jueves, 11 de julio de 2013

“Mundo sin armas nucleares”



En abril de 2009 el presidente estadounidense Obama que acababa de  subir al trono, en el giro de viaje por la Europa, proclamó “librar el mundo de las armas nucleares”, razón por la que el mismo año fue laureado con el Premio Nobel de Paz.
Por aquel tiempo la sociedad internacional bullió de debates de si era justo o injusto el haberle conferido la remuneración solo de una palabra. No pocas personas, diciendo que lo importante era la práctica y no el habla, quisieron ver cómo Obama cumpliría sus palabras.

Invariable estrategia nuclear
Depositar gran esperanza en las armas nucleares para tomar el dominio del mundo fue invariable estrategia de las anteriores administraciones estadounidenses.
Durante la Segunda Guerra Mundial EE.UU. explotó y usó las bombas atómicas y también después del cese al fuego definió las armas nucleares como su más importante medio para verse realizado su ambición por el dominio del mundo. Con miras a mantener y afianzar su monopolio de las armas nucleares o su absoluta superioridad en el mismo renglón, reforzó constantemente sus fuerzas armadas nucleares.
Aún después de la finalización de la guerra fría, el desmoronamiento de la Unión Soviética que era su rival principal en la carrera nuclear, no renunció a su afición a las armas nucleares. Se decidió a reanudar en el año 2002 la investigación de las artefactos nucleares que había interrumpido cierto tiempo y en el 2008 desembolsó al mínimo 52 mil 400 millones de dólares en la modernización de las armas nucleares. Planeó hacer pequeñas las armas nucleares para usarlas fácilmente como las convencionales e impulsó activamente la invención de las nuevas ojivas nucleares y otras reformadas.
Lo que despertó la mayor preocupación de la sociedad internacional fue que EE.UU. reveló abiertamente su intento de valerse de las armas nucleares en cualquier momento contra países de los que no le gustan. Bush, antecesor de Obama, definió el “ataque preventivo con armas nucleares” como la política y publicó hasta el listado de los objetos de este ataque, en el que designó a la República Popular Democrática de Corea y varios otros países.
¿Acaso la administración Obama, a diferencia de sus anteriores, aplicará la estrategia nuclear?
En medio de la sospecha de la sociedad internacional pasó el primer mandato de 4 años de la administración Obama y se inició el primer año de su segundo mandato.

Crisis nuclear sin precedentes
La sociedad internacional tenía esperanza de que durante el mandato de Obama el mundo no sería liberado de la amenaza con armas nucleares, pero por el contrario presenció la pésima crisis nuclear nunca conocida.
EE.UU. que persistentemente intimidaba con armas nucleares a la RPD de Corea, creó, por fin, una aguda crisis de la guerra termonuclear, cuyo motivo fue la adopción de la “resolución sobre las sanciones” por parte del Consejo de Seguridad de la ONU que el imperio logró instigando a sus seguidores tras poner en tela de juicio el plenamente justo lanzamiento del satélite con fines pacíficos de Corea. Y al ver indignarse a Corea y realizar la tercera prueba nuclear subterránea para defender su soberanía y dignidad, logró adoptar otra “resolución sobre las restricciones” y desarrolló simulacros de guerra nuclear de envergadura sin precedentes, los “Key Resolve” y “Foal Eagle”, en los que participaron la inmensa cantidad de fuerzas armadas nucleares, incluso el bombardero estratégico nuclear “B-52” y el Stealth “B-2A”, por primera vez en la historia.
Frente a esto, Corea declaró que daría golpes al territorio estadounidense y sus bases militares en Hawai, Guam y otros sectores de la zona de operaciones de Pacífico, presentó una nueva línea estratégica de desarrollar simultáneamente la construcción económica y la de las fuerzas armadas nucleares para defender con firmeza su seguridad de la cada día más agravante intimidación con armas nucleares de EE.UU. y adoptó una ley para consolidar más su posición propia del país poseedor de las armas nucleares. Se trata de una reacción demasiado natural y lógica de Corea a la insensatez de EUA.
El periódico noruega Aftenposten comentó que EE.UU., contraviniendo al cumplimiento de las tareas estipuladas por el Tratado de No Proliferación de las Armas Nucleares, blande las porras atómicas, lo cual convence a otros países de que solo al poseer armas nucleares, pueden subsistir y enfrentarse a él mismo.
La conclusión es explícita. La desnuclearización de EE.UU. es la condición previa fundamental de la del mundo.
De ahí que si Obama deseara de corazón un “mundo sin armas nucleares”, primero debiera abdicar de la política de intimidar con armas nucleares a otros países y eliminar del todo su inmensa cantidad de ellas.
Pero, esto contraviene diametralmente a la ambición por dominar al mundo, la naturaleza del imperio americano, y Obama nunca podría hacerlo. Si esta es la verdad Obama será inscrito en la historia como “hipócrita secular” que engañó a todo el mundo.

Le convendría confesar a no más tardar que habló por hablar y deponer el Premio Nobel de Paz.