jefe del Ejército de Liberación Popular de
China, precisó: “La amistad como esta es la excelente, ejemplar, y las
posteridades tengan bien presente la amistad entablada a costa de la sangre.”
Kim Il Sung, después de la guerra coreana
(1950-1953), cuando el pueblo coreano, enfrentado con Estados Unidos, caudillo
del imperialismo mundial, construía el socialismo, dispuso ayudar activamente a
los países y pueblos en la lucha contra el imperialismo y por la independencia.
A comienzo de la década de 1960 cuando el
imperialismo norteamericano, con miras a estrangular la revolución cubana en su
cuna, dio origen a la “crisis del Caribe”, manifestó plena apoyo y solidaridad
con el pueblo cubano y lo ayudó cuanto podía. En acato a su propósito, los
miembros de la embajada coreana de aquel tiempo acreditados en Cuba y los
estudiantes coreanos se dispusieron a combatir al lado de los aborígenes contra
los yanquis.
En agosto de 1964 cuando acaeció el “incidente
del golfo de Tonkín” Kim Il Sung dispuso ayudar por todos los medios al pueblo
vietnamita en la guerra contra la agresión del imperialismo norteamericano.
Hizo enviar los aviadores del Ejército Popular de Corea al frente de Vietnam y
también varios millones de uniformes militares y otros materiales. El
Presidente Kim Il Sung nos ayuda sinceramente a nosotros, los vietnamitas. Es
redentor y mi hermano carnal, dijo Ho Chi Minh, ex presidente vietnamita.
No solo Vietnam sino también Camboya y Laos que
lucharon contra la agresión del imperialismo norteamericano y Egipto, Siria y
otros países árabes que combatieron al sionismo son beneficiados con noble
benevolencia de Kim Il Sung.
Además, Kim Il Sung enseñó a los pueblos de los
países africanos como Angola, Mozambique, Zimbabwe y Namibia que luchaban por
la liberación nacional el camino por seguir y las vías para lograrla y les dio
posible ayuda, logrando que en África denominada “continente de obscurantismo”
se abriera una nueva era de la emancipación y la independencia. Sam Nujoma,
primer presidente de Namibia expresó que la independencia de Namibia es merced
al Presidente Kim Il Sung, y el compañero Presidente es gran maestro de la
revolución de Namibia. El gran héroe, compañero Kim Il Sung, dijo Samora Moises
Machel, ex presidente de Mozambique, nos enseñó el camino por seguir y nos
pudimos liberar del yugo de esclavo, acoger la liberación, y le agradezcamos en
reflejo hasta del alma de nuestros antecesores.
Ya transcurrieron 20 años desde el deceso de
Kim Il Sung, pero él, como sublime prototipo del internacionalista, siempre
vive en el corazón de los pueblos progresistas del mundo.