Pyongyang, 1 de
enero (ACNC) -- El Mariscal Kim Jong Un, Primer Secretario del Partido
del Trabajo de Corea, Primer Presidente del Comité de Defensa Nacional de la
República Popular Democrática de Corea y Comandante Supremo del Ejército
Popular de Corea pronunció el día primero el mensaje del Año Nuevo 2014.
El texto completo del mensaje
sigue:
Queridos compañeros:
Entrañables oficiales y soldados
del Ejército Popular, pueblo del país entero y compatriotas fraternales:
Despedimos el 2013 que dejó
huellas indelebles en el sagrado avance de la revolución del Juche y acogemos
el Año Nuevo de 2014, pletóricos de la confianza en el futuro y el orgullo
revolucionario.
Ante todo, rindo mi más sincero
tributo y cordiales saludos por el Año Nuevo a los grandes compañeros Kim Il
Sung y Kim Jong Il en reflejo de la infinita añoranza y veneración
de todos los oficiales y soldados del Ejército Popular y otros sectores de la
población.
Rindo homenaje a los mártires que
el año pasado dieron su valiosa vida en aras de la defensa nacional y la
construcción del socialismo, así como saludo a todos los militares y civiles
que en pos de nuestro Partido abren una nueva era de prosperidad de la patria.
Formulo los más sinceros votos
por la mayor felicidad y dicha de todas las familias del país.
Saludos a los surcoreanos que
luchan por la independencia, la democracia y la reunificación nacional, a los
compatriotas residentes en otros países que se entregan en cuerpo y alma para
la prosperidad de la patria, así como a todos los pueblos progresistas del
mundo y amigos extranjeros amantes de la justicia y la paz.
El que despedimos fue un año
enorgullecedor en el que todo el Partido, ejército y pueblo libraron una
ofensiva general en acato a la nueva línea del Partido acerca del desarrollo
simultáneo y alcanzaron una brillante victoria en la construcción de un Estado
socialista poderoso y próspero y la defensa del socialismo.
En ese período nuestros
uniformados y civiles, unidos compactamente en torno al Partido, hicieron
prevalecer las ideas y la causa del gran Líder Kim Il Sung y el gran
General Kim Jong Il y potenciaron nuestras filas revolucionarias en lo
político e ideológico.
En el proceso de la lucha del año
anterior, incluidas las actividades políticas efectuadas en saludo al
aniversario 65 de la fundación de la República y el 60 de la victoria en la
Guerra de Liberación de la Patria, hicieron gala de su inquebrantable fe y
voluntad de enaltecer al gran Líder y al gran General y eternizar sus proezas
generación tras generación.
La política de nuestro Partido de
respeto y amor al pueblo y la ardiente lealtad de nuestro pueblo que lo quiere
como a su madre se han identificado para colocar en una nueva altura los lazos
consanguíneos que unen al Partido y las masas populares.
El año pasado nuestro Partido
adoptó la resuelta medida de extirpar una inmundicia que persistía en el seno
del Partido en un período de intenso bregar para edificar un Estado poderoso y
próspero. Al descubrir y eliminar, en un momento oportuno y con una atinada
decisión, ese grupo de sectarios opuestos a él y la revolución, logró
consolidar sus filas y las de la revolución y fortalecer con creces nuestra
gran unidad. A través de esta lucha, nuestro Partido reafirmó la determinación
de reforzar su función militante y papel para cumplir con el honroso cometido
que asume ante la época y la historia como agrupación al servicio del pueblo y
consagrarse más para su bienestar.
El año anterior obtuvimos un gran
triunfo en el empeño por elevar nuestra capacidad de defensa nacional y en la
cruenta confrontación con el imperialismo.
Los científicos, técnicos y
obreros de la industria de defensa nacional, armados de inconmovible fe y
valor, superaron a los demás en la tecnología de punta, con lo cual demostraron
el poderío de la Corea del Songun y contribuyeron sustancialmente a elevar la
capacidad de defensa nacional. Poseedores del gran espíritu, los integrantes
del Ejército Popular y del Ejército de Seguridad Interior del Pueblo
defendieron a riesgo de su vida al Partido, el Líder, la patria y el pueblo y
pusieron de manifiesto la dignidad y el poderío de la República al frustrar
cada una de las descabelladas provocaciones del enemigo encaminadas a desencadenar
una guerra nuclear y sus campañas de enfrentamiento.
En medio de una situación
compleja y preñada de dificultades, nuestros militares y civiles aunaron la
fuerza y obtuvieron resonantes éxitos en sus esfuerzos para construir una
potencia económica y elevar el nivel de vida de la población.
Se logró un gran auge en la
producción de distintos sectores y unidades de la economía nacional, se afirmó
la base de una economía independiente y, en particular, los funcionarios y
demás trabajadores del sector agrícola introdujeron innovaciones en sus faenas
y contribuyeron a mejorar la vida del pueblo pese a las duras condiciones y
desfavorables factores climáticos.
Los constructores, entre ellos
los militares, levantaron numerosas creaciones monumentales destinadas a la
prosperidad de la patria y el bienestar del pueblo y abrieron una época de
mayor esplendor de la construcción.
En obediencia al llamado del
Partido de crear la “velocidad Masikryong”, exhibieron el fervor patriótico y
abnegación para erigir, en un corto plazo y como realizaciones de la era de
Partido del Trabajo, numerosas obras como el Museo Conmemorativo de la Victoria
en la Guerra de Liberación de la Patria, el Reparto para Científicos Unha, el
Complejo de Piscinas de Recreación de Munsu y la Estación de esquí del monte
Masik. Con ello mostraron el gallardo aspecto de la patria que rejuvenece cada
día más y contribuyeron a que resonaran más las risas de felicidad de nuestro
pueblo. Los participantes en las grandes obras como el acondicionamiento de la
meseta Sepho consiguieron domar la naturaleza venciendo múltiples dificultades
e hicieron posible realizar antes del tiempo previsto el ambicioso proyecto del
Partido.
El año pasado experimentó nuevos
avances en el deporte, la enseñanza y otras ramas de la cultura.
En correspondencia con el
propósito del Partido de construir una potencia deportiva, una fiebre de
deporte se desató en todo el país y nuestros fidedignos jugadores honraron al
país con medallas de oro en las lides internacionales. Se impulsaron
exitosamente los preparativos de la enseñanza obligatoria general de doce años,
se lograron innumerables éxitos en las esferas científico-técnicas y la
creación de modernos establecimientos sanitarios mejoró el servicio médico para
el pueblo. La prolífera producción de excelentes piezas de la época en el
sector del arte musical sublimó en un mundo de lealtad el alma de todos los
militares y civiles y los alentó para la lucha y las hazañas.
La brillante victoria y los logros
alcanzados en el año pasado constituyen frutos maduros de una lucha audaz y
heroica que todo el Partido, ejército y pueblo libraron en acato al lineamiento
y la política de carácter revolucionario y popular y la destacada dirección de
nuestro Partido, movidos por la inquebrantable voluntad de levantar a toda
costa un Estado socialista poderoso y próspero.
Mediante la lucha del año pasado
patentizamos que son mejores nuestra ideología, fuerza y estilo y que con nada
se puede detener el avance de nuestra sagrada causa que persigue un gran ideal
y meta.
Agradezco cordialmente a todos
los militares y civiles quienes, al hacer gala de una insuperable abnegación
con su ilimitada lealtad al Partido y ardiente patriotismo, supieron engalanar
el significativo año de 2013 con acontecimientos extraordinarios.
Compañeros:
El 2014 será un año de la lucha
impetuosa y de grandes cambios en que abriremos la era de prosperidad de la
Corea del Songun al lograr nuevos saltos en todos los dominios de la
construcción de un Estado socialista poderoso y próspero.
Para nosotros este es un año de
esfuerzos dignos por realizar con antelación el hermoso ideal y sueño del
pueblo, un año de la marcha de triunfadores hacia el gran festival que adornará
el 70 aniversario de la fundación del glorioso Partido del Trabajo de Corea.
En este prometedor año nuevo
debemos acelerar la marcha heroica confiando en la victoria y con el gran
entusiasmo y abrir una era de plena prosperidad en la revolución y su construcción.
¡Con la firme confianza en la
victoria, levantemos una ola de grandes saltos en todos los dominios de la
construcción de un Estado poderoso y próspero!, esta es la consigna combativa
que nuestro Partido y pueblo deben enarbolar este año.
Este año debemos procurar que la
agricultura, la construcción y el sector de las ciencias y la técnica sean
vanguardia en la marcha, con la antorcha de innovaciones en alto, y que
incentiven con ella el avance de todos los demás sectores de la construcción
socialista.
En este significativo año
conmemoramos el cincuentenario de la publicación de la tesis sobre el problema
rural socialista por el gran Líder, compañero Kim Il Sung.
Hemos de vigorizar en el campo
las revoluciones ideológica, técnica y cultural, lograr cambios decisivos en la
producción agrícola y, de esta manera, evidenciar la justeza y vitalidad de la
tesis. En los esfuerzos de este año por la construcción económica y la mejora
de la vida del pueblo debemos considerar la agricultura como la mayor prioridad
y concentrar la fuerza en ella. En ese sector introducirán de modo activo los
científicos métodos de cultivo y trabajarán con toda responsabilidad hasta
conquistar a toda costa la meta de producción de cereales presentada por el Partido.
Promoverán la ganadería y ampliarán el cultivo de hongos y de verduras en
invernaderos para que la población se beneficie de la mayor cantidad posible de
sus productos.
Este año debemos abrir una nueva
era de prosperidad en la construcción.
La construcción es un renglón
importante para consolidar la base del Estado poderoso y próspero y crear el
cimiento para la felicidad del pueblo. A la rama de construcción le incumbe
levantar muchos edificios de categoría mundial que representen la era del
Songun y obras destinadas a mejorar la vida de los habitantes, para así
consolidar la base de nuestra economía independiente y procurarle al pueblo una
vida más rica y civilizada. Hay que acelerar y terminar en la fecha prevista
las obras importantes como la construcción escalonada de centrales
hidroeléctricas a lo largo del río Chongchon, la base ganadera en la zona de
Sepho, la Granja de Frutas de Kosan, la roturación de marismas y los canales de
riego para la provincia de Hwanghae del Sur. Es menester impulsar enérgicamente
la construcción de viviendas, albergues y otros edificios destinados a mejorar
las condiciones y ambientes de la educación y levantar en el supremo nivel
establecimientos culturales y de servicio. Este año debemos seguir levantando majestuosas
y elegantes construcciones en la ciudad de Pyongyang y resaltar la peculiaridad
de cada provincia, ciudad y distrito, mediante la cooperación de militares y
civiles.
Las ciencias y la tecnología son
la fuerza motriz que impulsa la edificación de un Estado poderoso y próspero y
de su desarrollo dependen la felicidad del pueblo y el porvenir de la patria.
Ese sector debe resolver
problemas para el futuro desarrollo de la economía nacional y el mejoramiento
de la vida del pueblo y los que se presentan en la actualidad, superar a los
demás en la tecnología de punta y abrir un atajo para la estructuración de la
economía de conocimientos. Los científicos y técnicos, montados sobre el
caballo alado que les ha regalado el Partido y valiéndose de todo el talento y
entusiasmo, deben lograr grandes éxitos en su trabajo y ser genuinos patriotas
que contribuyen a la edificación de una patria rica y poderosa. En toda la
sociedad concederán prioridad a las ciencias y la tecnología, en tanto que
todos los funcionarios y trabajadores las aprenderán con aplicación,
enarbolando la consigna que los convoca a ser talentosos científicos y
técnicos.
Es preciso hacer grandes
innovaciones en el sector priorizado, las industrias básicas, y las demás
esferas de la economía nacional.
El renglón metalúrgico y el
químico son pilares gemelos de la potencia económica y su desarrollo asegura la
construcción económica y el mejoramiento de la vida de la población. En estas
ramas debemos esforzarnos con tesón para aumentar la producción recurriendo a
nuestras materias primas, combustible y últimos logros científicos, en acato a
la consigna de modernizar la economía y adecuarla a nuestra realidad, con el
fin de activar el conjunto de la economía nacional y producir suficiente
cantidad de materiales de hierro y acero y diversos artículos químicos
necesarios para el fomento de la vida del pueblo.
Hay que priorizar decididamente
las industrias eléctrica y carbonífera. Al tiempo que toman medidas para
maximizar la generación energética en las centrales, trazarán acertadamente el
plan de largo alcance para resolver radicalmente la falta de electricidad, se
enfocarán en su cumplimiento y generarán más electricidad principalmente con
los recursos hidráulicos y aprovechando asimismo la energía de la naturaleza
como la eólica, la geotérmica y la solar. Deben elevar la producción en las
minas carboníferas, resolver decisivamente el problema del transporte como el
ferroviario y lograr innovaciones en cooperación de las ramas de electricidad,
carbón y transporte ferroviario, con el objetivo de impulsar el progreso
económico del país.
Es menester dedicar gran empeño
en la industria ligera, renglón que desempeña un gran papel en la mejora de la
vida de la población. A las fábricas de esta rama les corresponde acelerar con
entusiasmo la modernización y la aplicación de la tecnología de CNC (control
numérico computarizado –N.T.) y lograr la estabilidad productiva al elevar la
proporción de uso de materias primas y materiales nacionales, mientras que
todas las ciudades y distritos desarrollarán sus industrias acorde con la
situación de cada cual, para la mayor producción de diversos artículos de
consumo masivo de buena calidad.
Es preciso adoptar medidas
estatales para desarrollar la pesquería. A ese sector le corresponde modernizar
barcos y otros equipos de pesca e impulsarla con métodos científicos siguiendo
el ejemplo de los pescadores del Ejército Popular que lograron capturar gran
cantidad de peces en fiel cumplimiento de la orden del Comandante Supremo, para
que todos los barcos regresen a sus puertos haciendo sonar la sirena en señal
de la gran pesca. También le compete promover la maricultura en gran escala.
Es necesario proteger y aumentar
de manera activa las riquezas del país, entre ellas los recursos subterráneos,
forestales y marítimos, e impulsar con energía la reforestación con la
participación de todo el pueblo hasta que todas las montañas se conviertan en
frondosos bosques.
En todas las esferas de la economía
nacional se fomentará el ahorro, además de aumentar la producción aprovechando
al máximo sus potencialidades productivas y reservas internas. Ahorrar es
producir y por ese conducto se revela el patriotismo. Reinará en toda la
sociedad el espíritu de ahorro para consumir con eficiencia un vatio de
electricidad, un gramo de carbón y una gota de agua y prevalecerá un ambiente
en que todos aportan más a la vida económica del país con alto sentido de
patriotismo y la conciencia de ser sus dueños.
Es menester mejorar decisivamente
la dirección y la administración de la economía. Se reforzará, bajo el
liderazgo del Partido, la dirección unificada del Estado sobre las actividades
económicas y se propiciará que las empresas realicen sus labores con más responsabilidad
y creatividad y que todos los trabajadores cumplan fielmente su misión y
funciones como protagonistas de la producción y la gestión.
Hace falta dar grandes pasos de
avance en la educación y otras ramas de la cultura.
Se mejorarán el contenido
educativo, el método didáctico y las condiciones y el ambiente de la docencia
conforme a la demanda de la revolución y la época que progresa y se producirán
cambios en las labores educacionales incluida la educación secundaria general.
A la salud pública le incumbe poner más empeño en el tratamiento y la
prevención de enfermedades para el fomento de la salud de la población, de modo
que todos disfruten de mayores beneficios del sistema sanitario del socialismo.
El arte y la literatura son como
trompeteros e impulsores de la ofensiva revolucionaria para la construcción de
un Estado socialista poderoso y próspero. Se crearán muchas obras de gran valor
ideológico y artístico que conmuevan el corazón de las personas y representen
nuestro tiempo siguiendo el ritmo de la marcha de nuestra revolución y la
realidad palpitante.
Hay que avivar la fiebre del
deporte en todas partes del país. Los deportistas, con la ambición de ser
campeones mundiales, se entregarán más al entrenamiento; se desarrollará la
ciencia y técnica deportiva; se materializará la orientación de promover la
participación masiva en esa actividad para hacer realidad el proyecto del
Partido de convertir nuestro país en una potencia deportiva.
Continuaremos dedicando ingentes esfuerzos
a elevar la capacidad de defensa nacional.
Consolidar las fuerzas armadas es
la tarea más importante del Estado y la potencial militar garantiza la dignidad
de la nación, la felicidad del pueblo y la paz.
Se reforzará y desarrollará el Ejército
Popular como invencibles fuerzas armadas revolucionarias inspiradas en el
espíritu del monte Paektu al total servicio del Partido y el líder, de la
patria y el pueblo. A este efecto lo más importante es fortalecer las
compañías, principales unidades de combate y centros de vida de los militares.
Convertiremos todas las compañías en fuerzas élite preparadas tanto en el plano
político-ideológico como en el técnico-militar y en queridas familias llenas de
hermandad. Se intensificará la educación ideológico-política de los militares
para prepararlos como hombres de firme idea y convicción, dispuestos a defender
a riesgo de su vida el Palacio del Sol Kumsusan y el Comité Central del
Partido. Mediante intensos ejercicios de combate y un movimiento de destacados
tiradores de fusil y cañón, los militares poseerán una puntería certera,
complexión fuerte y espíritu de férrea disciplina y se prepararán para combatir
cada uno a cien enemigos.
En el Ejército de Seguridad
Interior del Pueblo de Corea se establecerán firmemente el sistema de dirección
del Partido y la disciplina revolucionaria para que sus miembros cumplan
plenamente su noble misión y deber de defender al Líder, el régimen y el
pueblo. La Guardia Roja Obrero-Campesina siempre estará lista para la batalla
redoblando ejercicios militares.
A la industria de defensa nacional
le incumbe producir mayor cantidad de modernas armas típicas ligeras, no
tripuladas, inteligentes y precisas, los cuales multiplicarán nuestra capacidad
de autodefensa.
Es indispensable consolidar aún
más la base político-ideológica de nuestra revolución.
Pues ella constituye el baluarte
que decide la victoria o la derrota en la batalla de defensa del socialismo y
el fortalecimiento de las filas revolucionarias en lo político e ideológico es
la tarea más importante para nosotros.
En este año de significación en
que cumple 40 años la declaración del programa de transformación de toda la
sociedad según el kimilsungismo elaborado por el gran General, fortificaremos
al Partido en el plano organizativo-ideológico, formaremos a todos los miembros
de la sociedad como kimilsungista-kimjongilistas y estrecharemos la unidad
monolítica de las filas revolucionarias.
Es preciso establecer firmemente
en el seno del Partido el sistema de dirección única, asegurar la pureza de las
filas de sus miembros y elevar la función y el papel combativos de sus
organizaciones. Intensificarán la educación ideológica entre los cuadros,
militantes y otros trabajadores para que sigan, en cualquier momento y lugar,
únicamente a los grandes compañeros Kim Il Sung y Kim Jong Il y a
nuestro Partido y piensen y actúen según la idea y voluntad del Partido. Se
mantendrán alerta ante cualquier manifestación y factor que afecte y perjudique
la unidad de las filas del Partido y la revolución, por insignificante que sea,
y los eliminarán implacablemente. Necesita arreciar la lucha contra las ideas
extrañas y las corrupciones que minan nuestro régimen y frustrar totalmente las
maniobras de la penetración ideológica y cultural del enemigo.
Con miras a dar grandes saltos en
todos los sectores de la construcción de un Estado socialista poderoso y
próspero, es imprescindible activar al máximo la potencial espiritual de las
masas. Esto es la mayor posibilidad de la creación e innovación y la clave
fundamental para lograr éxitos admirables. Es necesario realizar una dinámica
campaña de educación ideológica, la de propaganda y agitación, encaminada a
incentivar la potencial espiritual de los militantes del Partido y otros
trabajadores. Todos personificarán el patriotismo de Kim Jong Il y lo
aplicarán en todos los aspectos de la práctica, realizando méritos heroicos en
la orgullosa empresa para construir un país socialista rico, poderoso y
civilizado.
Urge establecer una firme
disciplina y orden revolucionario en todos los campos de la lucha
revolucionaria y la labor constructiva, factor importante para demostrar en
alto grado la superioridad de nuestra sociedad regida por el colectivismo y
obtener éxitos en todas las tareas. En todos los sectores y unidades se
cumplirán estrictamente las políticas y orientaciones del Partido y las leyes,
resoluciones y directivas del Estado, y todos los funcionarios y trabajadores,
conscientes de ser dueños de la sociedad y ciudadanos de la República,
respetarán las leyes, las reglas y el orden.
Los cuadros deben esforzarse por
todos los medios para cumplir su misión como miembros de mando de la revolución
y fieles servidores del pueblo.
Con absoluta lealtad hacia el
Partido, alto sentido de responsabilidad y gran entusiasmo programarán
ambiciosos proyectos y lucharán con tesón para realizarlos hasta sus últimas
consecuencias, cumpliendo así infaliblemente lo que el Partido se propone.
Tomarán por norma inviolable de
su trabajo la demanda y el interés del pueblo y se esforzarán para satisfacer
sus deseos y gustos y para beneficiarlo. Respetarán con infinita sinceridad la
demanda del pueblo, la voz de las masas, y siempre se comportarán y trabajarán
como sus fieles servidores.
Hace 20 años el gran Líder Kim
Il Sung dejó su última firma en un documento de trascendencia histórica
relacionado con la reunificación del país.
Este año, en cumplimiento de su
legado y el del General, debemos lograr avances en el movimiento por reunificar
el país.
Con miras a resolver el problema
de la reintegración territorial en correspondencia con el deseo y voluntad de
los compatriotas, es preciso rechazar la intervención de las fuerzas
extranjeras y mantener con firmeza el principio de Entre nosotros, los
connacionales.
Los protagonistas de la
reunificación del país son todos los coreanos del Norte, el Sur y en el
ultramar y podemos lograrla de manera independiente de acuerdo con el interés y
la exigencia de la nación solo cuando nos atengamos al referido principio.
Apelar a las fuerzas extranjeras para conseguir la “cooperación internacional”
en cuanto al problema de la nación, el de las relaciones Norte-Sur, es un
humillante acto servil y traicionero que deja el destino de la nación a su
libre albedrío. El Norte y el Sur deben mantener la independencia estipulada en
los tres principios de la reunificación del país y la Declaración Conjunta
Norte-Sur, sostener firmemente la posición de Entre nosotros, los connacionales,
y respetar e implementar fielmente las declaraciones conjuntas.
Es ineludible luchar por
salvaguardar la seguridad y la paz de la nación.
Los bélicos estadounidenses y
surcoreanos hacen frenéticos ejercicios de guerra contra el Norte concentrando
gran cantidad de armas nucleares en la Península Coreana y en sus alrededores.
Por eso se crea una situación tan crítica que un pequeño choque militar
eventual puede desembocar en una guerra total. Si estalla aquí una nueva
contienda, esta supondrá una espantosa catástrofe nuclear, de la cual ni
siquiera Estados Unidos puede estar a salvo. Todos los integrantes de la nación
coreana no deben permitir en absoluto las maniobras de enfrentamiento y de
guerra de los belicistas del interior y exterior del país y frustrarlas
resueltamente.
Urge crear un ambiente propicio
para mejorar las relaciones entre el Norte y el Sur.
Provoca dolor el simple hecho de
que la nación esté dividida por culpa de las fuerzas foráneas. También resulta
intolerable promover la difamación, el antagonismo y la antipatía entre los
compatriotas, situación que puede ser aprovechada por las fuerzas extranjeras
que no desean la reunificación de Corea. Ha llegado el momento de poner el
punto final a la calumnia inútil y dañina, y no se debe permitir por más tiempo
el perjuicio a la reconciliación y la unidad. A las autoridades surcoreanas les
corresponde renunciar al enfrentamiento imprudente contra otra parte de la
nación y a la campaña de reprimir el “pro-Norte”, así como optar por mejorar
las relaciones bilaterales en atención a la demanda de los compatriotas, a
favor de la independencia, la democracia y la reunificación de la patria.
Admitiremos a todos los que aprecian la nación y desean la reintegración,
independientemente de su pasado, y también en el futuro, nos esforzaremos de
modo activo por mejorar las relaciones intercoreanas.
Todos los compatriotas del Norte,
el Sur y el extranjero, firmemente unidos bajo la bandera del patriotismo
auténtico, el ideal Entre nosotros, los connacionales, se levantarán con
energía en la lucha a escala nacional para la reunificación territorial, y
abrirán así una nueva fase para la reunificación independiente, la paz y la
prosperidad.
El año pasado la intervención y
las maniobras de guerra de los imperialistas que amenazaban la independencia de
los Estados soberanos y el derecho a vivir continuaron sin cesar en el ámbito
internacional.
Hay que destacar que en la
Península Coreana, el punto más candente del mundo, se cernía el peligro de una
inminente guerra nuclear debido a las maniobras de las fuerzas enemigas para
eliminar a nuestra República, lo cual amenazó seriamente la paz y la seguridad
de esta región y el resto del mundo.
La paz es muy valiosa para
nuestro pueblo, pero no se logra solo con desearla o pedirla. No podemos
permanecer indiferentes ante el nubarrón de la guerra nuclear que nos amenaza
permanentemente en la Península Coreana y defenderemos firmemente la soberanía
y la paz del país y la dignidad nacional con nuestra gran capacidad de defensa.
En lo adelante nuestro Partido y
Gobierno, manteniendo inclaudicable el ideal de política exterior de la
independencia, la paz y la amistad, seguirán ampliando las relaciones de
amistad y cooperación con los países que respetan nuestra soberanía y nos
tratan como amigos y no cejarán en el empeño por la paz y la seguridad del
mundo y por la prosperidad común de la humanidad.
Enormes son las tareas que
enfrentamos y existen dificultades en nuestro camino, pero nuestra causa
revolucionaria que avanza bajo la bandera del gran kimilsungismo-kimjongilismo
triunfará infaliblemente.
Todos, llenos de gran esperanza y
firme fe y unidos compactamente con una sola idea y voluntad en torno al
Partido, marchemos con pasos firmes por lograr victorias más resonantes en el
año nuevo. -0- (2014.01.01)