jueves, 1 de septiembre de 2016

Fundador de la Corea socialista



El 9 de septiembre de 1948 se fundó la República Popular Democrática de Corea (RPD de Corea). Era un evento histórico para imprimir un viraje radical al destino del pueblo coreano. Por primera vez en la historia nacional de cinco milenios, se estableció un Estado socialista, donde el pueblo es dueño de todo y todo está a su disposición.
Su progenitor fue Kim Il Sung (1912-1994), eterno Presidente de la RPD de Corea.
Consagró toda su vida para la construcción de un socialismo centrado en las masas populares.
Ya a mediados del siglo XIX, Marx y Engels dilucidaron que el capitalismo se basa en el predominio de la explotación y opresión, pero el socialismo libera a las masas populares de tales cargas abusivas clasistas.
El socialismo propuesto por ellos era examinado principalmente desde el punto de vista del ideal clasista y no teniendo como centro a los grandes sectores del pueblo.
Hasta finales del pasado siglo XX muchas personas no tuvieron correctos conocimientos del socialismo y consideraron que sus tipos eran todos iguales. No obstante, presenciando el sucesivo desmoronamiento de la antigua Unión Soviética y otros países socialistas europeos orientales y la constante existencia de la Corea socialista, llegaron a tener nueva comprensión sobre el socialismo coreano.
Este socialismo coreano es el socialismo centrado en las masas populares que se rige por la idea Juche creada por Kim Il Sung, quien enunció por primera vez en la historia que el ser más valioso en el mundo es el hombre y el sujeto de la historia social son las masas populares, y este principio lo verificó globalmente en la construcción de la sociedad. Como resultado, en la RPD de Corea se instauró una sociedad de aprecio al hombre, al pueblo, inaudita en la historia.
Hoy, en Estados Unidos, Japón y otros países capitalistas hablan ruidosamente de los “derechos humanos”, pero no hay país como la Corea socialista donde los derechos humanos son garantizados del modo más perfecto.
En la sociedad capitalista la dignidad de las personas se calcula por el dinero. Las capas privilegiadas suelen cacarear del “aprecio de los derechos humanos y la personalidad”, pero esto no pasa de ser un sofisma encaminado a engañar a las masas populares y justificar su dominación y explotación.
Sin embargo, en Corea socialista los obreros y campesinos asisten a los asuntos estatales y discuten sobre la política. Y todos hacen dignos trabajos creadores y despliegan plenamente las actividades culturales y recreativas en teatros, casas de cultura, y lugares de recreo y de reposo. Para un marinero se envía el avión especial a un lejano océano, para salvar a los damnificados por la inundación se movilizan los militares y para todos se imparten la enseñanza obligatoria de 12 años y la asistencia médica gratuitas, bajo el régimen socialista de Corea popular.
Para el Presidente Kim Il Sung no hubo la fiesta ni el día de descanso. Trabajó incluso en su aniversario para el pueblo.
Solo con miras a depararle al pueblo la felicidad y hacer realidad el deseo secular de la nación, presentó un sinfín de líneas y políticas y realizó interminable viaje de trabajo.
Llueva o nieva, y a despecho de la escabrosidad del camino acudió a las personas y compartió junto con ellas la pena y la alegría, lo cual fue calificado por el pueblo de “itinerario para el pueblo”. En ese curso nació la sociedad de aprecio al hombre, el socialismo centrado en las masas populares, propio de Corea, y se preparó una sólida base para la eterna prosperidad del pueblo coreano.
Son imborrables los méritos de Kim Il Sung que al construir un socialismo centrado en las masas populares, les iluminó a los pueblos progresistas un verdadero camino de la edificación de una nueva sociedad e insufló a muchos revolucionarios del mundo la esperanza, la confianza, el ánimo y el valor.