jueves, 1 de febrero de 2018

Declaración de Kim Jong Un


 EE.UU. jamás puede provocar la guerra ni a mí ni a nuestro Estado. Todo el territorio norteamericano está al alcance de nuestro ataque nuclear y en todo momento está a mi disposición el botón nuclear en el escritorio de mi despacho. Esta es una realidad, y jamás una mera amenaza, que deben tener bien claro, dijo Kim Jong Un, Máximo Dirigente de la República Popular Democrática de Corea en el mensaje de año nuevo 2018.
Se trata de la severa advertencia a EE.UU. que, incluso instigando a sus seguidores, fabrica sucesivamente diabólicas “resoluciones sobre las restricciones” y movilizando gran cantidad de recursos estratégicos nucleares, intenta arrebatarle a la RPD de Corea la soberanía y los derechos a la existencia y el desarrollo.
El año pasado llegaron al extremo las maniobras de Estados Unidos para aislar y asfixiar a la RPD de Corea. Cada vez que este país, para prevenir el chantaje nuclear y de guerra contra él mismo, tomaba medidas autodefensivas, EE.UU. lo tildó de “atentado” contra la paz del mundo y de “provocación” que daña la seguridad de la humanidad y fabricó varias “resoluciones sobre las sanciones” en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Su presidente Donald Trump, en el discurso de base pronunciado en la Asamblea General de la ONU efectuada en septiembre del año pasado, lanzó sin consideración alguna las palabras violentas como la “destrucción total” y la “extinción” de la RPD de Corea. EE.UU. lanzó los recursos estratégicos nucleares a Corea del Sur y su contorno para aplicarle el chantaje nuclear a la RPD de Corea; realizó los ejercicios navales y aéreos conjuntos de envergadura sin precedentes en la historia para golpear a sus objetos estratégicos; y con miras a detectar cohetes balísticos de Norcorea y rastrearlos, junto con Japón y Corea del Sur hizo ejercicios de dar alarma al misil en las aguas de la Península Coreana.
Al fines del año pasado, en Estados Unidos se oyó mucho el rumor de que era probable que Trump emprendiera el ataque anticipado contra la RPD de Corea. Según las afirmaciones de los interesados del Pentágono, la probabilidad de que en 2018 con el ataque anticipado de Estados Unidos ocurra el choque militar en la Península Coreana es de 40 a 50 por ciento.
Los medios de prensa estadounidenses, concediendo especial atención a la reunión apartada de Trump con el jefe de la CIA Pompeo, el ex embajador estadounidense en la ONU Bolten y otros partidarios de la línea dura, comentaron: “La carreta de guerra de la administración Trump se puso en movimiento”, “Hace recordar la administración Bush de aquel tiempo cuando hacía preparativos para la guerra contra Iraq”.
Pero, la RPD de Corea tiene potentes medios de golpe nuclear con los que puede reducir a cenizas a Estados Unidos.
En la guerra contra este país no conseguirá nada más que la mengua y la bancarrota.
“Si estalla una guerra contra Corea del Norte es probable que el territorio estadounidense sufra mayor desastre que durante la II Guerra Mundial”, “En Estados Unidos, Corea del Sur y Japón en un instante morirán dos millones de personas”, dicen los estadounidenses.

Trump no debe jugar con el destino de sus habitantes.