Hace poco visitamos el sanatorio Kim Jong Suk que se encuentra en el distrito Kyongsong de la provincia Hamgyong del Norte.
Situado en un valle al pie del monte Kwanmo el sanatorio recordaba un hermoso lienzo por su paisaje pintoresco. Su recinto estaba cubierto de frondosos árboles y por doquier se oía el trinar de disímiles pájaros. Nos parecía estar en un jardín botánico.
“Últimamente nuestro sanatorio se ha remozado de modo magnífico bajo la atención del Estado”-así comenzó su director Choe Ryong Nam y contó lo siguiente.
Durante el período de la ocupación militar de Corea por el imperialismo japonés (1905-1945) la fuente termal de este lugar se utilizó como centro de diversión para los ricos. Entonces los patrones japoneses cobraban enorme cantidad de dinero por el fomento con arena en la fuente termal por lo que los pobres coreanos no se atrevían a venir aquí.
Sólo después de la liberación del país (agosto de 1945) este sanatorio se convirtió en un lugar para el fomento de la salud y el descanso cultural de las masas populares.
El sanatorio ocupa un área de más de 70 hectáreas y cuenta con varios edificios destinados para la cura y convalecencia, casa de cultura, salón de tenis de mesa, campo deportivo, comedor y demás establecimientos de servicio público. Además tiene senderos pavimentados para el paseo de más de 10 kilómetros, un arroyo con aguas cristalinas de casi 4 kilómetros que corre por el centro, varios arriates de flores.
Entramos en un cuarto del edificio de la sección No.2 donde nos encontramos con dos muchachas, una de la granja en la llanura de la zona costera occidental del país y otra que trabaja como operadora de grúa en el Complejo Siderúrgico Hwanghae. Ellas dijeron que las condiciones de la vida en el sanatorio eran inmejorables y, pasando los días en el sanatorio visitado por la Heroína Antijaponesa Kim Jong Suk, añoraban aún más a ella.
En septiembre de 1947 ella visitó el entonces sanatorio de Kyongsong donde, recorriendo varios cuartos, se interesó por la salud de los trabajadores y los estimuló que recuperaran salud para contribuir activamente a la edificación de la nueva patria. Además cuidó el jardín de flores junto con ellos. Posteriormente, para transmitir eternamente sus huellas de dirección pusieron el nombre de ella en el sanatorio.
Luego pasamos por el lugar de diversión y las canchas deportivas situados en el pinar donde pudimos ver a los convalecientes divirtiéndose.
Seguidamente fuimos a la sección de hidroterapia donde habían varias salas de tratamiento incluyendo la de baño de arena y las de tratamientos iónico, submarino y por inhalación. Según el jefe de la sección esta fuente termal se emana desde la profundidad de 60 metros y la temperatura de sus aguas oscila entre 51º C y 64º C. Cientos de toneladas de aguas que brotan diariamente por dos orificios de la fuente surten gran efecto en la cura de enfermedades crónicas tales como reumatismo articular, neuralgia, enfermedad ginecológica y las secuelas de operación. En la sala de tratamiento submarino un médico nos explicó que la introducción del nuevo aparato terapéutico permitió elevar considerablemente el efecto curativo y añadió que hasta la fecha muchos que padecían enfermedades lumbares fueron curados sin pagar ni un centavo y regresaron completamente sanos.
Luego de recorrer las secciones de rayos X, terapia deportiva, fisioterapia y limoterapia pasamos por la sala de investigación hidroterápica donde nos encontramos con el doctor en ciencias Kim Yong O quien lleva trabajando allí más de 40 años y tiene el mérito de haber investigado e introducido muchos nuevos métodos hidroterápicos. Según él en su sala investigan métodos terapéuticos más eficaces combinando las experiencias acumuladas en el tratamiento de pacientes y avanzados métodos curativos.
En el sanatorio pudimos experimentar lo grandioso que es el beneficio del que disfruta nuestro pueblo gracias a la política popular del Estado.
Situado en un valle al pie del monte Kwanmo el sanatorio recordaba un hermoso lienzo por su paisaje pintoresco. Su recinto estaba cubierto de frondosos árboles y por doquier se oía el trinar de disímiles pájaros. Nos parecía estar en un jardín botánico.
“Últimamente nuestro sanatorio se ha remozado de modo magnífico bajo la atención del Estado”-así comenzó su director Choe Ryong Nam y contó lo siguiente.
Durante el período de la ocupación militar de Corea por el imperialismo japonés (1905-1945) la fuente termal de este lugar se utilizó como centro de diversión para los ricos. Entonces los patrones japoneses cobraban enorme cantidad de dinero por el fomento con arena en la fuente termal por lo que los pobres coreanos no se atrevían a venir aquí.
Sólo después de la liberación del país (agosto de 1945) este sanatorio se convirtió en un lugar para el fomento de la salud y el descanso cultural de las masas populares.
El sanatorio ocupa un área de más de 70 hectáreas y cuenta con varios edificios destinados para la cura y convalecencia, casa de cultura, salón de tenis de mesa, campo deportivo, comedor y demás establecimientos de servicio público. Además tiene senderos pavimentados para el paseo de más de 10 kilómetros, un arroyo con aguas cristalinas de casi 4 kilómetros que corre por el centro, varios arriates de flores.
Entramos en un cuarto del edificio de la sección No.2 donde nos encontramos con dos muchachas, una de la granja en la llanura de la zona costera occidental del país y otra que trabaja como operadora de grúa en el Complejo Siderúrgico Hwanghae. Ellas dijeron que las condiciones de la vida en el sanatorio eran inmejorables y, pasando los días en el sanatorio visitado por la Heroína Antijaponesa Kim Jong Suk, añoraban aún más a ella.
En septiembre de 1947 ella visitó el entonces sanatorio de Kyongsong donde, recorriendo varios cuartos, se interesó por la salud de los trabajadores y los estimuló que recuperaran salud para contribuir activamente a la edificación de la nueva patria. Además cuidó el jardín de flores junto con ellos. Posteriormente, para transmitir eternamente sus huellas de dirección pusieron el nombre de ella en el sanatorio.
Luego pasamos por el lugar de diversión y las canchas deportivas situados en el pinar donde pudimos ver a los convalecientes divirtiéndose.
Seguidamente fuimos a la sección de hidroterapia donde habían varias salas de tratamiento incluyendo la de baño de arena y las de tratamientos iónico, submarino y por inhalación. Según el jefe de la sección esta fuente termal se emana desde la profundidad de 60 metros y la temperatura de sus aguas oscila entre 51º C y 64º C. Cientos de toneladas de aguas que brotan diariamente por dos orificios de la fuente surten gran efecto en la cura de enfermedades crónicas tales como reumatismo articular, neuralgia, enfermedad ginecológica y las secuelas de operación. En la sala de tratamiento submarino un médico nos explicó que la introducción del nuevo aparato terapéutico permitió elevar considerablemente el efecto curativo y añadió que hasta la fecha muchos que padecían enfermedades lumbares fueron curados sin pagar ni un centavo y regresaron completamente sanos.
Luego de recorrer las secciones de rayos X, terapia deportiva, fisioterapia y limoterapia pasamos por la sala de investigación hidroterápica donde nos encontramos con el doctor en ciencias Kim Yong O quien lleva trabajando allí más de 40 años y tiene el mérito de haber investigado e introducido muchos nuevos métodos hidroterápicos. Según él en su sala investigan métodos terapéuticos más eficaces combinando las experiencias acumuladas en el tratamiento de pacientes y avanzados métodos curativos.
En el sanatorio pudimos experimentar lo grandioso que es el beneficio del que disfruta nuestro pueblo gracias a la política popular del Estado.
Jang Yong Suk