Pyongyang, 19 de julio (ACNC) -- A la
pregunta formulada por la ACNC en relación con que EE.UU. pidió disculpas por
el caso de arrebato de la valija diplomática de la República Popular Democrática
de Corea, sucedido en Nueva York, y la devolvió, el portavoz del Ministerio de
Relaciones Exteriores de la RPDC dio el día 18 la siguiente respuesta:
Como
ya trascendidos, debido a la provocación ilegal de EE.UU., ha sido arrebatada
el 16 de junio en el Aeropuerto Kennedy de Nueva York la valija diplomática de
la delegación de la RPDC que estaba en el trayecto de regreso tras participar
en la sesión de la Conferencia de Países Partidarios del Convenio de Derechos
de las Personas con Discapacidades, efectuada en Nueva York.
Hemos
condenado severamente el caso como una imperdonable violación a la soberanía y
una brutal provocación contra la RPDC y urgimos fuertemente a EE.UU. dar
explicaciones al respecto y pedir disculpas oficiales a nivel de gobierno.
En la
reunión del comité de relaciones con el país sede de la ONU, convocada según
nuestra propuesta, el representante de Chipre, presidente del comité, y los
otros de numerosos países como China, Rusia, Cuba y Siria reconocieron que el
arrebato de valija diplomática resulta grave e imperdonable siendo una
violación de la soberanía de un país.
En
cuanto al incidente, el Departamento de Estado de EE.UU. reconoció los errores
de los funcionarios de seguridad y pidió disculpas de manera oficial en nombre
del gobierno estadounidense expresando la esperanza de que la RPDC tomara en
cuenta que tales errores fueron cometidos por la inestabilidad de seguridad
interior de EE.UU. y la demasiada nerviosidad de esos funcionarios.
Al
mismo tiempo, devolvió toda la valija diplomática a la RPDC.
EE.UU. debe sacar lecciones de este caso y
dejar de atentar contra la soberanía de otros países en violación de las leyes
y reglas internacionales.
No podrán
escaparse del alcance de nuestro fuego: comentario de ACNC
Pyongyang, 18 de julio (ACNC) -- Hace poco,
EE.UU. y los títeres surcoreanos celebraron la "ceremonia inaugural de
nuevo edificio" de la comandancia del 8º ejército norteamericano ocupante
del Sur de Corea que se ha trasladado a la región de Phyongthaek de la
provincia de Kyonggi.
En su
"discurso de bienvenida", el comandante del 8º ejército disparateó
que el traslado es "otro testimonio de la solidez de la alianza
Sudcorea-EE.UU." y "mejorará aun más el nivel de defensa y la disposición
de combate de sus tropas".
La
trasladación de la base norteamericana está relacionada con el objetivo de
EE.UU. de ocupar eternamente el suelo surcoreano siendo producto de la
intención de los uniformados yanquis de salvarse ellos solos en la confrontación
con la RPDC.
Tomar
como trampolín el Sur de Corea para ocupar toda Corea y realizar la ambición de
dominar el mundo entero, he aquí la meta política sobre Asia del imperio
norteamericano.
De
acuerdo con ella, EE.UU. desató la guerra coreana en el año 1950 y durante
varios decenios, hizo sufrir a la nación coreana las desgracias y penas de todo
tipo.
En
vez de sacar lecciones de la pasada guerra en que se hizo añicos el mito de su
"invencibilidad", EE.UU. construyó sus bases militares en Ryongsan de
Seúl y otras localidades surcoreanas y libraron frenéticamente los simulacros
contra la RPDC.
Pasmado ante el creciente poderío de nuestro
ejército, EE.UU. se vio obligado a buscar el mejor remedio que es la
trasladación de sus bases militares a la región al sur del río Han.
Esto
es el modo de existencia del estilo norteamericano consistente en buscar
primero la salvación sin importar el honor de la superpotencia y un ejemplo de
cómo es la "sólida alianza Sur de Corea-EE.UU." que se anunciaba
tanto.
En el
mundo actual, ni el traslado de bases ni otras cosas por el estilo podrán
cambiar la situación del imperio que está en decadencia.
Para
la RPDC lista para devastar hasta el territorio estadounidense allende del
Océano, no es más que un juego aniquilar a las tropas norteamericanas y los
títeres surcoreanos que están delante de las narices.
EE.UU. anuncia ridículamente que su base
militar de Phyongthaek es la más grande entre las distribuidas en el
extranjero.
Mientras sea más grande el blanco, crecerán
tanto más la precisión e impactos de fuego artillero.
Tampoco podrán alejarse del alcance de nuestro
ataque los belicistas surcoreanos que levantan la ola conflictiva entregando
hasta la cuna de vida y la inmensa cantidad de impuestos recaudados a la
población surcoreana a su amo gringo deseoso de exterminar a toda la nación
coreana.
Dondequiera que se encuentren, sea Ryongsan o
Phyongthaek o el propio territorio estadounidense, los agresores y provocadores
no tendrán ningún refugio en este planeta.