jueves, 1 de septiembre de 2016

De un país débil al poderoso


Corea, anterior luz,
que irradiaba en la era de oro de Asia,
si vuelve a encender,
será lucero del Oriente.

Se trata de la poesía de Tagore, gran escritor indio, compuesta cuando Corea, con la historia de cinco milenios y brillante cultura, estaba bajo la dominación (1905-1945) del imperialismo japonés.
Retrospectivamente, la nación coreana se quedó despojada del país, porque el poderío militar era débil.
En 1905 cuando Japón, con el objetivo de tomar el dominio colonial sobre Corea, imponía al gobierno feudal de este país concluir el “Tratado de 5 Puntos de Ulsa”, su fuerza militar era la más fuerte en Asia. Japón tenía 12 buques de guerra de más de 6 000 toneladas de desplazamiento y 200 000 efectivos terrestres permanentes provistos de armas modernas. Para ocupar a la fuerza a Corea, metió 30 000 infantes, 800 soldados a caballo y 5000 artilleros en Hansong (actual Seúl), capital de la dinastía feudal Joson.
Corea contaba con dos regimientos (5 000 soldados) en Hansong y 8 batallones (2 000) en las provincias, en total unos 7 000 dotados de lanza, arco y fusil de mecha.
Un historiador romano antiguo dijo: “Si quieres la paz, prepárate para la guerra.”
El pueblo coreano, por no haber tenido preparada la fuerza militar frente a la agresión y la guerra, estuvo 40 años bajo la ocupación militar de Japón, siendo privado de sus valiosos recursos y patrimonios culturales, idioma, alfabeto e incluso el nombre. Más de un millón de coreanos fueron asesinados, más de 8 400 000  jóvenes y hombres de mediana edad llevados para el servicio militar y trabajo forzado y 200 000 mujeres como esclavas sexuales del ejército japonés.
La historia de martirio de la nación coreana terminó con la liberación del país por    Kim Il Sung, eterno Presidente de la República Popular Democrática de Corea (RPD de Corea), que condujo la heroica Lucha Armada Antijaponesa a la victoria.
El 15 de agosto de 1945 fue el día del inicio de la conversión de una colonia débil en la potencia mundial.
Merced a Kim Il Sung que hizo grandes esfuerzos y desvelos para el fortalecimiento del poderío militar, en un corto espacio de tiempo posterior a la liberación se creó la industria de defensa nacional independiente, se prepararon las fuerzas armadas regulares y sobre esta base, se fundó la RPD de Corea, primer Estado democrático popular del Oriente.
En junio de 1950, la RPD de Corea se vio impuesta a la guerra de 3 años por parte de Estados Unidos de América que se jactaba de su “supremacía” del mundo y defendió su soberanía y dignidad, mostrando ante el mundo que no era en modo alguno colonia débil de ayer.
El Partido del Trabajo de Corea (PTC, partido gubernamental de la RPD de Corea), en el difícil período de la rehabilitación y construcción de postguerra, presentó la original línea de la construcción económica de fomentar primero la industria pesada y simultáneamente la industria ligera y la agricultura, no se rindió ante la imposición exterior de alistarse al Consejo para la Ayuda Mutua Económica (cAME) y desplegó el espíritu de apoyarse en su propia fuerza y fortalecerse con sus propios recursos, convirtiendo en un breve espacio de tiempo el país en un Estado socialista soberano, autosostenido y autodefensivo.
A finales del siglo pasado la RPD de Corea otra vez mostró al mundo lo fuerte que es. En eso la ex Unión Soviética y otros países socialistas de Europa oriental sucesivamente se derrumbaron, pero la RPD de Corea no. La ofensiva antisocialista de las fuerzas aliadas imperialistas acaudilladas por Estados Unidos que se lanzaba antes sobre el conjunto de los países socialistas se concentró en la RPD de Corea, que se mantuvo firme.
Lo que merece particular mención es la política del Songun (prioridad de los asuntos militares) practicada por Kim Jong Il, eterno Presidente del Comité de Defensa Nacional de la RPD de Corea. Enarbolando la bandera del Songun fortaleció la fuerza militar y otras del país en conjunto en todos sus aspectos. Convirtió el país en el capaz de fabricar y lanzar el satélite artificial de la Tierra y el nuclear.
Kim Jong Un, Máximo Dirigente de la RPD de Corea, ha llevado el poderío del país a la cúspide.
Con la fuerza que poseemos, dijo él en una conferencia efectuada en julio del año pasado, podemos enfrentarnos a EE.UU. en todos los métodos de guerra que él elija. Contamos con la gran capacidad de disuadir a EE.UU. de su intento de provocar una guerra nuclear. La época en que Washington nos chantajeaba con sus armas nucleares ha pasado para siempre. Es una realidad de hoy que EE.UU. ya no puede chantajearnos ni horrorizarnos sino que nosotros somos para él una gran amenaza y agente del pánico.
En realidad hoy la RPD de Corea se ha hecho potencia militar con la industria de defensa nacional capaz de producir cuantos medios de golpe que quiere, uno de los contados países capaces de fabricar y lanzar el satélite artificial de la Tierra y una de las 6 potencias nucleares que posee incluso la bomba de hidrógeno.
El año pasado y este logró éxito en la prueba de lanzamiento bajo agua del cohete balístico del submarino estratégico, arma de nivel mundial con la que puede golpear y aniquilar en cualquiera zona marítima a los que intentan atentar contra su soberanía y dignidad.
Colocada ya en la posesión de la potencia ideológico-política y la militar, da grandes saltos para ser potencias científico-tecnológica, económica y civilizada, orientando la causa de la independización del mundo.
Esta es la actualidad de Corea que un siglo antes, por haber sido impotente de defender a sí misma, se vio despojada de su estabilidad por los agresores y perdió su color en el mapamundi.

La predicción de Tagore fue comprobada por la realidad.