Una prominente personalidad del círculo político-social de Europa que visitó la RPD de Corea dijo: “Corea es un país monolíticamente unido donde se manifiesta con plenitud el colectivismo en todas las esferas de la vida social.” Se trata de una justa valoración acerca de la realidad de la sociedad coreana.
El Dirigente Kim Jong Il señaló: “En el colectivismo están la esencia del socialismo y también la fuente de su superioridad y vitalidad.”
La coreana es la sociedad basada en el socialismo, el colectivismo, donde las masas populares son dueñas de todas las cosas. Lo comprueba el hecho de que todos sus miembros consideran el colectivismo como la vida, como su pilar ideológico-espiritual.
Cada individuo no puede vivir solo, solamente puede disfrutar de una auténtica vida dentro del colectivo social. Las masas populares son el sujeto de la historia que forja el destino del ser humano. Un individuo aislado no puede ser el sujeto del movimiento histórico-social ni puede tener condiciones del ser social con espíritu independiente, espíritu creador y conciencia. Sólo cuando el individuo, siendo miembro del colectivo social, comparte su destino con el colectivo puede vivir y desarrollarse de modo independiente y creador como dueño de su destino.
Actualmente en Corea las masas populares, a base del colectivismo que consiste en apreciar más los intereses del colectivo que los del individuo, comparten el destino formando un organismo socio-político y consolidan y desarrollan el régimen socialista con el poderío de la unidad y cohesión.
Todos los ciudadanos se abniegan y sacrifican su vida sin vacilación en aras de la patria, la sociedad y el colectivo.
Durante el período de la Guerra de Liberación de la Patria (junio de 1950-julio de 1953) el héroe Ri Su Bok, diciendo que no hay en el mundo vida tan preciosa, esperanza tan hermosa y felicidad tan grande que sacrificar su vida y juventud en aras de la patria que es única, cubrió con su pecho la aspillera enemiga contribuyendo así a la victoria de su unidad. Un padre salvó la hija ajena en peligro de ahogarse antes que su hija propia y un funcionario salvó la vida de muchos obreros al frenar con su cuerpo el objeto que se rodaba hacia abajo.
Que la coreana es la sociedad basada en el colectivismo se expresa también en el hecho de que sus miembros adoptan el colectivismo como su propio modo de vida y lucha en todo el proceso de la revolución y construcción.
El colectivismo es el espíritu de unidad y colaboración que consiste en apreciar y ayudar mutuamente entre los miembros del colectivo.
Dentro del grupo social en que las masas populares forman un organismo socio-político predomina en las relaciones entre individuos y entre el colectivo y el individuo el principio de amor camaraderil y moral revolucionaria de compartir la vida y muerte y trabajar con abnegación ayudándose mutuamente. De ahí que hoy en Corea están establecidos el estilo de vida basado en las relaciones verdaderamente humanas, las de camaraderismo y fidelidad revolucionarios, y modo de lucha de resolver todos los problemas con la fuerza del colectivo bajo la consigna de “¡Uno para todos, todos para uno!”.
Son inagotables la inteligencia y la fuerza del colectivo.
En todo el proceso histórico, desde la liberación del país (agosto de 1945) hasta la fecha, en Corea han impulsado la revolución y la construcción y logrado la prosperidad de la patria desafiando a todo género de provocaciones imperialistas mediante la fuerza unida de todo el pueblo. Gracias a su infinita abnegación se han levantado el Complejo Hidráulico del Mar Oeste en la década de 1980, la Central Hidroeléctrica de Nyongwon el pasado año e innumerables fábricas, empresas, minas de carbón y demás minas.
Hoy el pueblo coreano cumple con su responsabilidad y papel como dueño del Estado y la sociedad en todas las esferas de la vida social: política, económica y cultural y, compartiendo la vida y la muerte unido monolíticamente en torno del Partido y Líder, avanza firme para reunificar la patria y completar la causa revolucionaria del Juche.
Rim Chol