Pyongyang, 30 de abril (ACNC) -- El gobierno,
los partidos políticos y las entidades de la República Popular Democrática de
Corea hicieron pública el día 30 una declaración conjunta en relación con que
la otra confrontación decisiva con las fuerzas hostiles va terminando con la
victoria de la Corea del Songun.
Desde el 7 de marzo hasta el
30 de abril Estados Unidos y la banda títere surcoreana libraron los ejercicios
de guerra nuclear, Key Resolve y Foal Eagle, en el máximo tamaño sin precedente
en la historia y, por otra parte, la chusma de todo tipo recurrió atrozmente a
la campaña de "sanción" contra la RPDC, señala el documento y
continúa:
Pero, la RPDC hizo caer a los
enemigos en el atolladero sin salida de terror, inquietud, caos y aprieto
tomando las audaces y excepcionales contramedidas intransigentes al estilo
coreano.
Esta "confrontación
secular" de las decenas de días últimas atrajo atención extraordinaria del
interior y exterior y su réplica continúa todavía.
Recordando los días
conmovedores cuando al controlar rotundamente la coacción militar injusta y la
amenaza de guerra nuclear, defendimos firmemente la paz, la seguridad y la
dignidad de la nación y dimos una nueva pincelada en la historia política del
mundo sólo por nuestras propias fuerzas, el gobierno, los partidos políticos y
las entidades de la RPDC con la calidad y el derecho de la digna potencia
nuclear declararon con solemnidad a EE.UU. y sus satélites como sigue:
1. En la actualidad en que
perfeccionamos en el supremo nivel la capacidad de ataque nuclear del país
frente a la extremada amenaza de guerra nuclear de EE.UU. y sus fuerzas
seguidoras, nadie debe abrigar con otro sueño en cuanto a las armas nucleares
que devienen la independencia, dignidad y vida para nosotros.
La imprudente locura recién
cometida por los belicistas tendente a pisotear la soberanía de la RPDC y
quitar por la fuerza el derecho a vivir de nuestro pueblo, nos ofreció la
oportunidad magnífica para fortalecer en lo cualitativo y cuantitativo las
fuerzas armadas nucleares.
Hoy en día conseguimos
nuestro fin, tenemos todos los necesarios y ocupamos la posición de la potencia
nuclear dispuesta de todos los medios reales capaces de enfrentarse dignamente
a la supremacía nuclear y la heguemonía nuclear de EE.UU.
Mientras continúen la
hostilidad y la amenaza de agresión contra la RPDC junto con el chantaje
nuclear y exista en esta Tierra el imperialismo, causa raigal de la injusticia
y mal, centuplicaremos los medios nucleares de justicia que ya tomamos en
nuestros manos, defenderemos con las armas nucleares la independencia y la
justicia y abriremos con el poderío de ellas nueva época de la reunificación
del país y la prosperidad de la nación.
2. En la actualidad en que se
torna más clara la figura majestuosa de la potencia económica al estilo coreano
donde todo el pueblo goce de una vida feliz enarbolando la bandera de dar
prioridad al autofortalecimiento, EE.UU. y la banda títere no deben ilusionar
sobre el efecto de la supuesta "sanción" y el "bloqueo".
Logramos el desarrollo
económico del país y la mejora de vida del pueblo no por la ayuda de alguien
sino con el autofortalecimiento basado en la línea autóctona del desarrollo
paralelo, razón por la cual no surtirá ningún efecto la vieja teoría de
"sanción" o "bloqueo" contra la RPDC.
La atroz farsa de
"sanción" anti-RPDC de EE.UU. y la horda títere surcoreana será un
lazo que les aprieta a ellos mismos y viendo el aspecto majestuoso de la
potencia económica que se levantará en esta tierra y oyendo las risas felices
del pueblo, ellos se reprocharán profundamente de su absurdidad y bajeza.
3. EE.UU. y sus satélites
deben conocer exactamente que cuanto más recurran a la confrontación con la
RPDC, sólo obtendrán la mala reputación y la afrenta del derrotado y será
eterno el mito invencible de la Corea del Songun.
EE.UU. y las fuerzas
seguidoras, que hasta la fecha han actuado con frenesí perdiendo el juicio
enloquecidos por la irrealizable ambición de agresión contra la RPDC, se hallan
en el tiempo de optar el nuevo camino para ellos mismos enfriando sus cabezas
calentadas por la fiebre de guerra.
EE.UU. no debe seguir
acusando groseramente nuestras armas nucleares que no amenazan a nadie sino
tomar la decisión audaz de cesar la política hostil contra la RPDC, causa
raigal de la agravación de la situación de la Península Coreana y su contorno,
y los ejercicios de guerra de agresión contra la RPDC según dicha política.
RPDC responderá a las armas nucleares con las armas
nucleares,
apunta MINREX
Pyongyang, 30 de abril (ACNC) -- Los
ejercicios bélicos conjuntos Estados Unidos-Sur de Corea Key Resolve y Foal
Eagle 16, librados durante más de 50 días a la faz de la República Popular
Democrática de Corea, resultan la más grave provocación militar que acarreó a
la Península Coreana el peligro de guerra nuclear.
Revela el portavoz del
Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de
Corea en una declaración publicada este sábado y continúa:
En los presentes simulacros
llegaron a la fase extremadamente peligrosa el intento y maniobras de EE.UU. de
eliminar en lo físico a la RPDC.
Esta vez, EE.UU. demostró en
público el intento de agresión y de ataque preventivo quitando hasta el cartel
de entrenamientos "defensivos". Pues, es la evidente declaración de
guerra contra la RPDC.
No hemos evadido la
declaración de guerra de los enemigos, sino respondido con justas medidas de
autodefensa.
Responder a las armas
nucleares con las armas nucleares es el modo principal de las contramedidas de
autodefensa de la RPDC.
Y tomar las contramedidas de
autodefensa frente a la declaración de guerra y la amenaza de las fuerzas
hostiles es el derecho legítimo de Estado soberano estipulado en la Carta de la
ONU.
Pues, el Consejo de Seguridad
de la ONU no puede infringir este derecho.
Al cometer las abiertas
acciones militares hostiles y la amenaza contra la RPDC, EE.UU. destruyó el
fundamento de la Declaración Conjunta del 19 de Septiembre, en la cual
comprometió "respetar la soberanía de la RPDC y coexistir en paz con
ésta" sin abrigar la "voluntad de atacar o invadir a la RPDC con
armas nucleares o convencionales".
De esta manera, la
Declaración Conjunta del 19 de Septiembre se quedó completamente en papel
muerto.
EE.UU. ya perdió el
fundamento jurídico y el pretexto moral de exigir a la RPDC la "observación
del compromiso".
Será invariable en adelante
también el temperamento de la RPDC de responder a la guerra de agresión de los
enemigos con la otra justa, y a la amenaza de guerra nuclear con el aumento del
disuasivo nuclear.
Cuanto más se frecuenten los
ejercicios bélicos de los enemigos, tanto más se fortalecerá la capacidad de
ataque nuclear de la RPDC.
Toda la responsabilidad recae sobre EE.UU., comenta
ACNC
Pyongyang, 30 de abril (ACNC) --
Recientemente, el director del Consejo de Estudio de Ciencias Sociales de
Estados Unidos, Leon V. Sigal, publicó en la revista National Interest un
artículo censurando la política norteamericana de hostilidad a la República
Popular Democrática de Corea.
EE.UU. finge esforzarse por
resolver por vía diplomática los problemas surgidos en las relaciones con la
RPDC, señala el artículo y revela que después de aprobado el Acuerdo Básico
RPDC-EE.UU. en 1994, la primera suspendió en casi diez años la producción de
las sustancias nucleares, pero, el segundo incumplió sus deberes: la
normalización de las relaciones bilaterales y el ofrecimiento de energía, y
cometió sólo las acciones hostiles como la interrupción de transacciones
bancarias de la RPDC.
El prejuicio de EE.UU. sobre
la RPDC imposibilita el diálogo, asevera y agrega que el imperio debe discutir
con su contraparte los problemas de seguridad en el principio de respeto mutuo.
Esta insistencia significa
que EE.UU. debe dar de baja a su política hostil a la RPDC.
El veto pandémico y la
arraigada política hostil a la RPDC de EE.UU. devienen la causa raigal de la
agravación de la situación de la Península Coreana, y toda la responsabilidad
por el respecto recae enteramente sobre el imperio americano.
En el largo período de la
confrontación RPDC-EE.UU., iniciada inmediatamente después de la Segunda Guerra
Mundial, no se ha implantado la paz en ningún momento en la Península Coreana.
Históricamente, EE.UU. ha
venido hablando ruidosamente de la "provocación" y
"amenaza" y esforzándose por imputarle la culpabilidad a la RPDC.
Pero, esto no pasa de ser una
artimaña para ocultar su ambición de agresión a la RPDC.
No tenemos ninguna razón de
agravar la situación de la Península Coreana, terreno de vida de la nación
coreana.
EE.UU. es precisamente el autor que ha
convertido la Península Coreana en la zona más candente del mundo.
Él vino recurriendo durante
varios decenios a la política hostil a la RPDC con el objeto de hacer de la
Península Coreana, enclavada en la posición importante tanto en lo geopolítico
como en lo estratégico, el trampolín de la realización de la hegemonía mundial
Convirtió el Sur de Corea en
el mayor arsenal nuclear del mundo, y en el nuevo siglo libra de manera más
frenética los alborotos de guerra nuclear contra la RPDC incluyéndola en la
lista de blancos de ataque nuclear.
En agosto del año pasado la
administración Obama creó la crisis de guerra en la Península Coreana.
Insatisfecha con esto, desarrolló este año los ejercicios de guerra nuclear de
mayor envergadura hablando en público del "derrocamiento del régimen
norcoreano", llevando así la situación de la Península Coreana a la
extrema crisis de guerra.
Como vemos, EE.UU. es el
enemigo jurado de la nación coreana.
La RPDC tomó la decisión
estratégica de poseer las armas nucleares y las fortalece incesantemente. De
esta manera, condenó a muerte la política norteamericana de hostilidad y
defiende con firmeza la soberanía del país y nación.
La política norteamericana de
hostilidad a la RPDC es la estrategia criminal y torpe que lleva la situación
de la Península Coreana al borde de la guerra y empujó a la RPDC a la posesión
de la bomba de hidrógeno.
Ahora, todo el mundo estima
que es justa la posesión de armas nucleares de la RPDC y que la política
norteamericana de aplastamiento contra el país socialista es la causa raigal de
la perturbación de la paz y seguridad de la región.
EE.UU. pagará el precio más
caro y más trágico por haber persistido en la política hostil de carácter
criminal y suicida contra la RPDC.