El Paektu, el monte más alto
(2 750m) de Corea y calificado como el monte ancestral de la nación coreana y
el sagrado de la revolución coreana, es inconcebible al margen de Kim Jong Il
(1942-2011), eterno Presidente del Comité de Defensa Nacional de la República
Popular Democrática de Corea.
Kwangmyongsong del monte
Paektu
Kim Jong Il nació, el 16 de
febrero de 1942, en el monte Paektu que fue punto de apoyo de la lucha armada
por liberar el país de la ocupación militar de Japón.
En aquel tiempo los
guerrilleros antijaponeses, deseosos de que él, heredando la causa del General
Kim Il Sung, Sol de la nación, fuera la estrella que orientara el país, dejaron
inscritas en los árboles de las selvas las siguientes escrituras:
“Oíd Corea y compatriotas. Os avisamos el nacimiento de
Kwangmyongsong (Estrella Luz) del monte Paektu”, “¡Viva Kwangmyongsong del
monte Paektu que irradia sobre el territorio de tres mil ríes! y etc.
Kim Jong Il, al matricularse
en el año de 1960 en la Universidad de Kim Il Sung en Pyongyang, compuso una
poesía titulada “Corea, te haré grande”, en la que juró que acatando al
propósito de Kim Il Sung, se responsabilizaría del país y lo llevaría a un
espléndido porvenir.
Cumplió su propósito.
Enriqueció y desarrolló tanto la idea Juche y la Songun (priorización de los
asuntos militares) que fueran idea rectora del país y la época y las aplicó al
pie de la letra, convirtiendo el país en un poderoso, invencible país
socialista.
Corea, por tener a Kim Il
Sung y Kim Jong Il, es calificada de “país del Sol y la Estrella”.
A finales del siglo pasado
cuando en no pocos países el socialismo se desmoronó y la ofensiva
antisocialista de las fuerzas aliadas imperialistas se concentraba en Corea
y Kim Il Sung, Presidente de este país
falleció, la sociedad internacional conjeturó que allí se operaría el cambio de
la política.
“Que no me esperen ningún cambio”, declaró con
resolución Kim Jong Il y continuó “Soy hijo de la guerrilla. Por muy grande que
sea el obstáculo con que nos tropecemos en el avance, heredando el espíritu de
los revolucionarios de sobreponerse a las dificultades, nos debemos empeñar sin
titubeo”. Luego practicó más globalmente una política sustentada en la idea
Songun.
En virtud de esto, Corea
tuvo poderosa fuerza militar, con la que frustró el atentado de los
imperialistas y salió victoriosa en la rigurosa batalla de defensa del
socialismo. La dirección del Songun de Kim Jong Il convirtió el mal en el bien
y lo desfavorable en lo favorable y hasta abrió una nueva era de la construcción
de un Estado socialista poderoso y próspero.
En agosto de 1998 Corea
socialista lanzó el primer satélite artificial de la Tierra “Kwangmyongsong-1”, seguido del
“Kwangmyongsong-2” y el segundo de “Kwangmyongsong-3” respectivamente, en 2009
y 2012.
Estos artefactos son
denominados “Kwangmyongsong” igual al sobrenombre de Kim Jong Il, lo cual no es casual. Es que
este enalteció tanto a Corea que llegara al universo, la hizo tan grande que
asombrara al mundo.
Trueno en el pico Jong Il
En la cresta del monte
Paektu hay un pico de figura singular, el cual tiene el respetado nombre de Kim
Jong Il y es denominado pico Jong Il.
Dicen que cuando él nacía,
en el cielo apareció una estrella que expedía luces deslumbrantes, se hendió el
tempano de hielo del lago Chon y sonó un estrepitoso trueno cual anuncio al
mundo del nacimiento del gran hombre y que posteriormente simbolizaría la
grandeza de Kim Jong Il.
Al comienzo del año de 1993
en la Península Coreana se cernía un nubarrón de guerra.
Estados Unidos, con el
intento de estrangular a Corea aprovechando el desmoronamiento de varios países
socialistas, instigó a la Organización Internacional de la Energía Atómica a
que pusiera en tela de juicio la supuesta “sospecha nuclear” del país oriental
y adoptara una “resolución” de realizar la “inspección especial” sobre sus
instalaciones militares y de seguida para garantizarlo militarmente, promulgó
la reanudación de los temporalmente suspendidos ejercicios militares conjuntos
“Team Spirit” y movilizó más de 200 000 efectivos, bombarderos estratégicos,
portaaviones nucleares y otros equipos bélicos de último tipo, agravando
extremadamente la situación.
El mundo se preocupaba por
el destino de Corea, cuando se publicó una declaración cual trueno del pico
Jong Il que estremecía la Tierra. Es que se publicó la orden del Comandante
Supremo del Ejército Popular de Corea de entrar en el estado de preguerra y el
Gobierno de la RPD de Corea anunció su retirada del Tratado de No Proliferación
Nuclear.
El occidente lanzó alarido
de que ni la explosión de todas las bombas atómicas disponibles del mundo sería
más potente que esta declaración de Corea y pasmado, Estados Unidos interrumpió
los simulacros de guerra y también desistió de la “inspección especial”.
En marzo de 2000 Kim Jong Il
subió al monte Paektu y tomó una resolución de trascendencia relativa a la
reunificación del país.
Como resultado, en junio del
mismo año en Pyongyang tuvo lugar la primera Cumbre Norte-Sur desde la separación y fue aprobada la
Declaración Conjunta del 15 de Junio, lo cual trajo pronto lo conmovedor, nunca
visto después de la división nacional.
Entre el Norte y el Sur que
durante más de medio siglo se hostilizaban y enfrentaban uno con otro se
efectuaron diálogos y negociaciones en varios sectores como la política, la
economía, la cultura y la milicia y logró algo bueno para la conciliación, la
unidad, la cooperación y el intercambio: la gira de juego en Pyongyang y Seúl
de los deportistas, la función conjunta de los artistas, la exposición de los
datos y el simposio conjuntos de los historiadores, la exhibición conjunta de
las fotos, etc. En septiembre de 2000 a la ceremonia de inauguración de los
Juegos Olímpicos de Sydney, las delegaciones del Norte y el Sur de Corea
desfilaron unidas bajo una sola bandera simbólica de la reunificación, lo cual
conmovió a la sociedad internacional. Se conectaron vías aérea, terrestre y
marítima que estaban rotas durante más de medio siglo y se realizaron
sucesivamente encuentros de los familiares separados en el Norte y el Sur.
Teniendo en cuenta estas
maravillas las personas calificaron aquel tiempo de una nueva era histórica, la
“era de la reunificación 15 de junio” engendrada por el trueno primaveral del
pico Jong Il.
Junto con el sagrado monte
Paektu, perdurarán el respetable nombre de Kim Jong Il y sus méritos.