lunes, 19 de junio de 2017

Sempiternos méritos de Kim Jong Il realizados en la construcción del Partido


El 19 de junio de 1964, Kim Jong Il (1942-2011), Presidente del Comité de Defensa Nacional de la República Popular Democrática de Corea, inició su trabajo en el Comité Central del Partido del Trabajo de Corea.
En todo su debut se propuso, ante todo, hacer del Partido justamente el de su fundador, Kim Il Sung (1912-1994), Presidente de la RPD de Corea.
Definió la idea revolucionaria de Kim Il Sung, la Juche, como la única y rectora del PTC y proclamó identificar con la misma a toda la sociedad como el programa supremo de este.
Su orientación hizo posible que el PTC fuera como cuerpo puro, orgánico y de unidad que mueve únicamente según la ideología y dirección de su Líder.
En eso, debido a las maquinaciones de los revisionistas contemporáneos, en varios países socialistas el líder del partido gubernamental se veía desprestigiado, y el movimiento socialista mundial pasaba vicisitudes y penalidades, pero el PTC, llevando adelante la causa de la construcción del partido, logró su monolítica unidad orgánica e ideológica en torno a Kim Il Sung, lo cual fue inapreciable fruto del inconmovible criterio del líder de Kim Jong Il y su extraordinaria perspicacia, determinación política de principio e inclemente y consumada capacidad de dirección.
Kim Jong Il orientó al PTC a que junto con el pueblo se confundiera en un solo cuerpo, se responsabilizara plenamente de su destino y le sirviera con lealtad.
Definió fortalecer el lazo consanguíneo del Partido y las masas populares y consolidar el terreno masivo del primero como importante principio de la construcción del Partido y algo vital del que depende la existencia de este o su ruina y dispuso que el PTC verificara al pie de la letra la línea de masas y todas las organizaciones partidistas y funcionarios siempre se confundieran con las masas y respectivamente obraran y vivieran como sus fieles servidores.
Practicó plenamente la política de amor y confianza, la de virtudes, y la abarcadora, gracias a lo cual el PTC, aun en medio de los avatares políticos mundiales, por primera vez en la historia, logró la monolítica unidad con su líder y las masas, transformó a toda la sociedad en una gran y armoniosa familia socialista y siempre, tanto en los días ordinarios como en los duros, se disfrutó del absoluto apoyo y confianza de las grandes masas, llevando a la victoria la causa de la construcción socialista.
Kim Jong Il preparó al PTC como poderosa fuerza política que orientara con éxito la revolución de Songun (priorización de los asuntos militares).
Tempranamente, dirigiendo junto con Kim Il Sung, esta revolución, prestó profunda atención al fortalecimiento del Ejército Popular de Corea y procuró hacer indispensable la dirección del PTC sobre este y ejecutar al pie de la letra la línea de armar a todo el ejército con la idea Juche.
Particularmente, en la década de 1990, en vista del cambio de las condiciones y la exigencia de la situación en desarrollo, definió el Songun como la política fundamental del socialismo y dispuso que el PTC fuera organización política y orientara la revolución de Songun.
Consideró el Songun como fuente nutriente del Partido y la revolución, cumplió todas las tareas sobre la base del principio de conceder preferencia a los asuntos militares, enalteció al Ejército Popular como el encargado principal de la causa socialista y realizando interminable recorrido de trabajo lo orientó a que como abanderado de la revolución de Songun cumpliera satisfactoriamente con su misión y papel.
Además, dispuso que todos los miembros del Partido aprendieran activamente de los rasgos políticos e ideológicos del Ejército Popular y las organizaciones y funcionarios partidistas, del revolucionario y combativo estilo de trabajo del Ejército y su método de trabajo partidista, político, y de combinación militar-política, logrando que el PTC fuera extraordinariamente revolucionario, organizado, disciplinado y unido y elevara más su prestigio y papel en la dirección sobre la revolución y su construcción.
Kim Jong Il preparó a los militares y otros sectores de Corea poseedores de fuerte espíritu, capaces de registrar saltos y prodigios seculares en la realización de la causa del PTC, la de la construcción de un Estado socialista, poderoso y próspero.
Ya hace mucho logró que la labor partidista fuera precisamente la con la gente, con el sentimiento ideológico, en virtud de lo cual el PTC, en la revolución y su construcción, ateniéndose principalmente a la ideología, anteponiendo la labor política a las demás tareas, puso en pleno juego el entusiasmo revolucionario de las masas populares y su iniciativa creadora y apoyándose en esto, impulsó con fuerza la descomunal causa histórica de la transformación de la naturaleza, la sociedad y el hombre según la exigencia de la idea Juche.
A mediados de la década de 1990 publicó Priorizar la labor ideológica es requisito indispensable para el cumplimiento de la causa socialista, El socialismo es la ciencia y otras obras, hizo avivar más la revolución ideológica y de esta manera armó a los militares y otros sectores con la inconmovible fe en la victoria del socialismo, los preparó como los fuertes en la ideología y el espíritu, lo cual sirvió de firme garantía para que aquellos siempre obtuvieran victoria en la defensa del socialismo y la construcción de un Estado poderoso y próspero.
Si ellos, pese a la escasez del todo, con el indoblegable espíritu metamorfosearon progresivamente el territorio patrio, impulsaron la modernización de la economía nacional y la aplicación en esta de la informática y abrieron un período de plena prosperidad de las ciencias y la tecnología del país y la construcción de la cultura socialista, esto fue el resultado de la dirección de Kim Jong Il que en la revolución y su construcción con previsión se empeñó ante todo en el afianzamiento de la posición ideológica.

Sus méritos realizados en la construcción del Partido perdurarán junto con la Corea socialista en constante progreso.