Se trata del 8 de
julio, fecha del fallecimiento de Kim Il Sung (1912-1994), Presidente de la
República Popular Democrática de Corea.
Con motivo de este
aniversario los coreanos y otros progresistas del mundo evocan con profunda
emoción la vida de Kim Il Sung que con las destacadas ideas y teorías y las
descomunales prácticas revolucionarias, realizó sempiternos méritos ante la
historia y la humanidad.
Él nació en el seno de
una pobre familia campesina al comienzo del siglo pasado cuando el país estaba
bajo la ocupación militar (1905-1945) del imperialismo japonés.
A la edad de poco más
de 10 años, para salvar el destino del país y el pueblo, emprendió la lucha
revolucionaria y durante el empeño para buscar un verdadero camino por seguir
concibió la idea Juche (la idea de que uno es dueño de su destino y capaz de
forjar esto) y la Songun (la de priorizar los asuntos militares). Luego, en los
70 años en los que conducía la revolución, aplicándolas con éxito, manifestó su
veracidad y vitalidad ante el mundo y logró que aquellas fueran grandes ideas
rectoras para asegurarles la independencia a las masas populares, como valiosos
bienes espirituales de los seres humanos.
Con su distinguida
dirección implantó en Corea un régimen social centrado en las masas populares
que serviría de un buen modelo para la realización de la causa por la
independencia de la humanidad.
Habiendo liberado el 15
de agosto de 1945 el país con la Lucha Armada Antijaponesa de 15 años, de
seguida fundó el 10 de octubre del mismo año, el Partido del Trabajo de Corea,
realizó con éxito la revolución democrática de carácter antimperialista y
antifeudal y a base de esto instauró la RPD de Corea. Y condujo hacia la
victoria la Guerra de Liberación de la Patria (guerra coreana de 1950-1953)
para defender la soberanía y la dignidad nacionales de la invasión de las
fuerzas aliadas imperialistas acaudilladas por Estados Unidos, así como la
rehabilitación y construcción de postguerra, la revolución socialista y la
construcción socialista de varias etapas, convirtiendo el país en un país
socialista centrado en las masas populares, independiente en la política,
autosostenido en la economía y autodefensivo en la salvaguardia nacional.
Realizó gran mérito
también para la reintegración de la dividida nación. Planteó los tres
principios de la reunificación de la patria, la proposición de la fundación de
la República Confederal Democrática de Coryo, el Programa de Diez Puntos de la
Gran Unidad Pannacional y otras justas y racionales propuestas para la
reunificación e impulsó con pujanza el movimiento por la reintegración de la
nación, abriéndole espléndida perspectiva a esta magna obra.
Hizo gran contribución
también a la independización del mundo. Lanzó el lema “¡Nos unámonos con los del
mundo que pretenden la independencia!”, ayudó exhaustiva y sinceramente la
independencia de muchos países y su desarrollo independiente e hizo apasionados
esfuerzos para que el movimiento socialista, el Movimiento de los No Alineados
y otros progresistas mantuvieran firmemente su ideal y principio.
Fue la más eminente
personificación de las virtudes humanas. Estimó y respetó mucho al hombre y a
las masas trabajadoras.
Los entrevistados con
él se quedaron todos encantados y guardaron en lo hondo de su corazón el
sentimiento de adoración hacia él.
Luise Rinser, diligente
católica y escritora alemana, dijo que él era “ser divino, sin importar que lo
reconociera o no” y Jimmy Carter, ex presidente estadounidense, que él era más
grande que el conjunto de George Washington, Thomas Jefferson y Abraham Lincoln
calificados como los más ilustres en la historia de Estados Unidos.
Kim Il Sung fue, de
veras, el más distinguido dirigente, el gran hombre sin igual y el virtuoso que
representó el siglo XX.
Falleció, pero su
ideología y sus méritos son heredados continuamente.
Los coreanos lo tienen
como cuando estaba vivo y como eterno Presidente de la República. La idea Juche
y la Songun presentadas por él son las eternas rectoras del pueblo coreano, cuya
invariable disposición y voluntad es avanzar de continuo por el camino de la
independencia, el Songun y el socialismo.
A finales del siglo
pasado cuando el socialismo coreano, debido al deceso de Kim Il Sung que era para la nación coreana un
gran martirio, la concentrada ofensiva para estrangularlo de las fuerzas
aliadas imperialistas que realizaron aprovechando el desplome del socialismo en
varios países y las sucesivas calamidades naturales, se encontraba en las
pésimas condiciones, el pueblo coreano, enarbolando más la bandera del Songun,
se alzó con bravura en la lucha antimperialista y antiyanqui y defendió el
socialismo. Además, incluso preparó el trampolín para hacer realidad el deseo
de Kim Il Sung, alcanzar la gran meta de la construcción de un Estado
socialista, poderoso y próspero. Desde entonces hasta la fecha en Corea
acaecieron continuamente múltiples maravillas, capacitándose el país para
fabricar y lanzar el satélite artificial y poseer armas nucleares.
Como efecto de las
líneas y los proyectos de la reunificación independiente planteados por Kim Il
Sung, en la Península Coreana se abrió la era de la reintegración del 15 de Junio
sustentada en el ideal de “entre nosotros, los connacionales” y la
reunificación entró en la fase trascendental. Corea se empeñó en llevar a feliz
término la obra de independizar todo el mundo enunciada por Kim Il Sung, haciendo gran contribución al
restablecimiento del movimiento socialista internacional y su progreso y la
realización de la causa mundial antimperialista y por la independencia.
Muchos hombres del
mundo continuamente alaban los imperecederos méritos y nobles rasgos de Kim Il
Sung y veneran a este.
Continúa con solemnidad
el Festival Artístico de Amistad Abril en Primavera que se efectuaba con motivo
del aniversario de su nacimiento en Pyongyang. Todos los años, en ocasión de
este aniversario y el de su fallecimiento, tienen lugar en muchos países
reuniones recordatorias, mítines conmemorativos, conferencias, exposición de
los libros y las fotos y otros actos. En abril de 2012, con motivo de centésimo
aniversario de su nacimiento, en Pyongyang, se efectuó con solemnidad la
conferencia mundial de la idea Juche con la participación de los partidarios de
esta idea de muchos países. A él los dirigentes y otros sectores de varios
países le ofrecen continuamente títulos honoríficos, ordenes, medallas y
regalos.
La ideología y los
méritos de Kim Il Sung son perpetuos, sempiternos.