Pyongyang, primero de julio (ACNC) -- El
portavoz del Comité Nacional Coreano por la Defensa de la Paz (CNCDP) hizo
pública hoy una declaración con motivo del 60º aniversario de la instalación en
Seúl de la "Comandancia de las Fuerzas de la ONU" por parte de EE.UU.
En
junio de 1950, EE.UU. provocó la guerra contra el Norte (de Corea) y en julio
de 1957, trasladó al Sur de Corea la Comandancia de las Fuerzas Norteamericanas
en el Extremo Oriente, que se encontraba hasta entonces en Tokio, cambiando su
nombre por la "de las Fuerzas de la ONU", recuerda el documento y
continúa:
De
esa manera, expuso abiertamente su siniestra intención de internacionalizar el
problema de la Península Coreana y establecer la OTAN de versión asiática con
que aceleraría el cumplimiento de la política de dominar a Corea y la
estrategia de hegemonía mundial.
Últimamente,
EE.UU. se dio a la tarea de reforzar dicha comandancia con el claro objetivo de
aplastar militarmente a la República Popular Democrática de Corea al provocar
la segunda guerra coreana bajo la insignia de la ONU.
La
hipocresía, la falsedad y el engaño son los métodos de existencia propios de
los imperialistas. Pero, no hay en el mundo otro Estado tan cínico y bandidesco
como EE.UU. que de siglo en siglo, abusa de la etiqueta de la ONU con la misión
de garantizar la paz y seguridad mundiales como instrumento de agresión y
guerra.
Las
obstinadas tentativas de EE.UU. y los elementos proyanquis del Sur de Corea de
mantener a toda costa la "Comandancia de las Fuerzas de la ONU",
producto de la Guerra Fría y aparato de agresión, constituyen un desafío
frontal a la nación coreana, que aspira a la independencia y aprecia la paz de
la Península Coreana, y una imperdonable burla e insulto a la sociedad
internacional.
Tanto
para la paz y seguridad de la Península Coreana y la región de Asia-Pacífico
como para la recuperación del honor de la ONU como organización internacional,
la "Comandancia de las Fuerzas de la ONU" no tiene justificación de
su existencia.
De
acuerdo con la unánime opinión y demanda de la nación coreana y la sociedad
internacional, EE.UU. deberá disolver sin demora ese aparato ilegal, condenado
a la desaparición física por la historia, y sacar del suelo surcoreano a sus
fuerzas armadas agresoras y todos los armamentos mortíferos.
Rodong Sinmun
exige la disolución de "Comandancia de las Fuerzas de la ONU"
Pyongyang, 3 de julio (ACNC) -- Aunque
transcurrió más de medio siglo desde el cese de fuego en la Península Coreana,
Estados Unidos ocupa todavía el Sur de Corea en el sentido militar y trata de
provocar la guerra de agresión al Norte de Corea abusando del rótulo de la
"Comandancia de las Fuerzas de la ONU".
Por
culpa de las tropas norteamericanas estacionadas en el Sur de Corea que usan el
disfraz de "Fuerzas de la ONU", no hay la paz duradera en la
Península Coreana donde se aumenta por el contrario el peligro de guerra
nuclear.
Así
revela el diario Rodong Sinmun en un artículo individual difundido este lunes y
prosigue:
En
este mundo no hay otro bandido tan descarado como EE.UU. que abusa de siglo en
siglo del nombre de la ONU en el cumplimiento de su política agresiva.
Sin
embargo, los sucesivos gobernantes surcoreanos cooperaron con EE.UU. en la
campaña de guerra nuclear anti-Norte defendiendo la ocupación militar del suelo
surcoreano con el embuste de que es "legítima" la "Comandancia
de las Fuerzas de la ONU".
EE.UU.
y los títeres surcoreanos mantienen todavía ese aparato y tratan de
reutilizarlo como mecanismo de la coalición multinacional para la guerra
anti-Norte agravando así la tensión de la Península Coreana y la región.
Este
hecho constituye desafío frontal a la nación coreana, que aprecia la
independencia y la paz, y burla imperdonable a la sociedad internacional.
No
hay razón de la existencia continua de la "Comandancia de las Fuerzas de
la ONU", condenada a la desaparición física por la historia.
EE.UU.
debe disolverla según la unánime demanda de la nación coreana y la sociedad
internacional y retirar sin demora a sus tropas agresoras del suelo surcoreano.
ACNC publica
comentario sobre el error estratégico de EE.UU.
en problema
coreano
Pyongyang, primero de julio (ACNC) -- Estados
Unidos cayó en el dilema en la estrategia sobre la República Popular
Democrática de Corea.
Hace
poco, Trump confesó en su Twitter que "fracasó el plan de EE.UU. para
frenar el desarrollo nuclear del Norte de Corea moviendo a China" mientras
el presidente del Consejo de Relaciones Exteriores de EE.UU. admitió que
"la 'desnuclearización del Norte de Corea' es una meta irreal".
Son
lamentos que comprueban la equivocada decisión estratégica de EE.UU.
Desde el estreno de la administración Trump,
quedó revelada la vulnerabilidad de su política sobre la RPDC.
En
lugar de aprender lecciones del fracaso de sus antecesoras, ella está
enfrascada ahora en el cumplimiento de su política de "máxima presión y
compromiso".
La gran
derrota, que repitió históricamente el imperio americano en el enfrentamiento
con la RPDC, no se debió al grado o a la dimensión de la campaña de presión
contra ésta.
La
sociedad internacional opina que las políticas inventadas por Trump menospreciando
a los ejecutivos antecesores no se difieren mucho de las desgastadas
estrategias anteriores.
La
RPDC tiene la voluntad y convicción de no retroceder ni un paso en la senda por
la independencia y justicia.
En
ese trayecto, se convirtió en la potencia mundial con el poderío de unidad
monolítica, que no tiene ningún otro país o nación, las fuerzas armadas
centradas en las nucleares y la capacidad de fortalecerse con medios propios.
Por
el contrario, EE.UU. se buscó la crisis de decadencia debido a sus acciones
hegemónicas que parten de su extremada arrogancia y sobreestima.
Ahora, no estamos en el siglo 20, cuando
EE.UU. imponía su ley como cabecilla del imperialismo, sino en la centuria 21,
época de independencia.
La
tragedia de EE.UU. estuvo en moverse sin conocer a su rival cambiado en el
transcurso del tiempo ni a sí mismo, lo cual es también el error estratégico de
la actual administración norteamericana.
La
RPDC frustra paso a paso las maniobras de la banda de Trump, que recurre
neciamente a la política de garrote nuclear, demostrando a todo el mundo el
poderío militar de la potencia nuclear del Juche.
Es
natural que la sociedad internacional evaluara que "terminó la época en
que se pensaba que no habrá la guerra nuclear en EE.UU." y "este país
debería asumir la responsabilidad de la devastación de su territorio nacional
por la bomba nuclear".
Sin
embargo, la administración Trump se porta anacrónicamente abrigando todavía
cierta ilusión.
Desafía públicamente con la "ampliación
de entrenamiento conjunto EE.UU.-Sur de Corea" a la demanda unánime de la
RPDC y la sociedad internacional sobre la paz y estabilidad de la Península
Coreana.
Las acciones insensatas de EE.UU. causarán el
resultado catastrófico de hacer sufrir al territorio nacional el desastre más
terrible de la historia.
La equivocada decisión estratégica termina con
la ruina definitiva.