sábado, 30 de noviembre de 2013

¿Qué pasa con Corea del Norte?


Me veo obligado a publicar en su totalidad el artículo de Guillermo Giacosa sobre el tema de Corea, ya que por casualidades del destino se vaya a eliminar de la red. Como verán este es el artículo completo bajado de web del diario don él escribía con hora incluida. No vaya a ser que me digan que también no reconozco los artículos ajenos.
Saludos.
Atte.
Yuri Castro romero
 
Martes 09 de abril del 2013 | 00:30

Muchos se preguntan por la agresiva postura de Corea del Norte frente a su vecina y, especialmente, frente a EEUU.

Guillermo Giacosa,Opina.21

ggiacosa@peru21.com

 Se habla de un dictador joven y loco, de un estado belicoso, de una sociedad inviable que quiere ocultar sus propios problemas. Tonterías que el gran público asimila y luego difunde enriquecida con sus propios prejuicios. Felizmente un periodista de EEUU, que estuvo varias veces en Corea del Norte, plantea una respuesta sensata. Desde el final de la Guerra de Corea hace 60 años el gobierno de Corea del Norte hizo varias veces prácticamente las mismas cuatro propuestas a EEUU:

1. Un tratado de paz para poner fin a la Guerra de Corea.

 2. La reunificación de Corea, “temporalmente” dividida en norte y sur desde 1945.

 3. El final de la ocupación gringa de Corea del Sur y la suspensión de los simulacros de combate anuales entre EEUU y Corea del Sur.

 4. Negociaciones entre Washington y Pyongyang para acabar con las tensiones en la región.

EE.UU. nunca aceptó las propuestas, pues no está interesado en un acuerdo de paz y menos en una reunificación que podría dejarlo fuera de juego dentro del área geográfica que más le preocupa: Asia, con China en condiciones de arrebatarle el liderazgo. Una Corea belicosa les permite justificar una avanzada militar que presione sobre China. Incentiva entonces sus ejercicios militares y provoca una reacción norcoreana que podría ser entendida como el preludio de una guerra. Dicha reacción, a poco que utilicemos la razón, es una desesperada e inútil tentativa de sentar a la superpotencia a la mesa de negociaciones.