jueves, 2 de octubre de 2014

Para hacer realidad el deseo del pueblo



Vivir comiendo arroz cocido y sopa con carne, con vestido de seda, en una casa con tejas, este fue el deseo secular del pueblo coreano, que no pudo verse realizado debido a los grilletes feudales de varios milenios y la esclavitud colonial de varios decenios (ocupación militar de Japón de 1905 a 1945) a los que estaba sometido.
Este sueño se hizo realidad después de la liberación del país (15 de agosto de 1945) merced al Partido del Trabajo de Corea, fundado el 10 de octubre de 1945.
El Partido instituyó el Poder popular (Comité Popular Provisional de Corea del Norte, antecedencia de la República Popular Democrática de Corea, en febrero de 1946) y dispuso que este realizara antes que nada las reformas democráticas. Como resultado, en Corea se publicaron sucesivamente la Ley de la Reforma Agraria (5 de marzo de 1946), la Ley del Trabajo (24 de junio de 1946), la Ley de la Igualdad de los Derechos del Hombre y la Mujer (30 de julio de 1946), la Ley de la Nacionalización de las Industrias Principales (10 de agosto de 1946), etc. En virtud de las reformas democráticas los campesinos recibieron gratis las tierras, donde con sus propios recursos lograron cosecha abundante, y llevaron una nueva vida, la feliz; los obreros llegaron a ser dueños de la fábrica, de los medios de producción, fueron liberados de la explotación y opresión e hicieron la jornada de 8 horas, y las mujeres fueron liberadas de las trabas feudales y libraron a sus anchas las actividades sociales, llegando a ser hasta las diputadas a la Asamblea Popular Suprema (parlamento).
Bajo la orientación del PTC, la RPD de Corea se hizo un país donde se verifica todo el sueño y deseo del pueblo.
La RPD de Corea implantó en enero de 1953 cuando la guerra coreana (1950-1953) desatada por la invasión de Estados Unidos estaba en su apogeo, momento crítico en el que se decidiría el destino del país, la asistencia médica gratuita general que requiere gran cantidad de recursos humanos y materiales del país, lo cual fue la resolución del PTC que en todo momento concede preferencia a la salud y vida de las personas y pretende poner en ejecución cuanto antes el deseo secular del pueblo de disfrutar de la asistencia médica sin preocupación por el pago.
Lo mismo se da con la enseñanza obligatoria general gratuita vigente en Corea. Este país, pese a que cumplía la difícil tarea de la rehabilitación y construcción de postguerra para escombrar los estragos de la guerra, realizó en agosto de 1956 la enseñanza primaria obligatoria general y de seguida, en abril de 1959, la enseñanza general gratuita. Además, a medida que la construcción socialista se impulsaba, la enseñanza obligatoria y gratuita fue llevada a la etapa superior, llegando al nivel más alto en el mundo. Con esto se ejecutó completamente el deseo de largo tiempo de las personas de instruir cuanto quieren a sus hijos sin la preocupación por los gastos de estudio.
En Corea en 1974 el régimen tributario fue revocado por completo, y se hizo realidad el deseo secular de las personas de vivir sin conocer los impuestos.
A finales del siglo pasado cuando varios países socialistas se desmoronaron en serie y la ofensiva de las fuerzas aliadas imperialistas que tomaban anteriormente contra los países socialistas en conjunto se concentraba en la RPD de Corea, el PTC, aun ante los contratiempos y vicisitudes sin precedentes, no renunció a su misión: hacer realidad el sueño del pueblo. Enarbolando más la bandera del Songun (priorización de los asuntos militares) no solo defendió firmemente el socialismo, fuente de la felicidad del pueblo, sino que hizo explotar la máquina herramienta de control numérico por computadora, tecnología de punta, extender y estandarizar todas las tierras del país y lanzar satélites artificiales de la Tierra, haciendo posible que el país entrara en una nueva era de la construcción de un Estado socialista, poderoso y próspero.
Los coreanos, imaginando este futuro Estado descrito por el PTC, sienten otro anhelo.
Este deseo no es ilusión en modo alguno ni una cosa que será verificada mucho tiempo después.
Lograr que nuestro pueblo, el mejor en el mundo y que ha seguido fielmente al Partido aun superando múltiples dificultades, no sufra otra vez el hambre, sino que disfrute plenamente de la riqueza y prosperidad socialistas, esta es la firme decisión del PTC.
Según el propósito y la determinación del partido, ahora en Corea se levantan muchas construcciones monumentales. Se han levantado la Estación de Esquí Masikryong, el Club de Equitación de Mirim, el Complejo de Piscinas de Recreación de Munsu y otras creaciones, todos de categoría mundial, en los que las personas se benefician cuanto quieren con la cultura socialista. En las áreas residenciales de Changjon y de los científicos de Unha, los edificios de viviendas de los pedagogos de la Universidad Kim Il Sung y otras casas modernas, los habitantes llevan una vida feliz. En la Fábrica Textil Kim Jong Suk de Pyongyang los obreros, viviendo en el albergue fabril como el hotel de lujo, sienten plenamente el verdadero valor y la utilidad del trabajo. El Campamento Internacional de Niños de Songdowon en la pintoresca costa oriental de Corea se ha remozado como una construcción de superior nivel mundial donde se hace realidad plenamente el sueño de los niños.

No es casual que el pueblo coreano confía su destino y hasta su porvenir en el PTC y sigue invariablemente y con fidelidad la dirección de este.