Queridos compañeros:
Despedimos el 2016, una sucesión de días de
intenso bregar para abrir la nueva era de una gran prosperidad sin precedentes
en la historia de la revolución del Juche, y acogemos el Año Nuevo de 2017.
En este momento significativo en que
recordamos con la frente alta el grandioso año de hechos admirables
protagonizados por una nación gigante, extiendo con la mayor solemnidad mis más
cordiales saludos a todo el pueblo coreano quien, con una misma idea, propósito
y voluntad que el Partido, ha compartido con él las penas y las alegrías, ha
corrido la misma suerte que él y que ha superado las más duras pruebas que
jamás ha conocido la historia, y le deseo gloria y felicidad en este Año Nuevo lleno
de esperanzas.
Igualmente, saludo cordialmente a los
compatriotas en el Sur y en el extranjero y a los pueblos y amigos progresistas
de distintas latitudes del mundo, amantes de la independencia y la justicia.
El 2016 fue un año de acontecimientos
revolucionarios y grandes cambios que se registrarán con letras mayúsculas en
la historia del Partido y de la patria.
El año pasado tuvo lugar significativa y
solemnemente, como gran festival político, el VII Congreso del Partido del
Trabajo de Corea, en un ambiente marcado por el elevado entusiasmo
revolucionario de todos sus miembros, los militares y otros sectores del pueblo
y por la profunda atención del mundo entero.
La magna cita hizo con orgullo un recuento
de la gloriosa lucha de nuestro Partido que ha conducido victoriosamente la
causa revolucionaria del Juche bajo la acertada dirección del gran Líder Kim Il
Sung y del gran General Kim Jong Il, así como presentó el ambicioso proyecto de
culminar la causa socialista con la bandera del kimilsungismo-kimjongilismo en
alto. El histórico evento sirvió para patentizar la férrea voluntad de nuestro
ejército y pueblo de seguir eternamente al Partido por el camino del Juche y
para asentar una perpetua base de la revolución coreana. Se recordará para
siempre en la historia nacional como una reunión de vencedores que puso de
manifiesto el poderío indestructible del gran Partido
kimilsungista-kimjongilista, como un cónclave que marcó un nuevo hito en la
causa revolucionaria del Juche.
El año pasado experimentó cambios
trascendentales en la consolidación de la defensa de la Corea del Juche,
gracias a lo cual nuestra patria emergió como una potencia nuclear y militar
del Oriente a la que ningún enemigo poderoso se atreve a agredir.
Frente a la cada día más creciente amenaza
de guerra nuclear del imperialismo, se efectuaron exitosamente el primer ensayo
de la bomba de hidrógeno, los disparos experimentales de distintos medios de
ataque y la explosión a modo de prueba de la ojiva nuclear, cobraron auge la
investigación y el desarrollo de armas y equipos dotados de la tecnología de
punta y están en su última fase los preparativos del lanzamiento experimental
del cohete intercontinental balístico. Estos maravillosos hechos acaecidos en
forma escalonada y en continua sucesión para el fortalecimiento de la defensa
nacional garantizan militarmente la salvaguardia del destino de la patria y la
nación y el avance victorioso de la obra de la construcción de una potencia
socialista. El heroico Ejército Popular frustró categóricamente las insensatas
maniobras de agresión y provocación de guerra del enemigo, preservó
fidedignamente la seguridad de la patria y las conquistas de la revolución y
fue perfilando su aspecto político-ideológico y sus preparativos militares y
técnicos como fuerzas armadas indestructibles. Los resonantes éxitos en el
sector de la defensa nacional colmaron de orgullo nacional y ánimo a nuestro
pueblo, supusieron una vergonzosa derrota para el imperialismo y otras fuerzas
reaccionarias y elevaron notablemente la posición estratégica de nuestra
República.
El año pasado hicimos retumbar con orgullo
los cañonazos de la victoria en las Batallas de los 70 y 200 Días efectuadas en
honor del séptimo Congreso del Partido.
Estamos hablando de batallas sin cuartel en
las que el pueblo entero frustró resueltamente las perversas maniobras del
imperialismo para aislar y estrangular a nuestra República y abrió una
coyuntura trascendental en todos los frentes de la construcción de la potencia
socialista, y de campañas de creación de gran envergadura que engendraron la
nueva época de Mallima (caballo legendario que cubre al día una distancia de 4
000 kilómetros –N.T.).
Con su heroísmo la clase obrera
kimilsungista-kimjongilista y el pueblo entero alcanzaron exitosamente las
altas metas de las Batallas definidas por el Partido y abrieron un nuevo
arremetedero para el desarrollo de la economía nacional.
Nuestros inteligentes y talentosos
científicos y técnicos lanzaron con todo éxito el satélite de observación de la
Tierra "Kwangmyongsong-4" y seguidamente salieron airosos de la
prueba de la reacción del motor de gran potencia para el nuevo cohete
transportador del satélite geoestacionario, allanando el camino de la
exploración espacial. Alcanzaron sucesivos éxitos científicos y técnicos de
suma importancia para el desarrollo de la economía nacional y el mejoramiento
de la vida de la población, entre ellos el establecimiento de ejemplares
sistemas de producción automáticos de nuestro estilo y la obtención de nuevas
variedades de alto rendimiento, un logro de gran trascendencia en la producción
agrícola. Al cumplir los planes de producción y acarreo en renglones
importantes de la economía nacional como los de la electricidad, carbón,
metalurgia, química, materiales de construcción y transporte ferroviario, se
pusieron de manifiesto las potencialidades de la economía independiente y se
impulsó enérgicamente la construcción de la potencia económica socialista.
Numerosas fábricas, empresas y granjas cooperativas alcanzaron el brillante
éxito de superar el nivel del año de la mayor producción, el Ejército Popular
engalanó la historia del mar dorado con su protagonismo en la abundante pesca,
se aceleró como nunca antes el ritmo de construcción de obras importantes y se
alcanzaron logros excepcionales en la enseñanza, la salud pública y el deporte.
El país entero respondió al unísono al llamamiento del Partido de paliar los
efectos de las calamidades naturales que de forma repentina arrasaron varias
regiones de la provincia de Hamgyong del Norte, logrando éxitos contundentes en
un corto lapso.
Durante las Batallas de los 70 y 200 Días
creamos un nuevo espíritu de la época para la edificación de la potencia
socialista y en el pueblo se arraigaron con mayor firmeza la confianza en el
Partido y la fe en el socialismo. En el continuo avance del año pasado en que
el país entero bullía como un crisol, todos los miembros del Partido,
trabajadores, militares y jóvenes hicieron gala del indoblegable espíritu de
ataque de arrostrar las dificultades con valor, de la disposición de cumplir a
ultranza las tareas asignadas por el Partido, respondiendo a su llamamiento con
la abnegación y acción bajo cualquier adversidad, y del poder del colectivismo
con que dan grandes saltos ayudándose mutuamente y conduciendo unos a otros.
Los impresionantes logros que alcanzamos el
año pasado en todos los dominios de la revolución y construcción no se deben
jamás a las condiciones favorables ni son regalos fortuitos del cielo. La misteriosa
fuerza que obró milagro y cosechó todos los triunfos tiene su origen en la
unidad monolítica de todo el ejército y pueblo y en la gran capacidad de
fortalecernos con nuestros propios recursos. Aunque fueron muy grandes los
impedimentos del enemigo y duras las pruebas, todo el ejército y pueblo se
aglutinaron más en torno al Partido y trabajaron con el espíritu revolucionario
de apoyarse en sus propias fuerzas y de perseverancia, realizando hechos
admirables en tan pésimas condiciones. La unidad monolítica es precisamente la
vida de la Corea del Juche y el móvil de sus saltos, en tanto que nuestra única
opción es fortalecernos con nuestros propios medios. Tal es la valiosa verdad
de la revolución del Juche que nuestro ejército y pueblo comprobaron en la
práctica en su impetuoso bregar del año 2016.
Una vez más saludo efusivamente a todos los
oficiales y soldados del Ejército Popular y demás sectores del pueblo quienes,
firmemente convencidos de la victoria final de la revolución, exhibieron sin
reserva su patriotismo y lealtad en la construcción de la potencia socialista y
coronaron con orgullosas hazañas el año pasado caracterizado por un sinfín de
acontecimientos y dificultades.
Compañeros:
Una vez más debemos emprender la marcha en
el año entrante en un empeño de cosechar mayor victoria.
Lograr mayor victoria y proseguir con mayor
prosperidad la era dorada de la revolución constituyen el temperamento
ideológico y espiritual de nuestro ejército y pueblo formados bajo la atención
del gran Líder y el gran Dirigente y su modo de obrar. Debemos sublimar más el
ímpetu revolucionario que ascendió considerablemente en el 2016, año de
milagros, y lograr en este año significativo un avance trascendental en el
cumplimiento de la resolución del VII Congreso del Partido, para hacer realidad
en esta tierra el ideal y el sueño del pueblo.
Se concentrarán en la realización de la
Estrategia Quinquenal para el Desarrollo de la Economía Nacional.
Este es un año de vital importancia para
esa tarea. Con miras a consolidar los éxitos alcanzados el año pasado, ofrecer
a la vez una perspectiva halagüeña de la implementación de la Estrategia y
llevar a una fase superior el conjunto de la economía nacional, es
indispensable alcanzar a todo trance la meta del presente año.
"¡Impulsemos el avance victorioso del
socialismo con la gran fuerza motriz que es la capacidad de fortalecernos con
nuestros propios medios!", esta es la consigna combativa que debemos
sostener en alto en la marcha del año nuevo. Debemos librar una ofensiva
general para ejecutar la Estrategia con el poderío de nuestro propio
fortalecimiento.
Ese poderío se refleja precisamente en las
ciencias y la tecnología y al conceder importancia y preferencia a estas se
cumple cuanto antes dicha Estrategia.
En el sector científico y tecnológico se
esforzarán principalmente para asegurar con los recursos domésticos las
materias primas, los combustibles y los equipos y resolver los problemas
científicos y técnicos para la modernización de fábricas y empresas y la
normalización de su producción. Las unidades de producción y los centros de la
investigación científica se cooperarán estrechamente y las empresas formarán
competentes equipos tecnológicos y de desarrollo y activarán el movimiento masivo
de la innovación técnica, impulsando el desarrollo económico con los valiosos
éxitos científicos y técnicos que contribuyan a la mayor producción y la mejor
gestión y administración.
Los sectores energético, metalúrgico y
químico tomarán la delantera en el empeño por alcanzar las metas de la
estrategia económica.
En la industria eléctrica repararán con
calidad los equipos generadores y las estructuras e impulsarán la renovación
técnica, cumpliendo infaliblemente el plan de la generación eléctrica. Al
establecer un eficiente sistema nacional de la administración integrada de
electricidad y esmerarse en su consumo escalonado, mantendrán el equilibrio
entre la producción y el consumo de la electricidad y explotarán varios
recursos energéticos para crear en gran medida la nueva capacidad generadora.
En la industria metalúrgica introducirán
los adelantos técnicos, rebajarán el costo de producción y normalizarán la
gestión de los procesos de producción adecuados a las condiciones nacionales,
para producir más materiales de hierro y acero. El Estado tomará medidas
drásticas para abastecer de materias primas, combustible y electricidad a los
Complejos Siderúrgicos Kim Chaek y de Hwanghae y otras plantas metalúrgicas.
La industria química es el fundamento de la
industria y desempeña un papel importante en hacer más independiente a la
economía y elevar el nivel de vida de la población.
En el sector reactivarán la producción en
el Complejo de Vinalón 8 de Febrero, ampliarán la capacidad de importantes
fábricas químicas y transformarán a nuestra manera los procesos técnicos, para
así incrementar la producción de artículos químicos. Pondrán empeño en crear la
industria química de C1 y cumplirán en tiempo puntual y satisfactoriamente las
tareas por etapas.
En la industria carbonífera y el transporte
ferroviario cubrirán antes que nada la demanda del carbón y acarreo para las
centrales eléctricas y las fábricas metalúrgicas y químicas.
Urge desarrollar a un ritmo acelerado la
industria mecánica. En las fábricas de máquinas deben acelerar su
modernización, perfeccionar los procesos de la fabricación en serie de nuevos
tractores, otros vehículos y las máquinas agrícolas multipropósito y producir
diversas máquinas de gran capacidad y buena calidad.
En
este año nos compete desarrollar de modo trascendental la industria ligera, la
agricultura y la pesca, con el objetivo de dar grandes pasos de avance en la
tarea de mejorar la vida de la población.
Al sector de la industria ligera le incumbe
activar la producción al tomar como principal la obtención de materias primas y
materiales con los recursos nacionales, trazar una correcta estrategia en las
gestiones, revitalizar la producción y traer cambios en la diversificación y la
calidad de los artículos de consumo masivo. Las minas y empresas de la zona de
Tanchon obtendrán mejores resultados en la mejora de la vida de la población
mediante la producción normal.
El sector agrícola, frente principal de la
construcción de la potencia económica, enardecerá el fervor por el cultivo
científico y promoverá una campaña para obtener cosechas más abundantes. Le
atañe fomentar la siembra de semillas de buena variedad y el método científico
de las faenas agrícolas, cuyas ventajas han sido comprobadas en la realidad,
extender los terrenos destinados al doble cultivo e inventar e introducir
activamente las máquinas agrícolas eficientes, para cumplir el plan de
producción de cereales cueste lo que cueste. Tomará medidas destinadas a
normalizar el funcionamiento de la base ganadera de la zona de Sepho y
aumentará la producción de frutas, hongos y hortalizas para el pueblo.
En el sector pesquero vigorizarán la pesca
y serán perseverantes en la cría de peces y otros productos marinos. Deben
construir muchos barcos modernos, construir un complejo de producción de avíos
de pesca en la costa oriental y así consolidar la base material y técnica de la
pesca.
El sector de construcción concluirá en el
nivel supremo la edificación del reparto Ryomyong, concentrará sus fuerzas en
obras importantes como las de construcción de la Central Hidroeléctrica de
Tanchon y la zona de Wonsan y la modernización del Complejo de Locomotoras
Eléctricas Kim Jong Thae, así como levantará magníficamente más centros
docentes y culturales y viviendas.
Todos los sectores y unidades de la
economía nacional se esforzarán con denuedo para aumentar la producción y
ahorrar al máximo enarbolando la consigna de apoyo en sus propias fuerzas y de
autoabastecimiento, y cumplirán el plan de este año por cada índice.
Es preciso movilizar a todo el país para el
mantenimiento del territorio nacional. Es menester crear almácigas modernas en
las provincias, impulsar con tesón la reforestación, realizar de manera
planificada la canalización de ríos, la reparación de carreteras y la
preservación del ambiente, en un afán de cambiar la fisonomía del territorio.
Para producir cambios en el cumplimiento de
la Estrategia Quinquenal para el desarrollo de la economía nacional se necesita
trazar metas concretas y adoptar una actitud innovadora en la dirección de la
economía y la gestión empresarial. El Consejo de Ministros y otros órganos de
la dirección económica se asegurarán de colocar en un peldaño superior el
conjunto de la economía nacional, así como trazarán estrategias que posibiliten
su desarrollo sostenible y persistirán en su puesta en práctica.
En todas las ramas del sector de la cultura
como la enseñanza, la salud pública, el deporte, la literatura y el arte
imprimirán un nuevo auge revolucionario para acelerar la construcción de la
potencia civilizada.
En este año de la enseñanza de las
ciencias, una intensa campaña para renovar sus instalaciones y ambiente se
llevará a cabo en todo el país y toda la sociedad.
Es indispensable consolidar como baluarte
inexpugnable la base política y militar del socialismo.
La unidad monolítica es la valiosa herencia
del gran Líder y General y de ella se nutre el poder irrefrenable del
socialismo a nuestro estilo. Todos los militares y civiles establecerán lazos
consanguíneos con el Partido, le acompasarán el latido del corazón y se unirán
como un monolito en torno a él en una misma ideología y voluntad y con el deber
moral, así como lucharán con tesón por la prosperidad de la patria. En todas
las labores partidistas y actividades estatales y sociales materializarán a
carta cabal la ideología de dar primacía a las masas populares, quintaesencia
del concepto original del pueblo y la filosofía de él y librarán una intensa
lucha para erradicar el abuso de poder, el burocratismo y los demás actos
ilícitos y corruptos, hierbas malas que afean el jardín de la unidad
monolítica. Frustrarán tajantemente las viles y aviesas maniobras del enemigo
encaminadas a separar al pueblo del Partido e impedir que el primero siga
invariablemente al segundo con sus ardientes e inmaculados sentimientos.
En este año en que se cumplen 85 años de la
fundación del Ejército Popular de Corea impulsaremos más su reforzamiento.
Al Ejército Popular le corresponde
identificar plenamente a todos sus miembros con las ideas y el aliento del
Partido mediante una dinámica labor política, promover la preparación para la
pelea en las unidades de diferentes tropas, armas y especialidades al volver a
definir este año como el de ejercicios y de perfeccionamiento de los
preparativos de combate y convertirlos en combatientes tan hábiles y fuertes
como el tigre del Paektu, preparados en todos los aspectos y capaces de
derrotar de un golpe a cualquier agresor y combatir cada uno a cien enemigos. A
los oficiales y soldados del Ejército de Seguridad Interior del Pueblo y a los
miembros de la Guardia Obrero-Campesina y la Guardia Roja Juvenil les atañe
prepararse bien en lo político y militar y estar siempre dispuestos para el
combate a fin de defender fidedignamente el régimen socialista y la vida y
bienes del pueblo.
A los dirigentes, científicos y obreros de
la industria de defensa nacional les compete inventar y producir mayor cantidad
de poderosas armas apropiadas a nuestras condiciones específicas que
enriquecerán el arsenal de la revolución del Songun, con el espíritu de la
bomba de Yanji y el revolucionario de la comuna de Kunja puestos de manifiesto
en la Guerra Antijaponesa y la Guerra de Liberación de la Patria,
respectivamente.
La victoria en la batalla de este año por
el cumplimiento de la resolución del VII Congreso del Partido depende del
desempeño de las organizaciones del Partido y las agrupaciones de trabajadores.
Cada una de las organizaciones del Partido
se enfocará en las tareas políticas, las más fundamentales que el Partido y la
revolución le han asignado al sector y unidad a que pertenece. Captará
correctamente los asuntos priorizados por el Partido, las cuestiones clave para
la producción, y destinará todos sus recursos a resolverlos. Tomará el lugar de
producción como escenario de sus actividades políticas y realizará enérgicas
labores ideológicas para movilizar a las masas en la materialización de los
proyectos y lineamientos del Partido. Todas las organizaciones de base del
Partido, en fiel acato al espíritu fundamental de la primera conferencia
nacional de sus presidentes, lograrán que se registren innovaciones y avances
ininterrumpidos en la ofensiva general de todo el pueblo para este año.
A las organizaciones juveniles, sindicales,
campesinas y femeninas les incumbe trabajar con total entrega para propiciar un
auge de gran envergadura e incitar a todos sus miembros a ser vanguardias y
abanderados que corren a la velocidad del caballo Mallima.
Estos momentos dinámicos exigen mejorar
decisivamente el modo y estilo de trabajo de los dirigentes que son los
primeros en materializar las políticas del Partido.
Hoy nuestro pueblo pone todo su afán en la
lucha. Y si con él se sumaran los dirigentes, elaborando planes audazmente y
con rigor científico, dirigiendo con habilidad y dando ejemplos, no tendremos
meta inalcanzable ni dificultad insuperable. Todos, bien conscientes de la
misión importante que asumen ante el Partido y la revolución, deben ser
locomotoras que conducen las masas. Diseñarán proyectos ambiciosos con una
visión innovadora y, siempre atareados, trabajarán de manera intensa y
combativa. Libres del derrotismo, pancismo, formalismo y oportunismo, arderán
cual vela para materializar los pensamientos y la voluntad del Partido.
En el séptimo Congreso del Partido del
Trabajo de Corea celebrado el año pasado, presentamos un original lineamiento y
orientación para la reunificación nacional que reflejan la aspiración de la
nación y las exigencias de la época e hicimos ingentes esfuerzos para llevarlos
a la práctica. Sin embargo, las autoridades surcoreanas, sordas a nuestros
reclamos patrióticos y propuestas justas, siguen empeñadas en sancionar y
presionar a nuestra República y en su campaña de guerra contra el Norte, debido
a lo cual las relaciones íntercoreanas han empeorado como nunca antes.
El año pasado, la furiosa lucha masiva
anti-"gubernamental" levantada en el Sur de Corea sacudió de raíz los
cimientos de su dominación reaccionaria. Esta resistencia de todo el pueblo que
dejó claramente sus huellas en la historia de la lucha del pueblo surcoreano
fue la explosión del rencor y la indignación acumulados contra las autoridades
conservadoras entregadas a la dictadura fascista, a la política antipopular, al
servilismo vendepatria y al enfrentamiento a sus compatriotas.
Este año se cumplirán 45 y 10 años desde la
publicación de la histórica Declaración Conjunta del 4 de Julio y de la
Declaración del 4 de Octubre, respectivamente. Pues, nos incumbe el deber de
abrir una ancha avenida hacia la reunificación independiente con la fuerza
unida de toda la nación.
Es preciso tomar medidas activas para
mejorar las relaciones Norte-Sur y eliminar el agudo choque militar y el
peligro de guerra entre ambas partes.
El mejoramiento de los vínculos
íntercoreanos es el punto de partida hacia la paz y la reunificación y una
demanda urgente de toda la nación. Si permanecemos de brazos cruzados ante las
relaciones bilaterales que se hallan en estado catastrófico, ningún político
podrá afirmar que ha cumplido con la responsabilidad y papel que asume ante la
nación, ni gozar del apoyo del pueblo. Las calumnias y difamaciones de
cualquier índole con que una parte hiere a otra y que la incita al enfrentamiento
no pueden ser justificadas bajo ningún concepto. El alboroto y las hostilidades
malintencionados que perpetran contra nuestra República con la esperanza de
derrocar el régimen y producir algún "cambio" deben cesar sin demora.
Es invariable nuestra disposición de no
pelear entre los connacionales y salvaguardar la seguridad de la nación y la
paz en el país. Las autoridades surcoreanas no deben agravar la situación
culpando sin más ni más nuestro ejercicio de autodefensa, sino responder
positivamente a nuestros sinceros esfuerzos por prevenir los choques militares
y atenuar la tensión entre el Norte y el Sur.
También tienen que desistir de sus
tentativas de incrementar las fuerzas armadas y sus jugarretas de ejercicio de
guerra.
La nación entera, uniendo su voluntad y
fuerza, debe abrir una era de prosperidad del movimiento por la reunificación.
A todos los coreanos residentes en el
Norte, en el Sur y en ultramar les incumbe solidarizarse y unirse bajo el
principio de subordinarlo todo a la reunificación de la patria, causa común de
toda la nación, y activar el movimiento por la reunificación a escala nacional.
Deben reactivar contactos y visitar unos a otros por encima de la diferencia de
ideología y régimen, de residencia e ideal y de clase y sector, y convocar una
gran reunión pannacional en que participen todos los partidos políticos,
organizaciones y compatriotas de todas las clases y capas del interior y
exterior del país, incluidas las autoridades de ambas partes. Gustosos le
daremos la mano a cualquiera que conceda importancia a los intereses
fundamentales de la nación y desee el mejoramiento de las relaciones Norte-Sur.
Hay que aplastar el reto de las fuerzas
anti-reunificación del interior y el exterior que se oponen al anhelo de la nación
por la reunificación.
Hace falta desenvolver enérgicamente una
lucha de toda la nación para acabar con las maniobras de agresión e
intervención de las fuerzas acaudilladas por Estados Unidos, encaminadas a
realizar su estrategia de la dominación de Asia y el Pacífico manteniendo
ocupado el Sur de Corea, y para hacer añicos las maniobras de tales fuerzas
anti-reunificación, servilistas y vendepatrias como Park Geun-hye, que
encuentran su salvavidas en el enfrentamiento con los compatriotas sin siquiera
distinguir al verdadero enemigo principal de la nación.
Estados Unidos, teniendo bien presente la
voluntad de la nación coreana por la reunificación, no debe adherirse más a la
conjura de meter cuña entre los coreanos tendente a azuzar a las fuerzas
anti-reunificación surcoreanas al enfrentamiento y la guerra contra sus
compatriotas y tomar la resuelta determinación de abandonar su anacrónica
política de hostilidad a la RPDC. La comunidad internacional que aprecia la
independencia y la justicia debe oponerse a las tentativas de Estados Unidos y
sus seguidores que perturban la paz e impiden la reunificación de la Península
Coreana, mientras que los países vecinos harán trabajos útiles a realizar la
aspiración y los esfuerzos de nuestra nación por la reunificación.
Al dar acicate a su gran marcha nacional
hacia la reunificación con su fuerza unida, todos los compatriotas del Norte,
el Sur y ultramar deberán obrar de una manera tal que pueda contribuir a que
éste sea un año muy significativo que abra una nueva coyuntura de la
reunificación independiente.
Si bien el año pasado llegaron al extremo
los tejemanejes de la presión político-militar y de sanciones de la reacción
imperialista contra nuestra República, no pudieron doblegar la inquebrantable
fe de nuestro Ejército y pueblo en la victoria, ni impedir el impetuoso avance
revolucionario de la Corea del Juche.
Mientras continúen el chantaje nuclear de
Estados Unidos y sus seguidores y no dejen de realizar en nuestras propias
narices los ejercicios de guerra con la excusa de que es una tradición
efectuarlos año tras año, nosotros seguiremos reforzando nuestra capacidad de
autodefensa y de ataque preventivo centrada en las fuerzas armadas nucleares.
En todo caso salvaguardaremos con nuestra propia fuerza la paz y la seguridad
de nuestro Estado y haremos también una activa contribución a la paz y la
estabilidad en el mundo.
En lo adelante nuestro Partido y el
Gobierno de la República seguirán fieles a su ideal de la política exterior
consistente en la independencia, la paz y la amistad y, junto con otros países
que abogan por la independencia, se esforzarán para ampliar y desarrollar sus
relaciones de buena vecindad, fraternidad, amistad y cooperación y realizar una
genuina justicia internacional.
Compañeros:
De pie en este lugar para acoger el Año
Nuevo, me pesa la preocupación de cómo santificar y enaltecer a nuestro pueblo,
el mejor del mundo, que deposita su absoluta confianza en mí y me apoya con
ardor, con una misma idea y voluntad.
Pasé un año pensando siempre que del dicho
al hecho hay mucho trecho y sintiendo angustia y culpabilidad por mi ineptitud,
pero este año he reafirmado la determinación de trabajar más por el bien del
pueblo redoblando el ánimo y con total entrega.
En estos primeros albores del año juro
solemnemente consagrarme para que los tiempos en que todo el pueblo entonaba la
canción No tenemos nada que envidiar en el mundo, confiando en los grandes
Líderes y con el optimismo en el futuro, no sean un instante del pasado, sino
que continúen en la realidad de hoy, y ser genuino trabajador y fiel servidor
del pueblo que lo enaltece con la conciencia limpia e inmaculada.
Lucharé reciamente para establecer en todo
el Partido el ambiente revolucionario de la entrega total al pueblo.
Mientras el gran
kimilsungismo-kimjongilismo alumbra nuestro camino y contamos con el poderío de
la unidad monolítica de millones de militares y habitantes en torno al Partido,
nuestra victoria es definitiva.
Marchemos todos vigorosamente hacia el
luminoso futuro para realizar el esplendoroso proyecto de la construcción de
una potencia socialista trazado por el VII Congreso del Partido del Trabajo de
Corea.